La familia Seddiqi ha convertido Dubái en el espejo más cautivador del narcisismo galopante de la relojería de colección. La sexta edición de Dubai Watch Week (DWW) no ha dejado a nadie indiferente. Por primera vez, del 16 al 20 de noviembre, un evento sobre relojes en el mundo roza lo ideal a ojos de expositores e invitados. Un equilibrio seleccionado que sobresale entre la proliferación de salones nuevos por su formato amigable, la mezcla de culturas, el balance entre lo pedagógico, lo comercial y lo experiencial, la selección de marcas con grandes jugadores como Rolex, Audemars Piguet, Hublot, Bulgari o Chopard con amplios booths y una galería con más de 50 firmas con espacios similares a prueba de competencia de egos.
Consagrados e indies
Los consagrados como Breitling, Bovet 1822, Bell & Ross, Jacob & Co. o Grand Seiko reciben el mismo trato que los independientes ‘waiting list’ como F.P. Journe, Akrivia, Kari Voutilainen, Ferdinand Berthoud o De Bethune, o indies top como MB&F, Greubel Forsey, Urwerk, H. Moser & Cie., Laurent Ferrier, Ressence y Ludovic Ballouard, o talentos emergentes de LV La Fabrique du Temps, Biver, Ming, Genus, Czapek o HYT. Todos bajo el mismo techo gracias a la hábil curaduría de Hind Seddiqi y demás miembros de la saga de joyeros más dinámica del mundo.
Relojería creativa
Han bastado cinco ediciones de Dubai Watch Week desde 2015 para que los organizadores entendieran lo que la relojería creativa del siglo XXI requiere desde que el modelo clásico del salón como Baselworld desapareciera por impráctico y Watches & Wonders debe acoger a decenas de miles de profesionales y prensa como el último gran salón suizo. “Nuestra misión es aportar una plataforma para compartir conocimiento, construir conexiones y celebrar la relojería con eventos educativos y experiencias como ningún otro”, asegura Hind Seddiqi, directora general del DWW, y eso solo es posible en un salón boutique donde solo cabe la crema de un sector que no para de captar nuevos adeptos.
Y vaya que se nota el espíritu celebrativo en Dubai Watch Week al pasear durante los cinco días que dura la muestra por los espacios abiertos del Gate DIFC, el distrito financiero de Dubái. Los invitados deambulan sin prisas por un programa ameno, el clima otoñal de los Emiratos y un ambiente divertido con tiempo para tomar café en la terraza del Café Bovet o selfies espontáneos con celebrities como Jean-Frederic Dufour, Jean-Claude Biver, François-Henry Bennahmias, Max Büsser, Philippe Dufour, Rexhep Rexhepi o Ludwig Oechslin.
Protagonistas estratégicos
El DWW empezó hace ocho años para poner Dubái en boca de un sector selectivo por empeño de una familia que no lo necesita. En este país poco se mueve en relojería sin Ahmed Seddiqi & Sons. El salón de Dubái ha ido curando con perfeccionismo a los protagonistas más estratégicos del sector para debatir algunos temas sin sesgo de mercadotecnia y una libertad de expresión no habitual en otros foros relojeros donde las marcas invitan.
Aquí Wei Koh entrevista en vivo a Philippe y Daniela Dufour. Nick Foulkes enfrenta su visión sobre el bespoke a la de Georges Bamford expresando sus preferencias. El esquivo Stephen McDonell da una clase magistral sobre innovación técnica. Y François Bennahmias debate con al gurú Omar Johnson de Opus United sobre innovación de marketing o sobre si las marcas de lujo deben colaborar con sinergias o hacerse la competencia al viejo estilo.
Puro tema de actualidad el de las listas de espera, los trastornos del coleccionismo compulsivo, la burbuja de precios, las ventajas de las empresas familiares gestionando el lujo, de cómo las firmas independientes pueden protegerse de los cantos de sirena de los fondos de inversión o por qué la Inteligencia Artificial puede ayudar desde Dubái a la industria relojera a evolucionar con soluciones que el Swiss Made ni siquiera se ha planteado.
Los alrededor de 15,000 visitantes dubaitíes, rusos, hindúes y saudíes pueden elegir entre tomar una masterclass sobre la técnica japonesa de kintsugi, acudir a una clase de relojería con los maestros de Wostep, avaluar sus relojes o llevar a sus hijos para que aprendan el arte de la subasta con Christie’s, ver una exposición evolutiva del Rolex Daytona o escuchar a Patrick Getreide los entresijos de cómo hizo The OAK Collection, una de las mejores colecciones de Patek Philippe del mundo valorada en más de 500 millones de dólares.
Stargazer de Konstantin Chaykin.
Czapek estrena Quai des Bergues Desert Rose.
Ediciones locales
A DWW las marcas acudieron en esta edición con 20 lanzamientos dedicados al país anfitrión. MB&F presentó por primera vez su M.A.D. Gallery aquí y el extraterrestre nuevo HM11. Van Cleef & Arpels, con uno de los booth más sorprendente, la única marca presente de Richemont, desplegó un sinfín de piezas de animada mecánica emocional. H. Moser & Cie. lanzó el Streamliner in Aqua Blue con nuevo calibre. Bell & Ross y Carlos Rosillo el BR-X5 Green Lum en la noche para alardear de luminiscencia. Y Konstantin Chaykin su cumbre de la complejidad con el astronómico Stargazer. Todo de Dubái para el mundo, de un mundo que cada dos años se da cita en Dubái.
Carlos Rosillo presentando el Bell & Ross BR-X5 Green Lum.