Desde que Breguet comenzó la celebración de su 250 aniversario a principios de 2025, intuíamos que estaba preparando un reloj con tourbillon muy especial. Ahora sabemos que ese reloj es el Classique Tourbillon Sidéral 7255 y que se trata del primer tourbillon volante de la casa. No solo eso, sino que también tiene una construcción misteriosa que acentúa el efecto suspendido del dispositivo antigravedad. Con toda intención, el lanzamiento ocurre justo 224 años después de que Abraham-Louis Breguet obtuviera la patente del tourbillon, el 26 de junio de 1801.
El Classique Tourbillon Sidéral 7255, limitado a 50 ejemplares, es el cuarto capítulo de la conmemoración del 250 aniversario de Breguet. Antes conocimos el Classique Souscription 2025, el Tradition Seconde Rétrograde 7035 y dos Type XX Chronographe 2075. En las cuatro piezas se nota claramente la mano de Gregory Kissling, nombrado CEO de la casa en octubre de 2024.
Estos relojes se alimentan de la historia de la mítica firma y la cuentan con orgullo a través de los detalles. Kissling y su equipo ya introdujeron un material –el oro Breguet– y un motivo guilloché –Quai de l’Horloge–, entre otras cosas. En el nuevo reloj, además del debut del tourbillon volante, la esfera está decorada con esmalte de aventurina, lo que representa otra primicia para Breguet. Hay un sentido de urgencia positivo por refrescar la marca y sin duda van por buen camino.
El rey tourbillon…
Tanto en la época del genial Abraham-Louis y sus descendientes como en la actualidad, Breguet ha explorado múltiples variedades del tourbillon con resultados extraordinarios. Pero, como mencionamos antes, esta es la primera vez que lanza un tourbillon volante.
El dispositivo sigue cumpliendo su objetivo principal: compensar los efectos de la gravedad sobre el volante haciendo girar la jaula que lo alberga. No obstante, a diferencia del tourbillon tradicional, en un tourbillon volante la jaula solo está sujeta por el puente inferior y no tiene barra superior. En la relojería nada es tan sencillo como parece. En el caso del tourbillon volante, como la jaula no pivota en ambos lados, sino solo en su base, tiene que ser robusta, finamente ajustable y mejor equilibrada.
Para enfatizar el reinado del tourbillon en el nuevo reloj, el dispositivo sobresale 2.2 mm sobre la platina, 0.9 mm sobre la esfera de esmalte aventurina y 0.25 mm sobre la aguja de los minutos. Todo el conjunto alcanza 7 mm de altura. Como dice Breguet, en el Classique Tourbillon Sidéral 7255, “el tourbillon es rey: todo el movimiento se construye en torno a él, y sus proporciones definen el conjunto del reloj”.
…Es un rey misterioso
El tourbillon volante está acompañado de una complicación misteriosa, más frecuente en las agujas de relojes y los relojes de péndulo, pero que también puede aplicarse a cualquier órgano giratorio.
Como explica la firma, la complicación misteriosa “consiste en transmitir movimiento a un órgano sin que esté visiblemente conectado al resto del mecanismo”. En este modelo de Breguet, los puentes de la jaula del tourbillon y el soporte inferior son de zafiro con un revestimiento antirreflejos. Por ello, son invisibles. El punto de contacto entre los engranajes y la jaula no es visible. Está desplazado con respecto a la abertura del tourbillon y, por lo tanto, oculto a la vista por la esfera.
Según explica el CEO Gregory Kissling, el Classique Tourbillon Sidéral 7255 se inspira en un reloj de la historia reciente de Breguet. “El modelo de tourbillon que hemos elegido reinterpretar no es cualquiera. Entre los movimientos tourbillon que poseemos en Breguet, se trata del que se utilizó en el primer reloj de pulsera con tourbillon de Breguet, presentado en 1990 con la referencia 3350. El Classique Tourbillon Sidéral 7255 rinde homenaje a esa pieza emblemática y a la invención del maestro. Incluso me atrevería a decir que esta novedad es una oda al tourbillon, en la que la indicación del tiempo pasa casi a un segundo plano…”
Con una esfera celestial
La otra gran primicia del Classique Tourbillon Sidéral 7255 es la primera esfera con esmalte de aventurina sobre una base de oro hecha por Breguet. En esta técnica, que se remonta a principios del siglo XVII, al esmalte se le añaden partículas de cobre para dar la impresión de un cielo estrellado. Breguet optó por trabajarlo como el esmalte grand feu. Esto implica colocar la esfera con el esmalte en un horno a más de 800 grados centígrados, al menos cinco veces seguidas. Un proceso muy delicado y sin margen de error. Luego, cada esfera es acabada a mano.
El uso de la aventurina no es casual. En realidad, es un homenaje a la astronomía y la observación del cielo estrellado. Y celebra la etimología del nombre “tourbillon”, cuyo uso se ha extendido a los sistemas planetarios. Tampoco la elección del término Sidéral en el nombre es casual.
“Cada uno de nuestros modelos de aniversario cuenta una historia”, explica Gregory Kissling. “Con este nuevo modelo, queríamos contar la historia del tourbillon. El nombre de esta novedad incluye el término ‘Sidéral’, que hace referencia a los astros. Y recordemos qué significaba el término “tourbillon” en la época de Abraham-Louis Breguet: los astros girando sobre un eje. ¡La conexión es evidente!”.
Oro Breguet y guilloché Quai de l’Horloge
Para concluir, la caja del Classique Tourbillon Sidéral 7255 mide 38 mm –un tamaño adecuado para una pieza tan exquisita– y está realizada en oro Breguet. Esta aleación patentada, introducida en el Classique Souscription 2025, tiene un 75% de oro y está enriquecido con plata, cobre y paladio. Además de su tonalidad cálida y su brillo, se distingue por su resistencia a la decoloración y su estabilidad a lo largo del tiempo.
El calibre 187M1 de cuerda manual oscila a 2.5 Hz y garantiza 50 horas de reserva de marcha. En el fondo, está decorado con el nuevo tipo de guilloché Quai de l’Horloge, cuyo diseño se inspira en las curvas de la Île de la Cité y el esbelto refinamiento de la Île Saint-Louis. Es la primera vez que este guilloché se ejecuta no solo de forma circular –en el centro de la caja y el soporte del tourbillon–, sino también de forma lineal en toda la platina del movimiento.
Volviendo a la esfera, el aro del tourbillon es de oro tratado con PVD azul y hay un anillo horario y aplicaciones “Breguet” y “Tourbillon” en oro Breguet. Cada reloj está adornado con las firmas secretas de la marca, que se unen a otros códigos de la casa: la caja finamente estriada, los cuernos rectos y las agujas Breguet “pomee évidée”.
Ficha técnica Breguet Classique Tourbillon Sidéral 7255
- Movimiento: Calibre 187M1 numerado y firmado Breguet, manual, 18,000 alt/h (2.5 Hz), espiral Breguet Nivachron, placa principal y puente inferior de oro, decoración Quai de l’Horloge, 50 horas de reserva de marcha
- Función: Horas, minutos, segundero pequeño en la jaula del tourbillon
- Caja: 38 mm, oro Breguet de 18 quilates, acanalada, cristal trasero grabado “BREGUET 250 AÑOS”, 30 m
- Carátula: Esmalte grand feu aventurina, Círculo horario descentrado a las 12, números árabes Breguet, círculo horario Breguet de oro, satinado, azul PDV
- Correa: Aligátor azul marino
- Versiones: Limitado a 50 piezas