Alguna vez un crítico dijo que William Shakespeare era una especie de centro del universo literario: toda creación previa a su trabajo, recae en él; todo lo posterior, regresa a él. Y es que el Bardo de Avon no sólo nos legó clásicos inmortales —la lista es inmensa—, sino que sus obras han marcado la educación sentimental de Occidente. Gracias a él sabemos amar, reír, sufrir, conocemos la oscura profundidad de los celos, la venganza y las intrigas, y hasta nos preguntamos acerca de la existencia.
Este año se cumplen 400 años de su muerte y el mundo se ha encargado de celebrarlo con varios homenajes. Uno de ellos es la inclusión de su nombre en la colección Grandes Escritores de la firma Montblanc, que, desde 1992, rinde tributo a los novelistas, poetas y dramaturgos más destacados de la historia. Los genios de la casa alemana han trasladado detalles de la vida del inglés a dos instrumentos de escritura que harán las delicias de los amantes de las letras.
El primero, llamado simplemente William Shakespeare, posee una innovación única: el clásico capuchón muestra, contrario a la tradición, una forma octagonal en referencia a la estructura del legendario Globe Theater, recinto circular donde Shakespeare presentaba sus obras. Además, el mismo capuchón cuenta en su resina preciosa con los colores blanco y negro, una alusión a las banderas que se izaban en el teatro para señalar la clase de obra que se presentaría al público (blanco para la comedia y negro para la tragedia).
En lo que concierne al cuerpo, éste tiene un grabado especial que genera la sensación de tomar una pluma fuente, en aras de asemejarse a las herramientas con las que el Bardo escribió sus obras maestras. Justo al final del grabado hay un anillo dorado, que es un guiño al arete que Shakespeare porta en el retrato de Chandos, una de las imágenes más emblemáticas que se tengan de él.
Otro anillo enchapado en oro contiene siete símbolos en relieve que representan sus más grandes obras. Entre ellos están una rosa y una daga, en alusión a Romeo y Julieta; un cráneo para la escena más recordada de Hamlet; la conflictiva corona de Macbeth, y un par de piezas de ajedrez que representan a El Rey Lear. Finalmente, el plumín de oro 750 tiene un grabado que nuevamente rinde tributo al Globe Theatre, al que Shakespeare llamaba de manera afectuosa la “O de madera”.
Por otro lado, la edición William Shakespeare 1597 presenta algunas diferencias respecto a su hermana. Para empezar, sólo se han fabricado 1597 instrumentos de escritura, en referencia al año en el que el británico publicó su obra más importante: La tragedia de Romeo y Julieta. En segundo lugar, el cuerpo es multicolor y presenta patrones guilloché que evocan la pluma fuente del escritor revestida con laca preciosa, mientras que el capuchón es negro. Tiene elementos de diseño Tudor para rememorar la época en que Shakespeare escribió la mayoría de sus obras y el mecenazgo de la Reina Isabel I, también conocida como la “Reina Virgen”.
Otros detalles que pueden apreciarse son la firma del dramaturgo en la parte delantera de la estilográfica y una Rosa Tudor en la base del cono de resina negra, que era la insignia favorita de Isabel I. Según Montblanc, la laca azul encima del cono hace referencia al color definido como ‘azul real’, ya que era el que la realeza, la nobleza y los miembros del Consejo usaban.
Una sorpresa más es que la marca ha lanzado una tinta terciopelo roja para acompañar estos instrumentos de escritura. La fuente de inspiración fueron los colores de las banderas que ondeaban sobre el teatro para indicar la interpretación de uno de los dramas históricos de Shakespeare, así como la pluma fuente roja que él usaba.
Ambas ediciones estarán disponibles en agosto de este año, así que no pierdas la oportunidad de celebrar a uno de los máximos literatos de la historia con una de estas plumas tan inmortales como el hombre que las inspiró. Haz que la tinta permanezca viva.