El lujo también sabe entrar como elefante en cristalería para cuestionar los principios tradicionales del mercado premium, en ocasiones poblado de gustos rancios. Corum ha explotado la burbuja realmente. Bubble se ha convertido en una colección que ha encontrado un impulso notable y productivo. Sigue siendo un guardatiempo que ofrece infinitas posibilidades. Además de la última pieza con tourbillon central, la colección ha hecho “pop” con enfoques artísticos ad hoc sumamente rompedores.
Bubble Magical Clown es la segunda colaboración con el artista estadounidense Matt Barnes. “Su extravagante universo se adapta perfectamente a nuestro sector de actividad”, asegura Jérôme Biard, CEO de Corum. Un verdadero enemigo de las convenciones estéticas que ha encontrado el canal de comunicación adecuado con una pieza “enfant terrible” de la alta relojería. La imagen del payaso es deliberadamente contradictoria. Una sonrisa medio amenazante. Maquillaje sobre cicatrices. Peluca a lo mohicano. Esta deconstrucción de la figura del payaso puede ser sueño y pesadilla.
No sólo es una imagen provocadora. El juego mecánico de este Bubble también es fuera de lo común. Se presenta sin agujas. Las horas y los minutos se indican con círculos rojos en realce. Cuenta con una caja de titanio en PVD negro con un exagerado diámetro de 52 mm. La curva de la carátula define con mayor claridad los rasgos faciales como retrato más vivo. Bubble Magical Clown es una edición limitada de 88 piezas.