Más de veinte años han pasado de la primera vez que vimos el Portugieser Calendario Perpetuo. Más concretamente, fue en 2023 cuando IWC lanzó este modelo, una combinación de dos de sus relojes más legendarios: el Da Vinci Calendario Perpetuo y el Portugieser Cronógrafo. Lo más seguro es que sea esta “mezcla de sangres” la que le haya convertido en una de las referencias preferidas de los aficionados. También suma la atractiva carátula, con su reconocible lectura de fases lunares en los dos hemisferios, su gran legibilidad y su robustez mecánica.
En cualquier caso, veinte años es mucho tiempo para un reloj, incluso para los mejores diseñados. Siempre es necesario aplicar ciertos restylings con el fin de garantizar que los modelos sigan gustando a las nuevas generaciones. La puesta al día realizada en el Portugieser Calendario Perpetuo 44 cambia los elementos estéticos circunstanciales para centrarse en la esencia del reloj. Como mandan las tendencias del momento, el Portugieser Calendario Perpetuo se decanta por la claridad y las formas curvas asociadas a los cristales glassbox. Es una corriente que ya hemos visto en años anteriores y que parece se mantendrá con fuerza en este. Los cristales glassbox son muy atractivos a la hora de dar importancia a las carátulas. En el caso del Portugieser Calendario Perpetuo este apartado es esencial, porque este elemento es uno de los más mejorados de esta nueva generación.
Carátulas brillantes
El equipo de diseño de IWC ha trabajado intensamente para perfeccionar la legibilidad de las carátulas, que es uno de los aspectos donde más se nota el paso del tiempo. Las carátulas se leen mejor y también lucen mejor, gracias en gran parte a una compleja técnica de elaboración que incluye la aplicación de quince capas de laca transparente para conseguir un brillo y profundidad excepcionales. En total, la fabricación de cada carátula del Portugieser Calendario Perpetuo incluye hasta sesenta pasos diferentes.
Sin novedad en el apartado mecánico, el Portugieser Calendario Perpetuo sigue haciendo buenas las enseñanzas de Kurt Klaus y su legendario módulo de calendario perpetuo creado para el Da Vinci en 1985. Convenientemente mejorado con el paso del tiempo, este módulo viene hoy en día acoplado a una base manufactura de la serie 5000, está compuesto por 81 piezas y tiene un grosor de apenas1.5 milímetros.
Además de su indicación de año de cuatro dígitos, el calendario perpetuo de IWC destaca por la ventana de cuatro dígitos de los años y la indicación Double Moon de fases lunares, que indica de manera simultánea las fases lunares en ambos hemisferios y que fue por primera vez usada en el Portugieser Calendario Perpetuo de 2003. Un dispositivo extremadamente preciso, con una desviación calculada de un día cada 577 años.
Cuatro versiones
También es muy interesante destacar el método elegido por IWC para incorporar estos nuevos modelos a su catálogo. Lo hace con cuatro versiones diferentes, dos en oro blanco y dos Armor Gold, la aleación exclusiva de oro rosa empleada por la firma de Schaffhausen, mucho más dura y resistente que la convencional.
La oferta cromática incluye cuatro opciones, cada una identificada con un nombre propio (Dune, Silver Moon, Obsidian y Horizon Blue) que a su vez remite a otros tantos colores ya existentes dentro de la gama Portugieser. Un sistema bien estructurado que permite una rápida identificación y que además recoge las nuevas tendencias de estilo del mercado, entre las cuales destaca el azul cielo. Una solución ideal para rejuvenecer un modelo de aires clásicos.
FICHA TÉCNICA
IWC PORTUGIESER CALENDARIO PERPETUO 44