Czapec & Cie. sigue innovando en la forma de hacer negocios en tiempos modernos. Su firma de alta relojería, renacida de la que fundó François Czapek en 1845, vio la luz de nuevo en noviembre de 2015. Tres años antes, tres empresarios unieron esfuerzos para convertir su pasión en una realidad. Lograron reunir 500,000 francos suizos para echar a andar la compleja maquinaria de la empresa, en sentido literial y figurado. Su admiración por el relojero Czapek los sumergió en un trabajo de desarrollo e investigación para poner la primera piedra de una firma que se ubica en el selecto sector de la relojería con mayúsculas.
Después de esta fase inicial, los fundadores dicidieron echar mano de un sistema de financiación del siglo XXI: el crowdfunding. Y lanzaron una campaña en Crowdfunding Raizers para recabar un millón de francos que hiciera posible la producción de su primera colección de relojes Quai des Bergues, llamada así en homenaje al lugar donde Czapec abrió su primera tienda. Después de superar esta segunda etapa (recaudaron 1.1 millones de francos suizos en tres meses), el reto continúa.
Czapek & Cie. sigue su filosofía innovadora y huye de las estructuras convencionales de inversión y financiación. Su idea es implicar al comprador y apasionado de su proyecto en la producción misma del reloj que compra. Por eso, ha lanzado una campaña de suscripción para que los amantes de la marca puedan adquirir uno de los 188 relojes de la línea 2016 Quai des Bergues. Ellos podrán comprar los relojes en el sitio web de Czapek o a través de distribuidores oficiales. Cada reloj se fabrica de manera individual y los suscriptores podrán elegir el número al ser inscrito y otras opciones más de customización.
“Poseer un reloj Quai des Bergues es formar parte de una historia,” declara Xavier de Roquemaurel, CEO de Czapek & Cie: “Quisimos lanzar esta campaña para los accionistas y todos los entusiastas de los relojes que han seguido con pasión nuestro desarrollo e invitar a nuestros socios minoristas a involucrarse”.
Pero todo empezó hace mucho, mucho tiempo. Cuando el relojero polaco François Czapek, nacido en Bohemia (República Checa hoy) era socio de Antoine Norbert de Patek. Los dos hombres vivían en Suiza. Pero el nombre de Czapek, aunque todavía no muy conocido, empezó a sonar en los círculos más prestigiosos de su época. Sus relojes excepcionales eran difíciles de conseguir y fueron muy codiciados por la nobleza de esa época. Napoleón III, emperador de Francia, incluso le concedió el título Relojero de la Corte Imperial. A día de hoy, los relojes Czapek son muy codiciados por los coleccionistas.
Hoy la empresa inscribe la legitimidad de Czapec en clave contemporánea. La inspiración en piezas originales se culmina con tecnología y nuevos paradigmas relojeros. Para hacerlo posible, por ejemplo, recurrieron a Chronode, la compañía con sede en Le Locle de Jean-François Mojon, que desarrolló el Czapek SXH1, un calibre mecánico de alta relojería con 29 rubíes. El reloj está finamente decorado y es estéticamente fiel al original de 1850. Este movimiento manual tiene dos barriletes que funcionan a 21,600 alt/h. Tiene una reserva de marcha de 168 horas, o lo que es lo mismo, siete días. Uno de estos calibres puede ser suyo.
Como dice dice Xavier de Roquemaurel. “Es increíble pensar que se puede ser propietario de la marca y participar en la creación de los modelos. Es único en nuestra industria”, asegura. Además, cada uno de los más de 100 accionistas que participaron en el crowdfunding tendrán la oportunidad de personalizar su Czapek con una frase secreta de su elección grabada en la esfera de esmalte, que solo se puede leer en un ángulo específico.