Un nuevo golpe de efecto. Un reloj inesperado en el universo único y antisistema de H. Moser & Cie. Un Frankestein particular que rinde tributo a relojes leyenda. Swiss Icons Watch es un símbolo de los iconos de pasado y presente y una garantía frente a los excesos actuales, según reza en el comunicado de prensa. Y que sobre todo es una nueva provocación con toques de humor y crítica al status quo de la industria relojera suiza. Un reloj protesta que la firma denomina Frankestein y que exhibe en una sola pieza el bisel octogonal ADN del Royal Oak de Audemars Piguet, el bisel con decoración tipo Pepsi del Rolex GMT-Master II, la corona de Panerai, la esfera con el patrón de decoración del Nautilus de Patek Philippe y el tourbillon del Golden Bridge de Girard-Perregaux, entre otros detalles.
Edouard Meylan, CEO de la casa relojera, continúa así con su particular cruzada a favor del Swiss Made y en contra de la pompa y el glamour más allá de los artesanos relojeros. Ya hizo ruido con el lanzamiento de Swiss Alp Watch en 2016, el guardatiempo que imitaba la forma del Apple Watch, pero con corazón mecánico. En ese momento dijo: “Estamos ante un nuevo desafío (los smartwatches), así que debemos mostrar que la relojería mecánica tradicional no solo tiene futuro, sino que es el futuro mismo”. Otra declaración de intenciones fue Swiss Mad Watch. Una pieza con la que H. Moser & Cie criticó que la etiqueta Swiss Made para la fabricación de relojes sólo requiera que 60% de los componentes sean de origen suizo. “Esta etiqueta resulta muy poco exigente, no constituye una garantía, provoca confusión y respalda los abusos del sistema“.
Estos antecedentes contextualizan la nueva declaración de intenciones de la empresa suiza. Esta vez los dardos van contra las tácticas de bombo y platillo para vender relojes en la industria. “Muchas marcas, incluso algunas firmas históricas, solo crean y producen sucedáneos respaldados por un gran despliegue publicitario para intentar conservar su relevancia. Refuerzan sus campañas con eventos prestigiosos y pagan a embajadores que no tienen ningún vínculo con la relojería; estas tácticas son artificios que actúan como una nube de humo, una mera ilusión. Todo se basa en quién tiene la historia más larga, el embajador más famoso o el influencer con más seguidores”, denuncia Edouard Maylan.
“Deberíamos hacer gala de nuestra creatividad y volver a centrarnos en el producto. Necesitamos volver a poner los pies en el suelo, remangarnos y crear ideas únicas. Solo de este modo podremos hacer que Swiss Made vuelva a ser un sello excepcional“, advirtió el directivo en el comunicado de prensa.
Para que su lamento no sea un clamor en el desierto, Meylan se convertirá en predicador de su mensaje durante el SIHH 2018. Allí presentará el Swiss Icons Watch para apoyar este concepto de la relojería. Este ejemplar único reinterpreta relojes icónicos del pasado y el presente, fusionando sus elementos más emblemáticos. Rinde homenaje a aquellos relojes que han forjado la reputación de la relojería suiza, renunciando —con un humor irreverente— a la falta de sustancia que ha caracterizado durante demasiado tiempo a ciertas firmas relojeras. Así que los aficionados más avezados podrán reconocer en este reloj robusto, irreverente y desconcertante guiños a Patek Philippe, Rolex, Panerai, Audemars Piguet, Girard-Perregaux, Hublot, etc.
Pero el Swiss Icons Watch presenta también elementos que se han convertido en símbolos de H. Moser, entre los que se incluyen la esfera Funky Blue, una espiral doble fabricada en PE5000, una aleación paramagnética desarrollada por Precision Engineering AG, así como un tourbillon volante de un minuto intercambiable.
Como la firma hizo con sus anteriores relojes protesta, el Swiss Alp Watch y el Swiss Mad Watch, este nuevo modelo único se subastará después de la feria relojera de Ginebra y lo recaudado se donará a la Fondation pour la Culture Horlogère Suisse (Fundación para la Cultura Relojera Suiza) y se utilizará para apoyar la formación en las profesiones propias de la industria relojera y salvaguardar el conocimiento de las artes y oficios de dicha industria.
Este reloj late con calibre de la manufactura de cuerda automática HMC 804. Tiene mecanismo de remontar de trinquete bidireccional automático, masa oscilante de oro rojo de 18 quilates con logotipo de H. Moser & Cie. grabado, reserva de marcha de 3 días y espiral doble paramagnético original Tourbillon volante de un minuto modular a las 6 h con puentes esqueletizados. Tiene funciones de horas y minutos. La caja es de acero y mide 43 mm. La corona está adornada con un zafiro con corte cabujón. La esfera se ha creado a partir de dos placas superpuestas, es fumé Funky Blue con decoración de franjas y números recortados con Super-Luminova.