Es una pieza deportiva con look más atrevido que marca un camino renovado dentro del clasicismo de Girard-Perregaux. El propio nombre, Free Brigde, no deja de ser un homenaje al mecanismo legendario de la maison, pero hay una declaración de intenciones evidente de no quedarse anclado en el pasado.
Para la nueva pieza, la firma ha tomado las raíces de la colección Bridge, donde presenta sus más altas complicaciones, lo cual enmarca el Free Bridge en el ámbito creativo más sólido y fiel a los orígenes de Girard-Perregaux. Y con el sofisticado toque de color negro que ya se había experimentado en familias más deportivas como el Laureato, los maestros relojeros de La Chaux-de-Fonds reinterpretan un calibre inhouse (GP01800) con dosis de tecnología, incluyendo el silicio en los componentes como el escape y algunas piezas del volante.
Free Bridge es un mecanismo optimizado y un guardatiempo de estética vanguardista. Si a los amantes de la ortodoxia, les puede preocupar las líneas tradicionales de Girard-Perregaux, podemos afirmar que la identidad de marca se mantiene claramente con el reconocible diseño en forma de flecha que ocupa la base de la platina —ya implementado en el Neo Brigde—.
Este nuevo Free Brige se presenta en una caja amplia de acero de 44 mm y cristal de zafiro tipo box. Su esfera semiesqueletada, con el movimiento invertido, conserva cierta simetría. A las 12 h, se observa el barrilete y, a las 6 h, el conjunto del nuevo volante de inercia variable con un diámetro redimensionado y el escape de silicio.
El calibre GP01800-1170 (automático) está perfectamente integrado en una esfera con los índices suspendidos y el logo de la marca a las 12 h. Se ha estudiado perfectamente la estructura de la platina y el puente central en forma de H. De este modo luce todo el pequeño universo mecánico bajo ese gran cristal de zafiro. Sus anchas agujas “dauphine” presentan forma esqueletada con material luminiscente. Reforzando su aspecto deportivo, la correa es de piel de becerro, pero acabada con un efecto textil geométrico.
La colección nace también con el Free Bridge Infinity, una versión especial limitada a 88 ejemplares. A diferencia de la pieza de colección, su caja es de acero con tratamiento DLC y destellos de oro y con el puente central fabricado en ónice de un color negro más intenso. El preciado material se lleva a los índices, las agujas, el puente del volante y la masa oscilante del movimiento automático. Viste una correa de piel de aligátor donde también destacan las costuras en negro y oro rosa con un efecto brillante.
“Girard-Perregaux es conocida por su excelencia swiss made y por su innovadora tecnología”, explica el CEO de Girard- Perregaux, Patrick Pruniaux. “Con estos modelos, nuestros maestros relojeros han reinventado los famosos Bridges, presentados por primera vez en la década de 1860. La modernización de los Free Bridge y Free Bridge Infinity Edition se ha realizado con auténtica vocación de permanencia. Y no solo eso, a pesar de su impresionante estilo y de la fantástica ejecución de ambos, estos dos relojes siguen siendo más asequibles que otros modelos”, concluye Patrick Pruniaux.