La nueva etapa de HYT Watches ya marcha a velocidad crucero. Primero fue la presentación del proyecto a los mandos de Davide Cerrato, más tarde vinieron las primeras piezas de complicación. El proceso se completa ahora con el Conical Tourbillon, el reloj más complejo fabricado por HYT Watches hasta la fecha.
Aunque la firma fue fundada en 2012, el actual equipo de HYT Watches ha querido ver el lanzamiento como un homenaje a los diez años de andadura. Vamos con un año de retraso en las celebraciones, pero ya les informamos de que la espera ha merecido la pena.
Con la mejor ayuda posible
HYT Watches ha contado con la ayuda de Eric Coudray para la realización del Conical Tourbillon. La mano del genial relojero es evidente. El autor de piezas tan increíbles como el Gyrotourbillon, o toda la producción de Purnell, lleva meses dejando su peculiar estilo en las nuevas creaciones de la firma suiza. Coudray ha sabido aprovechar las peculiares características de los relojes de HYT Watches a la hora de aplicar sus soluciones técnicas. Recordemos que los relojes de HYT se distinguen por la indicación de la hora mediante el desplazamiento de un líquido luminiscente que recorre un finísimo capilar de vidrio. Esta disposición libera el espacio central que un reloj suele estar ocupado por las agujas. Un espacio bien aprovechado por Coudray.
Ya tuvimos ocasión de ver cómo aprovechar este espacio en las ediciones existentes del Moon Runner. En este reloj, el hueco central era ocupado mediante un indicador de fases lunares de forma semiesférica y dos discos concéntricos para informar de la fecha y el mes. El Conical Tourbillon lleva este uso del espacio a un terreno hasta ahora inexplorado por HYT Watches.
Inspiración sajona
Más allá de la evidente posición central que tiene el dispositivo, lo primero que llama la atención del Conical Tourbillon es la posición inclinada del órgano regulador del movimiento. Cualquier incauto podría ver el reloj e ir corriendo a las oficinas de Greubel Forsey en La Chaux-de-Fonds para avisar de este atropello creativo. Haría mal, la verdad. Eric Coudray nos recuerda que la disposición inclinada del tourbillon dentro del escape del movimiento es una solución mucho más antigua de lo que podía imaginarse.
De hecho, ya fue usada por un relojero sajón de nombre de Walter Prendel, que lo incorporó en 1928 a uno de sus relojes de bolsillo. Discípulo del gran Alfred Helwig, Prendel dispuso el tourbillon en un ángulo de 30 grados y con una velocidad de rotación de 6 minutos como solución para contrarrestar la influencia de la gravedad terrestre. Apenas había información de este reloj, hasta que en 2021 apareció en una subasta especializada celebrada por Chistie’s en Ginebra. Coudray ya tenía conocimiento previo de su existencia.
Baile celestial
En una posición central que recuerda al tourbillon de Omega, la obra de Coudray para HYT Watches parte del ingenio de Prendel y eleva aún más su complejidad. Como decimos, es un tourbillon inclinado, pero nada menos que en tres niveles. El muelle espiral está en 30 grados, la rueda de escape en 15 grados y la paleta en 23. Es una decisión técnica compleja de ver a simple vista, sin la ayuda de una lente de aumento.
Mucho más vistosa ha sido la decisión de acompañar del giro constante del tourbillon de un conjunto de esferas que en respectiva rotación para crear la sensación de un pequeño Sistema Solar imaginario. Mientras el tourbillon central gira con una frecuencia de 30 segundos cada vuelta, las tres esferas satelitales lo hacen cada una con una velocidad diferente: cuatro vueltas, cinco vueltas y seis vueltas por minuto, respectivamente.
El resultado es un brillante baile de cuerpos que encuentra su equilibrio en el aparente caos de cada uno de los elementos. Si a esto añadimos que estas pequeñas esferas están rellenas del mismo líquido luminiscente usado en el capilar horario, nos podemos hacer una idea del espectacular resultado conseguido.
El más complejo
Con 533 componentes, el 701-TC es el calibre más complejo de los fabricados por HYT Watches en estos diez (bueno, once) años de existencia de la marca. 159 de esos componentes corresponden exclusivamente al tourbillon. La complejidad de la pieza también se extienda a la carátula (19 componentes) y la caja (66 componentes).
El Conical Tourbillon tiene un diámetro de 48 milímetros. Es un tamaño impresionante para un reloj de muñeca, mucho más en estos momentos en los que se estilan los relojes más pequeños. Por suerte, su fabricación en carbono y titanio no penaliza con un peso excesivo.
El acabado en negro aporta al reloj un acabado rotundo, casi intimidatorio. La incorporación de los elementos luminiscentes cambia radicalmente la imagen del reloj cuando este se encuentra a oscuras
Justo lo que esperábamos de HYT
En anteriores ocasiones ya hemos observado que la indicación de hora fluida representaba para HYT Watches una maravillosa exclusividad técnica, pero también cierta losa creativa. Es difícil ir más allá de este complejo y único sistema horario. HYT Watches corría el riesgo de no poder evolucionar y quedar reducida a esta complicación.
Con la ayuda de Coudray, el Conical Tourbillon confirma que aún hay muchas ideas por desarrollar en este campo. Y la senda elegida, hipertecnológica y espectacular, reafirma una interesante vía de negocio para HYT Watches en un segmento casi monopolizado por Richard Mille y Jacob & Co. La llegada y buena recepción de Purnell nos confirma que hay público para esta imagen tan loca de la Alta Relojería.
FICHA TÉCNICA
HYT WATCHES CONICAL TOURBILLON