Las firmas aprovechan la celebración del SIAR para lanzar ediciones especiales es un motivo de orgullo para sus organizadores y, por extensión, para todo el mercado mexicano. Pero lo que ha hecho Louis Moinet con el Only Mexico va más allá del simple homenaje para convertirse en una pieza que pasará a la historia del salón.
Jean-Marie Schaller, responsable de esta firma bautizada con el nombre del considerado creador del cronógrafo, trabajó de manera laboriosa en la inclusión de temas relacionados con la historia y la cultura mexicana. El esfuerzo ha sido enorme si nos atenemos a la cantidad y calidad de los vínculos con el país.
Por supuesto, la referencia más evidente es la propia caratula, inspirada en la Piedra del Sol o también conocida como Calendario Azteca descubierta en el siglo XVIII y que hoy se exhibe en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. La realización oscila entre el acabado esqueletado del exterior y la policromía del disco central, donde se encuentran representados cuatro dioses aztecas.
El homenaje a los pueblos originarios del México prosigue en el exterior, en concreto en el bastidor de la caja, con formas geométricas tomadas de los edificios de las ruinas de la ciudad zapoteca de Mitla hasta llegar a las asas, donde surge la imagen del dios maya Chaac. Con el exterior tan adornado cuesta reconocer a primera vista las formas de la icónica caja modular NEO, ahora realizada en oro rosa.
Insistimos en que una de las reglas para que una edición especial sea óptima es que se ajuste a la filosofía de la firma. Y si algo ha caracterizado a los relojes de Louis Moinet en los últimos tiempos es el uso de meteoritos en la fabricación de las carátulas. El Only Mexico no es una excepción.
Como no podía ser de otro modo, estas piedras mantienen su relación con México. Ocurre tanto en el disco exterior de la carátula, realizado con meteorito Allende, considerado el material más antiguo del mundo, con un origen incluso anterior a la formación de la Tierra, y en el disco interior con el meteorito Toluca, en un tono azul que contrasta con el acabado multicolor de los dioses mexicas.
El alto nivel de realización del Only Mexico se confirma con el mecanismo, un movimiento manual con tourbillon. Pero es su condición de pieza única lo que reafirma el carácter excepcional de la creación de Louis Moinet, que demuestra su franco interés en la cultura mexicana.