De manera discreta, la colección Seamaster Diver 300M ha vivido una importante evolución en los últimos tiempos con el objetivo de hacerla más atractiva para las nuevas generaciones. Y, sin duda, es un movimiento importante porque hablamos de uno de los relojes más versátiles, prácticos y reconocibles de Omega. Todo un superventas que se presenta ahora con caja de oro bronce, la aleación exclusiva de Omega que combina lo mejor de los dos metales.
LAS CLAVES
Lanzado por primera vez en 1993, el Seamaster Diver 300M es un reloj esencial en la historia reciente de Omega. No es tan famoso como el Speedmaster, pero su componente funcional lo han convertido en el preferido de muchos aficionados de la casa suiza.
Existen dos razones que explican el gran éxito del Seamaster Diver 300M en comparación con otros modelos “hermanos” como el fenomenal y más moderno Planet Ocean 600M. La primera razón es… Bond, James Bond. El Seamaster Diver 300M fue el primer reloj de Omega que llevó el agente 007 desde su aparición en Goldeneye en 1995. Desde entonces, se ha convertido en el reloj fetiche del famoso agente secreto inglés. Dado el ascendiente que Bond tiene entre los aficionados de Omega, es incuestionable el interés que el Seamaster Diver 300M despierta entre ellos.
El segundo factor, muy relacionado con Bond, es el marcado estilo retro del Seamaster Diver 300M. Su incuestionable diseño noventero se ha destapado como un magnífico reclamo para las generaciones más jóvenes de aficionados que encuentran en él un reloj de fuerte personalidad.
Todos estos elementos vienen apoyados en los últimos años por un programa de Omega de actualización del modelo basado en la versión “sin fecha”. El origen de este modelo lo encontramos en la referencia del Seamaster Diver 300M lanzada en 2021 con motivo de la película del 007 No Time To Die. Largamente esperado por los aficionados, el Seamaster Diver 300M sin fecha fue un éxito inmediato. Omega tuvo muy claro que no podía dejar pasar la oportunidad y a finales del año pasado lanzó las primeras versiones de catálogo de este modelo, con caja de acero y bicolor de oro bronce. La oferta se completa ahora con las primeras referencias fabricadas íntegramente en oro bronce. Una decisión valiente, aunque con ciertos riesgos.
LO NUEVO
El oro bronce es, sin duda, el elemento clave del reloj. Hace años que el bronce encontró su hueco dentro de la relojería, sobre todo en piezas deportivas y de origen marinero. Swatch Group ha encontrado en esta aleación un modo idóneo para gestionar la demanda de este tipo de material, sin las desventajas que el bronce tradicional implica en la relojería en forma de rápida oxidación y un potencial riesgo de desteñido en la piel.
La aleación incluye bronce, un 37.5% de oro y de porcentajes funcionales de paladio y plata. Mucho más resistente que el bronce tradicional, pero más discreto que el oro rosa, el oro bronce se ha destapado como una interesante alternativa que aúna funcionalidad y exclusividad. Lo encontramos en el catálogo de Omega desde 2021, aunque también disfrutamos de él en el Act III del aniversario del Fifty Fathoms de Blancpain.
La versión bicolor del año pasado del Seamaster Diver 300M combinaba el bisel giratorio de oro bronce con una carrura de titanio. El reloj venía acompañado de una carátula verde y la opción de correa de caucho a juego o malla milanesa. En realidad, era un reloj muy, muy parecido a la exitosa versión No Time To Die, también fabricada en titanio.
La nueva versión juega en la misma liga estética, con el interés de su caja de oro bronce, esta vez combinada con una carátula negra y bisel rojo. La caja se mantiene en los 42 milímetros de diámetro, con una hermeticidad de 300 metros. Al igual que sus hermanos, el reloj opta por lo acabados satinados de las superficies, con mención especial a la carátula de aluminio, tratada con chorro de arena que le aporta un muy atractivo aspecto rugoso.
No hay novedad en el apartado técnico. El Seamaster Diver 300M se mantiene fiel al calibre 8806, de carga automática y certificado Master Chronometer otorgado por METAS. Los detalles del movimiento son visibles a través del fondo visible de zafiro.
NUESTRA CONCLUSIÓN
Omega ha acertado de lleno con la versión sin fecha del Seamaster Diver 300M y es fácil de entender que las diferentes versiones del reloj ya estén entre las favoritas de los aficionados de la casa. Si a esto sumamos el factor de exclusividad de la aleación de oro bronce, llegaremos a la conclusión de estar ante una pieza de gran interés.
Aunque no todo es fantástico en la versión más reciente del Seamaster Diver 300M. Y esto lo decimos por el precio.
La versión de caja de oro bronce con correa negra de caucho ha salido a la venta con un precio de 13,900 dólares. Es una cantidad para nosotros razonable, muy en línea de los 8,900 dólares del No Time To Die todo en titanio o los 9,900 dólares del bicolor titanio-oro bronce del año pasado. El problema viene cuando nos pasamos a las versiones de malla milanesa. Si en el caso del bicolor su precio se situaba en 10,700 dólares, en el caso de la nueva versión integral de oro bronce subimos a 27,900 dólares.
Sabemos que el oro bronce es una aleación muy exclusiva y no fácil de fabricar, pero este precio está más próximo a las referencias de oro del Seamaster Diver 300M que a las de titanio y acero más populares. Veremos pronto cómo acepta el mercado esta versión tan especial.
FICHA TÉCNICA
OMEGA SEAMASTER DIVER 300M