Tudor siempre evoluciona dejando huella y ascendiendo en la ruta de la relojería consolidada. El nuevo Black Bay 58 GMT es prueba de ello. Todo lo mejorable se ha aplicado a esta nueva entrega de uno de los modelos más codiciados de la firma. El espíritu viajero cosmopolita resurge con este Tudor Black Bay 58 GMT, con caja de 39 mm y 12.8 de grosor y un bisel bidireccional en tonos cálidos que evoca la era dorada de la aviación en los años 50. Moderno, pero con toques neovintage… ¿Qué más se puede pedir? Pues hay algo más. Late con un nuevo calibre que tiene certificación Master Chronometer otorgada por el METAS.
Recordemos que el Black Bay 58 recibe su nombre del año en el que se presentó el primer reloj de submarinismo Tudor, hermético hasta 200 metros. Era la referencia 7924, conocida como “Big Crown”. Para establecer una conexión con este modelo histórico, la nueva entrega mantiene la caja de 39 mm de diámetro pero disminuye el grosor. El bisel es burdeos y negro con una escala de 24 horas dorada, que mantiene el diseño original de la línea Black Bay. Los índices horarios, las agujas y los marcadores de hora del bisel bicolor tienen acabados dorados.
Aunque. no es la primera vez que el modelo Black Bay incluye la función GMT en sus referencias (el primer Tudor Black Bay GMT se lanzó en 2018), esta es la primera vez que lo hace el Black Bay 58, más compacto, de 39 mm, y que además incorpora esta complicación. Destaca su estilo neo-vintage con el bisel de dos tonos burdeos y negro y los toques dorados que evocan la época de los viajes aéreos en la década de 1950, cuando viajar a través de zonas horarias distintas era el signo de un estilo de vida glamoroso.
Además, el bisel giratorio bidireccional de 24 horas en negro y burdeos con detalles dorados tiene borde moleteado y las áreas de dos tonos están hechas de aluminio anodizado. El segundero recuerda el aspecto de los primeros relojes de submarinismo de la marca con un diseño de paleta. Y la esfera negra está suavemente satinada con efecto rayo de sol para conseguir un brillo muy sutil bajo la luz directa. La ergonomía también ha evolucionado. Lo ha conseguido gracias a una corona rediseñada. Para ello se inspiran en las curvas de las coronas de los históricos relojes técnicos de la marca. La peculiaridad es que se fija al nivel de la banda de la carrura para que su tubo no sea visible.
Un Black Bay no es un Black Bay sin las características agujas en forma de copo de nieve (Snowflake). Estas manecillas se usaron por primera vez en los relojes de buceo de Tudor en 1969. Ahora también son parte de este modelo para las horas y la función GMT. Los índices aplicados (circulares, rectangulares y un triángulo invertido al mediodía) tienen marcos dorados y están rellenos de Super-LumiNova al igual que las cuatro agujas centrales, incluido el segundero. La ventana de fecha instantánea está situada a las 3 horas y está sincronizada con la manecilla de las horas saltantes.
Late con el calibre MT5450-U de la manufactura Kenissi, tiene certificación de cronómetro COSC y certificación Master Chronometer de METAS. Regulado entre -2 y +4 segundos por día, supera los estándares COSC. Robusto y eficiente, el movimiento automático con función GMT tiene espiral de silicio no magnética, late a una frecuencia de 4 Hz y ofrece una reserva de marcha de 65 horas. Dada su precisión, la función de parada de segundos facilita la precisión en la configuración del tiempo. Como reloj GMT de auténtico viajero , la manecilla de horas correspondiente a la hora local se puede ajustar en incrementos de una hora.
FICHA TÉCNICA
Tudor Black Bay 58 GMT