Riviera se convierte en Calendario Perpetuo con 50 años

El paso de los años puede sentar bien. Por primera vez, Riviera se convierte en calendario perpetuo. Ya lo habíamos conocido en la familia Clifton con un diseño clásico y elegante, pero ahora se viste con el look más sport-chic de la casa. Baume & Mercier Riviera Calendario Perpetuo es una edición limitada de 50 piezas para celebrar los 50 años del Riviera.

Base técnica y estética

Una visión de la relojería más fresca de la histórica firma suiza. Aquel diseño innovador de Jean-Claude Gueit con su bisel de doce lados y una propuesta más casual apunta más alto en su medio siglo. Una pieza realmente dinámica que no ha parado de evolucionar y que alcanza nueva cota mecánica. Este Baume & Mercier Riviera Calendario Perpetuo se presenta en caja de acero de 40 mm (11.8 mm de grosor) y está equipado con un calibre Baumatic de manufactura con un módulo Dubois-Dépraz. El movimiento ha sido tratado con cuidado. La placa base ha sido pulida con chorro de arena y presenta decoración tipo caracol, así como puentes con acabado circular. Se puede observar también Côtes de Genève y el grabado exclusivo de Baume & Mercier con una masa oscilante que combina con el singular color dorado de la esfera.

Esfera dorada

Baume & Mercier Riviera Calendario Perpetuo luce un elegante color dorado en una esfera con acabado satinado vertical. Los índices están remachados y rodiados. Las agujas esqueletizadas de las horas y los minutos están chapadas también en rodio y complementan elegantemente la aguja central de acero azulado con un contrapeso —el mismo color que las pequeñas manecillas de las subesferas—. El disco de fases lunares está chapado en oro y el cielo es de color azul pulido.

Baume & Mercier Riviera Calendario Perpetuo viste un brazalete integrado con tres filas de eslabones, con el eslabón central de mayor tamaño. Este Calendario Perpetuo se hace eco de aquel modelo histórico de 1985 que presentaba un Riviera con calendario completo que indicaba fecha, día, mes y fases lunares. Un tributo eterno para el 50 aniversario de Riviera.