Chopard presentó en 2016 el Perpetual Twin dentro del programa de celebraciones del vigésimo aniversario del primer reloj L.U.C. Recordemos que, gracias a esta colección, Chopard se convirtió en manufactura de pleno derecho. El Perpetual Twin se mantuvo fiel a la filosofía que la colección ha mantenido desde su creación mediante una revisión contemporánea de los criterios tradicionales de la manufactura. Ahora nos puede parecer algo muy alejado en el tiempo, pero es importante recordar el hito que supuso a finales del siglo pasado un lanzamiento como la colección L.U.C, y su por entonces revolucionaria apuesta por la precisión cronométrica y las reservas de marcha de larga duración.
El primer movimiento L.U.C, el 1.96, fue concebido en su momento con los criterios tanto del COSC como del Punzón de Ginebra. En cuanto al segundo punto, el no menos legendario L.U.C 98.01 (2000), fue el primer movimiento del mundo equipado con cuatro barriletes, capaces de otorgarle una reserva de marcha para nueve días, y de esto hace nada menos que 20 años. Sobre estos pilares, el Perpetual Twin representaba la lógica evolución de la línea L.U.C. Fue el primer calendario perpetuo de la colección disponible en acero. La posibilidad de acceder a este tipo de maquinaria a un precio más accesible de lo habitual en la colección hizo de esta pieza todo un éxito entre los aficionados y medios especializados.
Cuatro años más tarde, Chopard vuelve a dar protagonismo al Perpetual Twin. Lo hace con una comedida evolución de la referencia que se ciñe a pequeños cambios estéticos y que deja inalterado el corazón de la máquina. Centrados en las novedades, el nuevo Perpetual Twin cambia el acabado plateado de la carátula por el omnipresente azul (¿hay alguna firma que no haya apostado por este color en las dos últimas temporadas?).
Esto por lo que se refiere a la versión en acero, el material en el que fue lanzado el reloj en 2016. Porque la otra novedad que aporta el modelo es su disponibilidad ahora en de oro rosa, versión que viene acompañada de una carátula en acabado gris rutenio con correa de aligátor en marrón coñac. En los dos casos, la carátula incorpora una importante novedad de diseño al sustituir los índices originales de números romanos por unos más discretos apliques. Es, sin duda, el cambio más reseñable para esta edición 2020.
El resto de las características se mantienen intactas. El Perpetual Twin destaca por el perfecto reparto de los elementos de la carátula y la natural lectura de estos. La ventana de fecha ocupa una posición central, mientras otras indicaciones menos consultadas, como el contador de años bisiestos, quedan reducidos para no recargar el conjunto; la misma intención que busca la mencionada sustitución de los números romanos originales. El mecanismo no ha recibido ningún cambio y mantiene constantes algunas de las características más relevantes de la línea L.U.C como son la carga automática, la tecnología Twin de doble barrilete o la certificación cronométrica (COSC). Son cambios, como decimos, mínimos. No necesita muchos más uno de los calendarios perpetuos más interesantes del mercado con versión en acero.
FICHA TÉCNICA
Caja de acero, 43 mm
Movimiento L.U.C 96.22-L de carga automática
65 horas de reserva de marcha
28,800 alt/h
Movimiento con 65 rubíes
Certificado COSC
Versión oro rosa.
