La colección de Bovet por amor a México

Bovet lanza Estados de Mexico Opus I. Una colección de 33 piezas únicas en honor a México y a sus símbolos patrios.

Los objetos de lujo que tocan el corazón se convierten en amuletos emocionales. Y Bovet lo sabe muy bien. Por eso, acaba de lanzar la colección Estados de México Opus I. Este lanzamiento incluye Master Piece, una pieza única, y Unique Piece, compuesta por 32 relojes únicos, cada uno con un estado de la República en un subdial a las 6 horas. Una celebración por todo lo alto del legado de México que tanto admira la firma suiza.

El águila y el nopal

Estados de México Opus I Master Piece se distingue por el icónico sistema Amadéo patentado por la casa suiza, que permite usarlo como reloj de mesa, bolsillo o pulsera sin usar herramientas. Este original sistema necesitó una década de investigación y desarrollo antes de lanzarse al mercado en 2010.

Otro aspecto muy destacable y que los aficionados valoran mucho es los grabados de los relojes de Bovet. En este caso, se pueden apreciar en ambas caras de la esfera de esta pieza, que requirió muchas horas de meticuloso trabajo realizado por un artesano experto usando un microscopio. La atención al detalle es impresionante y se aprecia mejor al observar ambas caras de la esfera con una lupa. 

La caja de oro rojo llama la atención por su grabado en relieve. Es tan impactante como su carátula. Por un lado, muestra el mapa de la república mexicana. Por el otro, se aprecia el águila postrada sobre un nopal devorando una serpiente, símbolo de la fundación de Tenochtitlán y que es el escudo nacional mexicano. 

Pieza única

Se trata de una pieza única que cuenta con un sofisticado sistema de ajuste manual invertido y calibre manual. Además, destaca por tener el segundero ubicado en el tourbillon. Su caja tipo Fleurier está fabricada en oro rojo y tiene un diámetro de 45 mm. Tiene una impresionante reserva de marcha de siete días. Todo el calibre es de manufactura, incluida su espiral y regulador. Un dato importante es que el tourbillon Amadéo Amadéo fue presentado en 2013 y desde entonces se ha convertido en un emblema de la maestría artesanal de la Casa Bovet. 

El motivo de la esfera está inspirado en la leyenda mexicana que cuenta que en 1325, en el Aztlán, el dios de la guerra Huitzilopochtli indicó a los guerreros mexicas establecer su cuidad en el lugar donde vieran un águila postrada sobre un nopal devorando una serpiente. La imagen fue encontrada en el Valle de México, lugar donde fue fundado Tenochtitlán sobre un lago. 

Aunque el escudo nacional ha sufrido varias modificaciones a lo largo de la historia, el águila, el nopal y la serpiente han sido los principales protagonistas en el escudo nacional. El águila devorando una serpiente alude a la victoria del Sol contra sus enemigos. Representa la valentía del pueblo contra los conquistadores a lo largo de la historia de México. 

32 estados de la República

México sigue siendo musa de Bovet en Estados de México Opus I Unique Piece. Se trata de 32 guardatiempos únicos que también presentan el escudo nacional a las 9 horas. Además, cada uno de los relojes lleva el nombre de un estado de la República Mexicana, destacándose en contraste con el color verde de la esfera. A las 3 horas se ubica el indicador de reserva de marcha de siete días. En la subesfera superior aparece grabado el nombre de México en blanco y en la subesfera inferior el estado correspondiente de la República, también en blanco.

Con estos guardatiempos homenaje a México, Bovet continúa su admiración por el país azteca y su relación sólida con los coleccionistas más exigentes. Antes de estas piezas edición solo para México, Bovet lanzó Récital 26 Brainstorm® Chapter Two LATAM Edition. Una serie limitada para la región. Una lectura intuitiva de las 24 zonas horarias que, de forma inédita, concedía el protagonismo a ciudades de latitudes cercanas en nuestro continente: México, Tulum y Los Cabos, así como Buenos Aires y Caracas.

 

Yolanda Ruiz

Periodista todoterreno, llevo más de una década tomando el pulso a la industria relojera. “De los relojes lo que más me asombra es cómo actúan como instrumento de identidad. Son testigos de los cambios sociológicos y culturales».

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