Bienvenidos a otra clase de historia, relojería y oficios artesanales cortesía de Vacheron Constantin. Con la excelencia a la que nos tiene acostumbrados, la marca lanza la colección Métiers d’Art Tributo a los símbolos tradicionales. Son cuatro relojes en edición limitada que rinden homenaje a la antigua cultura china mediante el motivo “Acantilado sobre agua de mar”, un símbolo decorativo propio de la corte imperial de las dinastías Ming y Qing. Las piezas no solo ofrecen otra oportunidad de disfrutar del impresionante expertise de Vacheron Constantin en las técnicas decorativas. También abren una ventana para asomarse a un mundo lleno de simbolismos que muchos ni nos imaginamos. Así que cojan pluma y papel para anotar, porque al final habrá un examen.
Aunque parecería que Vacheron Constantin crea este tipo de relojes en modo de piloto automático, obviamente no es así. Requieren de mucha planeación y de una ejecución perfecta. Esta vez, por ejemplo, la firma contó con la colaboración del anterior Bibliotecario Investigador Asociado del Museo del Palacio, ubicado en la Ciudad Prohibida de Pekín. Mr. Song orientó a los artesanos de la Maison y ayudó a identificar el motivo “Acantilado sobre agua de mar”. Éste apareció por primera vez en el siglo XIV. Es una representación de acantilados azotados por olas.
“El objetivo era complementar la oferta existente que suele encontrarse en las esferas de los relojes que celebran el Año Nuevo Chino“, explica Christian Selmoni, director de Estilo y Legado Cultural de Vacheron Constantin. “En el curso de esta investigación, quedó claro que la decoración de los antiguos palacios imperiales y las túnicas ceremoniales de la corte ofrecían algunas vías interesantes que explorar”.
Un eterno ir y venir
Y aquí va la primera lección. El motivo “Acantilado sobre agua de mar” era muy usado en elementos arquitectónicos de la corte imperial china. Pero también en el mobiliario, la porcelana y la indumentaria imperial, sobre todo en las túnicas “de dragón”. Estas prendas ceremoniales de seda suntuosamente bordadas transmitían un simbolismo particular dependiendo del patrón decorativo que se emplease.
En los relojes Métiers d’Art Tributo a los símbolos tradicionales de Vacheron Constantin, la representación del motivo muestra un risco que se alza por encima de las mareas, con olas que azotan los acantilados en su eterno ir y venir. Esta ornamentación se bordaba en el reborde inferior y los puños de la túnica, y se consideraba auspiciosa.
Fue con las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911) cuando este patrón decorativo tomó realmente forma. Se le denominó oficialmente “Acantilado sobre agua de mar” durante el mandato del emperador Wanli (1573-1620). Como se mencionó, estaba reservado para la familia imperial.
Esta parte nos pareció fascinante. En la tradición china, el agua y las montañas también son símbolos de marcado carácter territorial. El emperador encarnaba la estabilidad con el patrón de “Acantilado sobre agua de mar” bordado en sus ropajes ceremoniales. Como el imperturbable acantilado sobre las olas, símbolo de paz y longevidad, el emperador era el garante de la fortuna y prosperidad del país. Este patrón decorativo se hizo muy popular y se extendió por todas las clases sociales en muebles, esculturas, objetos decorativos y arquitectura.
Oleaje eterno
Primero hablemos de los relojes Métiers d’Art – Tributo a los símbolos tradicionales – Oleaje eterno. Hay una versión con caja de oro rosa y otra de oro blanco, ambas de 39 mm y cada una limitada a 15 piezas. La esfera, de oro rosa o blanco, muestra un cielo nocturno estrellado y unas montañas con brotes de jengibre acariciados por las olas de las mareas. Esta colorida representación, que respeta los cánones ornamentales chinos, es una obra maestra del esmaltado cloisonné. Una técnica que, por cierto, es originaria de China. Ahí se le conoce como Jingtai Blue, en homenaje a la época en que alcanzó su apogeo, durante el mandato del emperador Jingtai, de la dinastía Ming.
