Salto de lujo al segmento sport-elegant con argumentos técnicos y estéticos. Solidez, refinamiento y elegancia discreta de este nuevo Citizen Calibre 0200. En este caso, estamos ante el clásico ejemplo de tratar de describir a una persona por su interior. Una analogía que va más allá de la caracterización física; es decir, este reloj es un japonés con alma suiza. El calibre 0200 nace de la asociación con La Joux-Perret. El fabricante suizo fue comprado por Citizen Watch Group en 2012. Y aquí se ha dado realmente el primer trabajo fruto de una estrecha colaboración exclusiva. Un joven gentleman japonés.
Un producto muy interesante que nace de la mentalidad japonesa como productor de alto valor tecnológico y las manos suizas, que aportan el valor añadido de la técnicas decorativas y acabados para un calibre robusto. Tan elaborado ha sido el proceso, tan pasional la relación y tan fructífero el acercamiento, que el propio reloj de Citizen se presenta bajo el nombre del propio movimiento nuevo. Una pieza de acero en 40 mm, hermética a 50 metros, y con una reserva de marcha de 60 horas.
Nuevo calibre 0200
Son tres aspectos esenciales por los que destaca este nuevo calibre 0200. En primer lugar, un volante espiral, a diferencia del montaje tradicional, con resorte libre. No hay necesidad de interferir con la espiral porque esta se ajusta gracias a pequeños contrapesos (“masselottes”) unidos al volante que se pueden apretar o aflojar debidamente. Un eficiente sistema que resiste mejor a posibles golpes externos. En segundo lugar, un nuevo escape fabricado gracias a microtecnología LIGA, un proceso de producción de estructuras micromecánicas que se puede aplicar a metal, cerámica o plástico y trabaja con molduras o engranajes a una escala precisa de entre 100 micrones hasta 2 mm. Y en tercer lugar, el diseño de un tren de engranaje eficiente para un movimiento, finalmente, más cuidado y bello con diferentes acabados, como el satinado para las superficies superiores de los puentes y el corte de diamante para bordes exteriores. Obviamente, el fondo monta cristal de zafiro para presumir del trabajo bien hecho.
Pero no podemos presentar a alguien hablando solo de su corazón o el alma, sin curiosear un poco acerca de su aspecto exterior. Ya saben que en el físico se encuentran los prejuicios reveladores para emitir el veredicto sobre la belleza. Y no les quepa duda de la insobornable personalidad japonesa de este reloj. La apariencia del nuevo Citizen 0200 presenta una serie de detalles que no pasan desapercibidos. Su esfera negra exhibe un inédito patrón de ondas de arena que se ha creado mediante un proceso electrónico. Su superficie, de aspecto abigarrado sutil, genera un juego de diferentes y delicadas variaciones de color sobre el fondo monótono oscuro predominante.
El juego similar de contrastes, salvando el color, se da en la caja y el brazalete integrado con acabados cepillados y superficies pulidas como fino espejo en ángulos oblicuos. Citizen ha recuperado su logo del águila en la carátula, empleado en el pasado principalmente para algunos relojes con clasificación de cronómetro. El águila es emblema de precisión y se usa para la colección “The Citizen”.