Lo mejor que pueden hacer cuando celebren un aniversario importante es contactar a Antonio Calce. El relativamente nuevo CEO de Girard-Perregaux —tomó el puesto en enero de 2015— ha emprendido una renovación de esta gran dama de la relojería cuando se cumplen 225 años de su fundación. Se nota una energía positiva, objetivos más claros, decisiones controvertidas pero acordes con los tiempos que se viven (como lanzar varios modelos de acero en el rango de 5,000 a 10,000 dólares) y, sobre todo, mucha emoción de la buena y contagiosa.
En este contexto se anuncia el lanzamiento de la colección Sport Competizione con dos cronógrafos automáticos: Stradale y Circuito. Girard-Perregaux tiene un largo historial de producción de cronógrafos que se remonta a sus relojes de bolsillo del siglo XIX con función rattrapante. En las décadas de 1920 y 1930 comenzó a producir cronógrafos de pulsera, que en los años sesenta adoptaron una estética más deportiva para atraer a las generaciones jóvenes aficionadas al automovilismo. En los años noventa, la marca volvió a presentar una colección de cronos inspirados por los productos de tres décadas antes.
La línea Sport Competizione evoca al famoso cronógrafo Club Italia, dado a conocer en 1987. El modelo Stradale apuesta por ser atemporal con su diseño clásico y su caja de acero de 42 mm. Sus pulsadores tipo hongo son visualmente idénticos a los que se usaban en los dorados cincuenta. La carátula está disponible en color negro o plateado, con brazalete en acero o en piel de aligátor negra o café. Su movimiento es el calibre GP03300 que oscila a 28,800 alt/h y ofrece 46 horas de reserva de marcha.
El modelo Circuito es una apuesta más contemporánea, con una caja de 42 mm hecha de una aleación de titanio y carbono, lo que produce un efecto metálico similar al del chasis de los autos high end. La carátula tipo “honeycomb” recuerda a las rejillas de un radiador. En este caso, el movimiento es el calibre GP03300-0122 (4 Hz y 46 horas de reserva de marcha) y la correa es de piel de becerro con efecto carbono.