El esmaltado cloisonné ofrece flexibilidad tanto en la paleta de colores como en el diseño de formas intrincadas. El proceso empieza con la colocación de 220 hilos de oro para delinear los campos de esmalte del motivo “Acantilado sobre agua de mar”. Esto requiere más de 50 horas de trabajo. Luego sigue el esmaltado propiamente dicho, que se aplica en capas sucesivas de acuerdo al color y la intensidad, con una cocción en horno kiln entre cada operación. Lograr las suntuosas tonalidades de estas carátulas requiere unas 70 horas. Se concluye con un pulido final para resaltar el cloisonné de oro que materializa el motivo y con un revestimiento de esmalte translúcido que infunde un resplandor único a la composición.
En este caso, el bisel está grabado a mano con un motivo de murciélagos. Ojo, que aquí viene otra lección: en chino, “murciélago” y “felicidad” tienen pronunciaciones similares, lo que explica en parte que se considere que este animal es presagio de buena fortuna. Es frecuente ver en la decoración china cinco murciélagos juntos, que expresan las “Cinco Buenas Fortunas”: longevidad, riqueza, estabilidad, virtud y felicidad. En estos relojes, el grabador ha representado al murciélago en forma de friso integrado por volutas sucesivas que encarnan su silueta característica.
Destellos de luz de luna
La idea para la segunda pareja de relojes, Métiers d’Art – Tributo a los símbolos tradicionales – Destellos de luz de luna, era lograr un efecto de profundidad sobre una base monocromática. La primera sección de la esfera, de oro blanco o rosa, delinea el mar y está realizada en esmalte Grand Feu azul intenso. Después, las volutas de las olas se crean mediante la técnica de grabado sobre esmalte. El maestro artesano resalta esas volutas rellenando los surcos con esmalte blanco que también se cuece. Así se crea una sutil sombra sobre un fondo delicadamente texturizado para generar la impresión de un mar en movimiento.
La segunda sección de la carátula está dedicada al oleaje de la marea contra el macizo montañoso. Cada onda del oleaje se ha engastado a mano con diamantes talla brillante. Las 239 piedras preciosas evocan los destellos de luz de luna que le dan nombre a la pieza.
Por último, la tercera sección de la esfera tiene una cadena montañosa azotada por las olas que rompen, con su corona de espuma. Está grabada con incrustaciones de esmalte champlevé tono sobre tono para acentuar la profundidad del paisaje. Además, está trabajada al buril para acentuar el efecto de perspectiva. El bisel está decorado con 74 diamantes talla brillante. De este reloj también hay una versión con caja de 39 mm en oro rosa y otra en oro blanco, cada una limitada a 15 piezas
Un tic tac preciso y artístico
Los cuatro Vacheron Constantin Métiers d’Art Tributo a los símbolos tradicionales están equipados con el calibre 2460 de manufactura. Este movimiento automático de manufactura mide solo 3.60 mm de grosor y garantiza 40 horas de reserva de marcha. Cumple con todos los criterios del Punzón de Ginebra y su rotor de oro de 22 quilates está grabado con un motivo que recuerda el movimiento de las olas y las mareas. Estos relojes son además pequeñas o grandes lecciones de historia, que nos enseñan sobre otras culturas y nos abren el apetito. Nada mal para unas piezas que miden 40 mm de diámetro. Pero al mismo tiempo deben respetar y ser fieles a la cultura a la que hacen referencia.
“Uno de los aspectos fascinantes de la historia es que las civilizaciones antiguas alcanzaron un nivel superlativo de sofisticación en las técnicas decorativas”, dice Christian Selmoni. “Es bastante habitual que algunas de estas técnicas hayan ido desapareciendo gradualmente con la industrialización y la digitalización de nuestras sociedades. Es tarea de una Maison como Vacheron Constantin, firmemente comprometida con la preservación de las artes decorativas, poner de relieve estas técnicas“.
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