Tras el aterrizaje de Kern en Breitling con las primeras propuestas en 2017, muchos vieron con escepticismo el giro que dio la marca al dejar atrás esa atractiva rudeza deportiva que las piezas habían adquirido bajo la mano de la familia Schneider. Sin embargo, tras tres años al frente de la casa suiza, la estrategia de producto no puede gozar de mayor aceptación.
Nuevos códigos
Kern está revisitando el legado de la firma, paso a paso, y retomando el pulso de cada colección con mayor sofisticación. Al margen de las reediciones que no pierden el gusto vintage, el código retro-moderno mantiene la energía deportiva, pero la estiliza con un ligero toque más clásico.
Kern, y señalamos también a Mandelbaum, son dos apasionados vigilantes del futuro con gran conocimiento del pasado. Así Chronomat retoma el vuelo de nuevo como gran estandarte que apelaba a la relojería mecánica en los años 80, cuando todavía la industria sentía las sacudidas del cuarzo.
El futuro es hoy
Una alianza con el futuro de la relojería tradicional suiza que se mantiene más viva que nunca.[/vc_column_text][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=0G-vcE2i1Gk”][vc_column_text]Muchos recuerdan el Frecce Tricolori de Breitling presentado en 1983 como tributo a la patrulla de vuelo acrobático de la fuerza aérea italiana. La pieza fue realmente la fuente de inspiración de la colección. Chronomat se presentó un año más tarde para celebrar el centenario de la marca.
El mismo Kern reconocía en la presentación vía webcast la gran audacia de Schneider entonces al apostar por este guardatiempo deportivo desafiante. La compacta robustez del nuevo Chronomat destaca por sus acabados más refinados y una integración total de su nuevo brazelete rouleaux —con forma de rodillo—, sin recuperar la versión con correa de piel, pero aportando una nueva correa de caucho para la versión en oro rosa con carátula antracita.
Nuevo calibre
Chronomat presenta un cambio mecánico sustancial, puesto que incorpora el Calibre 01 de manufactura (COSC) y, por tanto, también la disposición de las subesferas de la función cronógrafo, que elimina la antigua ventana de fecha.
Además de las versiones en con brazelete rouleaux de acero, hay otra bicolor en acero y oro. La firma juega con nueve versiones donde predomina la carátula con contadores en contraste.
Taquímetro interior
Todas son piezas de 42 mm de diámetro y hermeticidad a 200 metros. Presentan cristal de zafiro convexo con corona atornillada. De los elementos auténticos de la pieza de los 80, el bisel rotatorio característico queda realzado por los índices móviles que no solo protegen el cristal, sino que también facilitan la manipulación del bisel —taquímetro interior—.
Los índices móviles situados a las 3 y 9 horas son intercambiables, por lo que pueden utilizarse tanto para una cuenta progresiva como regresiva. Y el inconfundible brazalete rouleaux integrado de acero con cierre mariposa.
También se recupera una versión Frecce Tricolori Limited Edition, edición de 250 piezas con esfera azul y esferas internas de la misma tonalidad con el logotipo de Frecce Tricolori —ubicado donde normalmente figura el logotipo de Breitling—.
“El Chronomat de 1984 ocupa un lugar excepcional en nuestra historia moderna. Fue el reloj que proclamó a los cuatro vientos que Breitling continuaría siendo fiel a sus raíces.
En un momento en el que la mayor parte del sector centraba sus esfuerzos y energía en los relojes de cuarzo, el Chronomat le recordó al mundo que Breitling prácticamente había inventado el cronógrafo mecánico moderno”, afirma George Kern. “El mensaje caló y la marca prosperó. La colección Chronomat es un merecido homenaje al espectacular reloj que nos conecta con nuestro legado mucho más que ningún otro”.