Los maestros del zafiro viven en Nyon

Desde que Hublot presentara su primera caja de zafiro en 2016, la ambición creativa apuntaba al reto inédito de lograr un reloj totalmente fabricado con este material. Cinco años más tarde, en 2012, ya teníamos entre nosotros el Big Bang Integral Tourbillon Full Sapphire. “En el zafiro a color somos un líder incontestable. Producir relojes en zafiro es muy complicado y nosotros estamos en 400 o 500 relojes de zafiro por año”, comenta Ricardo Guadalupe, CEO de Hublot. “Cuando empezamos en el 2005 con el lanzamiento del Big Bang, no teníamos manufactura. Nos ha tomado quince años montar una manufactura donde tenemos departamentos de investigación y desarrollo, diseño, desarrollos de movimientos, etc. Somos más grandes y la manufactura integrada nos permite sacar los nuevos movimientos y materiales como la cerámica y los zafiros de color y transparentes”.

Visión disruptiva

Los maestros del zafiro viven en Nyon, donde está la manufactura de Hublot. Este nuevo Big Bang Integrated Tourbillon Blue Sapphire es una consecuencia de una visión disruptiva con la innovación inherente en su genética. Naranja, amarillo neón, morado… Este Blue Sapphire es otra pincelada genial de color vitalista. Estética soñada que también logra diseñar y fabricar, sin precedentes, un brazalete perfectamente ergonómico en zafiro del mismo color. Una oda integral al zafiro con un tourbillon automático como corazón mecánico. La caja de este Big Bang consta de 37 componentes, cinco de ellos fabricados completamente en zafiro. En comparación, el brazalete reúne nada menos que 165 componentes, 22 de los cuales son de zafiro. 

Tourbillon automático

Mínimos detalles para el máximo placer. Este Big Bang Integrated Tourbillon Blue Sapphire monta el calibre HUB6035, que destaca por su construcción ligera, lograda gracias al uso de tres puentes de zafiro. Una complejidad añadida a su equilibrio estructural para no renunciar a los placeres que procura la visión total del mecanismo. Junto al índice de las 12 horas encontramos el micro-rotor de carga de posición inversa, visible en la esfera. El tourbillon luce a las 6 horas como una bella paradoja que desnuda el dispositivo antigravedad en la ligereza de la transparencia