Si los hermanos Gallagher ya anunciaron la improbable reunión de Oasis, por qué no íbamos a presenciar el regreso de la colección Fiftysix de Vacheron Constantin con una nueva variante del Fiftysix carga automática. Presentada en 2018 como la opción de elegancia retro-contemporánea de la marca –y como una respuesta más o menos indirecta a la tendencia neovintage– esta línea había quedado en pausa después de entregar algunos modelos muy bonitos y más asequibles según los parámetros de una manufactura de tanto prestigio. La atención de la marca se había centrado en otras colecciones, como Overseas o sus creaciones Métiers d’Art.
El nombre Fiftysix incluye la clave de su inspiración: la referencia 6073 presentada por Vacheron Constantin en 1956. Fue uno de los primeros relojes de la Maison con movimiento automático, cuando predominaban los movimientos de cuerda manual. Los modelos Fiftysix retoman la estética estilizada del 6073, acentuada por unas lengüetas con un diseño tomado de los brazos de la cruz de Malta, el símbolo de la marca. Tienen un cristal abombado tipo box, como los relojes de esa época y una esfera con sectores. Además, alternan números arábigos e índices tipo bastón. Todos estos elementos son característicos de la década de 1950, considerada la edad de oro de los relojes elegantes de forma circular.
Oro rosa y negro, combinación infalible
La nueva variante del Vacheron Constantin Fiftysix carga automática se presenta en una combinación destinada al éxito: caja de 40 mm en oro rosa y, por primera vez, carátula de tonalidad negra. La caja luce las lengüetas que evocan la cruz de Malta. Este reloj ya lo conocíamos con esfera marrón o plateada, y azul en las versiones de acero. La esfera con sectores tiene doble acabado, opalina en el centro y rayos de sol en el perímetro. Cuenta con números romanos aplicados de oro rosa e índices horarios recubiertos de material luminiscente, al igual que las agujas.
Como buen Fiftysix, tiene un cristal de zafiro protuberante, al más puro estilo del plexiglás de los relojes de posguerra. Está equipado con el movimiento automático Calibre 1326, con acabado Côtes de Genève, protegido por un cristal de zafiro en el fondo. Ofrece 48 horas de reserva de marcha y su masa oscilante de oro rosa está calada y adornada con una cruz de Malta. El reloj se complementa con una moderna correa de piel de becerro con acabado nobuk de color antracita, forro de piel de becerro y pespuntes en crudo.
¿Por qué nos siguen encantando estos relojes en apariencia tan sencillos? Christian Selmoni, director de estilo y legado cultural de Vacheron Constantin, lo explica. “Tras la Segunda Guerra Mundial, los relojes se distinguían por su elegancia. A diferencia de lo que ocurrió a principios del siglo XX, con una industria que producía relojes con todas las formas imaginables, en la década de 1950 las cajas eran redondas, finas y elegantes. En Vacheron Constantin, los relojes se caracterizaban por su refinamiento, sus líneas puras y la armonía de proporciones. Además, los avances tecnológicos habían propiciado significativas mejoras de la precisión y fiabilidad, así como el uso generalizado del acero y el oro. Los relojes creados por Vacheron Constantin durante esta década también reflejaban las tendencias de la época, con esferas de colores claros y acabados delicados. Hoy en día, la estética de estos relojes no ha envejecido en absoluto, gracias a lo cual han consolidado su condición de iconos atemporales”.
FICHA TÉCNICA
Vacheron Constantin Fiftysix carga automática