L.U.C 1860 es el santo grial de Chopard. La nueva pieza mide tan solo 36.50 mm y cuenta con un grosor de 8.20 mm. Es un pequeño tesoro, un verdadero tratado del Punzón de Ginebra condensado en una pieza refinada. Y se trata de la reedición de una pieza en homenaje al primer L.U.C 1860 que la firma lanzó en 1997. En contexto, fue el paso crucial que dio entonces la firma, bajo la dirección de Karl-Friedrich Scheufele, para reafirmar el espíritu independiente y desarrollar guardatiempos con la excelencia de los oficios artísticos y las tradiciones de la alta relojería más exigente. Así mejora ahora Chopard su L.U.C 1860 con la nueva reedición salmón.
El origen
Aquella primera serie L.U.C 1860, desde 1997 hasta el 2000, vistió el primer calibre de manufactura 1.96 de Chopard fabricado completamente in house —el gran sueño de Karl-Friedrich Scheufele se ponía en marcha—. Después de más de un cuarto de siglo, podemos afirmar que los talleres de Fleurier y Ginebra de Chopard trabajan como un mecanismo perfectamente ajustado. La tecnología ha evolucionado mucho, así que la casa también ha desarrollado versiones con nuevas complicaciones, como el tourbillon.
En este nuevo L.U.C 1860 el cambio más significativo es la eliminación de la ventana de fecha del modelo original, que lo lucía a las 6 h. Esta reedición luce el pequeño segundero más limpio. Pero si ha perdido esta indicación, el código de la belleza apuesta por la simplicidad y la exquisitez de los acabados, así como por la mejora mecánica del corazón L.U.C.
Calibre y estética
Técnicamente, a los altos estándares del certificado COSC y el Punzón de Ginebra, el calibre L.U.C 96-40-L automático cuenta el doble barrilete con tecnología Twin, alimentado por un bello microrrotor de oro (ético 22 quilates) —es heredero del histórico calibre 1.96—. Y en cuanto a la exquisitez de los acabados, la esfera color salmón es de oro, lo que aporta una tonalidad brillante especial. Presenta un medallón central con guilloché a mano y vuelta de las horas satinada. La firma apuesta por agujas de oro blanco estilo dauphine para horas y minutos y también de oro blanco tipo bastón para el pequeño segundero.
Y la caja es del acero Lucent Steel, con una resistencia y un brillo particular gracias a la aleación patentada de la firma. El bisel y el fondo son pulidos, mientras que la carrura y las entreasas lucen satinado vertical. Más tecnología mecánica, acero patentado en la caja y la más alta exigencia estética en cada detalle mejoran L.U.C 1860 un cuarto de siglo después. “La Colección L.U.C representa una auténtica concentración de maestría relojera y emociones artísticas”, aseguraba Karl-Friedrich Scheufele en aquel momento. Y así lo sigue siendo.
FICHA TÉCNICA
Chopard L.U.C 1860 Lucent Steel