Magallanes y Elcano circunnavegaron el mundo sin ningún ‘worldtimer’. Fue el primer viaje de la nueva era de la globalización, sin GPS obviamente, y cambió hasta la forma de mirar las estrellas. Magallanes y Elcano circunnavegaron el mundo hace 500 años sin ningún ‘worldtimer’ en la muñeca. Hombres temerarios. Aún no había nacido ideológicamente el capitalismo ni el sistema financiero moderno, así que la búsqueda de riquezas exigía, en ocasiones, un sacrificio brutal y desafíos sin límites a pecho descubierto.
En 1519, más de 200 hombres en cinco pequeños barcos, capitaneados por el portugués Fernando de Magallanes, partían desde Sanlúcar de Barrameda (España) con el objetivo de que el reino de España se conectara, a través de las islas de las Especias en el Sudeste Asiático, con la Ruta de la Seda. Era la gran autopista que alimentaba el intercambio comercial entre las monarquías de Europa y los exóticos lejanos imperios de Asia.
Sin cronómetros marinos
Sin mapas existentes, entres disputas y deserciones, Magallanes arribó tras varios meses de navegación al punto extremo del nuevo continente que unía los océanos Pacífico y Atlántico. Con solo estimaciones y superando las latitudes con la ayuda del sol, un buen puñado de cronómetros marinos de maestros suizos o ingleses hubieran ayudado a manejar con mayor eficacia el timón y fijar el rumbo. Pero aún no inventados, fueron la tenacidad, el ánimo inquebrantable y las ansias de superar lo más inhóspito las tres fuerzas genuinas que llevaron a la conclusión empírica de que la Tierra era redonda y se podía navegar por completo.
21 de marzo de 1521
Magallanes atravesó mares procelosos, vientos polares, mareas y tormentas y arribó el 21 de octubre de 1520 al estrecho del sur de Chile conocido por su homónimo. Pero la aventura proseguiría con una tripulación diezmada por las enfermedades, el hambre y la muerte. Finalmente, solo tres barcos y 150 efectivos alcanzaron las Filipinas el 21 de marzo de 1521. Y como no hay héroe sin tragedia, la travesía alcanzó el momento más dramático cuando el conquistador fue asesinado por las lanzas y flechas envenenadas de una tribu poco amistosa.
La historia nos cuenta que fue Juan Sebastián Elcano quien huyó y zarpó de nuevo con solo dos barcos hacia las islas de las Especias, siguiendo luego la ruta de regreso por el Cabo de Buena Esperanza con los barcos estibados de la ansiada mercancía. Elcano pondría el punto final a aquella epopeya asombrosa el 6 de septiembre de 1522 con una veintena de marineros a bordo del Victoria. Prácticamente, sigue siendo la misma distancia e idéntico el viaje que, sin tanto estrago, ahora realiza la variopinta mercancía moderna que nos llega de las fábricas de Oriente —incluidos algunos relojes— cuando compramos vía e-commerce con un simple clic desde casa.
Casio G-Shock GBX-100KI-1
Una pieza de edición limitada diseñada en colaboración con Kanoa Igarashi, surfer del equipo especial G-Shock. Kanoa hubiera sido el nombre perfecto de un buen contramaestre que ayudara a Magallanes a superar las peores olas. Un sinfín de funciones en este G-Shock, entre otras, fase lunar, gráfico de mareas, hora de salida del sol/puesta de sol, así como hora universal de 38 ciudades.