La estrategia sigue su curso. Fundada en 2020 por Marco Tedeschi, Kross Studio ha logrado hacerse un hueco en el mercado en tan escaso tiempo gracias a una inteligente combinación de Alta Relojería y cultura popular. El atractivo que este tipo de piezas generan en las nuevas generaciones es incuestionable. Ahí tenemos al Spider-Man de Audemars Piguet como el más reciente y deslumbrante ejemplo.
Además, las firmas pequeñas como Kross Studio obtienen de estas colaboraciones un reconocimiento instantáneo, imposible de conseguir con medios propios. Porque, durante todos estos tres años, Kross Studio ha sido mucho más que otra firma independiente más del mercado. En realidad, ha sido el reloj de Batman, de Wonder Woman, de Space Jam o de Game of Thrones. Franquicias conocidas por millones de seguidores de todo el mundo.
Primera colección “sin apellido”
Las buenas recepciones conseguidas con cada una de estas colaboraciones han servido para ubicar a Kross Studio en el mapa relojero. Logrado el reconocimiento, es el momento de asentar la marca con el primer proyecto de la compañía que no va asociado a ninguna colaboración con empresa externa. La colección ha sido bautizada con el nombre de KS 05.
Esta nueva aventura tiene dos atractivos fundamentales para los más seguidores relojeros. El primero es comprobar la capacidad de la marca para elaborar un proyecto estético que no esté limitado por las necesidades contractuales de los acuerdos de colaboración. Sin ataduras comerciales de por medio, el reloj KS 05 se destapa como una pieza muy pura y sencilla, discreta en su concepción, que cede todo el protagonismo a su extraordinario movimiento.
Un tourbillon flotando en el reloj
El KS 05 no contienen novedades técnicas relevantes respecto a las anteriores entregas de Kross Studio. Sin embargo, esta colección nos permite centrarnos por primera vez en el apartado técnico del reloj. Y este es magnífico. Kross Studio comunica con orgullo la propiedad conceptual y técnica del calibre KS 7’005. Su peculiaridad más conocida es el componente flotante del tourbillon, situado por encima de un barrilete sobredimensionado, con capacidad para proporcionar cinco días de reserva de marcha. La jaula del tourbillon ocupa un papel central y elevado en el movimiento, algo posible gracias a su escaso peso (0.488 gramos).
Esta posición del tourbillon condiciona la presencia del tradicional eje de las agujas. Un problema que el equipo de diseño de la firma ha solucionado con la inclusión de dos dispositivos satelitales para la indicación de horas y minutos. Ambos giran alrededor del mecanismo central gracias a la inclusión de sendos rodamientos cerámicos. Una solución original y bastante práctica.
El reloj también carece de corona lateral. Para cargarlo es necesario desplegar la lleva alojada en el fondo de la caja y girarla en el sentido indicado. Misma operación realizaremos para el ajuste de la hora, aunque en esta ocasión tendremos que accionar antes el pulsador que aparece en unos de los laterales.
Titanio, piedra y diamantes
La imagen de las referencias de la colección KS 05 destaca por su sencillez y sobriedad. Nada que ver con los colores brillantes y corporativos de las colaboraciones. La caja tiene un diámetro de 45 milímetros y viene protegida con un cristal de zafiro con una gran curvatura para vencer la altitud que conlleva el tourbillon flotante del movimiento.
En cuanto a los materiales de la caja, Kross Studio he desarrollado gran parte de su estrategia de producto con el titanio y este material sigue siendo el principal de la nueva colección KS 05. Como novedad se incluye una versión en oro rosa que nos apunta hacia una posible versión más lujosa y “burguesa” de Kross Studio en el futuro. Ya veremos si esto realmente ocurre.
Lo que no faltan son los diamantes, disponibles en tres de las seis referencias presentadas. En total, se engastan 281 diamantes, con un peso aproximado de 5.09 quilates.
Kross Studio también está atenta a las tendencias del momento y apuesta por la piedra natural para la decoración de las carátulas. Una moda que hemos visto recientemente en la última aventura de Jean-Claude Biver. Las imágenes actuales incluyen versiones en aventurina (azul o negra) y piedra turquesa, aunque la firma apunta al jade y la obsidiana como posibles opciones. Además de su belleza, la piedra permite enfatizar la exclusividad de cada reloj, convertido en algo único en el mundo. Exclusividad que ha sido una de las marcas de la casa de Kross Studio desde su fundación, característica que no cambia en la colección KS 05. Todos los modelos presentados están limitados a 10 piezas para todo el mundo. Los precios comienzan en los 88.000 francos suizos (sin impuestos) de la versión básica de titanio con la carátula de aventurina azul.
Nueva colaboración con Hasbro
A pesar de esta aventura propia de Kross Studio, la firma joven suiza no abandona su estrategia de colaboraciones especiales. De hecho, Kross Studio acaba de ampliar su oferta con la incorporación de un nuevo socio. Se trata de Hasbro, la famosa multinacional estadounidense de juguetes y ocio. Hasbro tiene uno de sus buques insignia en los populares Transformers. Hace quince años estos juguetes transformables dieron el salto a la gran pantalla para convertirse en una de las grandes franquicias de la actualidad. Todas las entregas Transformers siempre han sido sinónimo de éxito garantizado. Una certeza de buenos resultados que esperan repetir ahora con la nueva entrega, Transformers: Rise of the Beasts, estrenada en estos últimos días en los cines de todo el planeta. El estreno de Transformers: Rise of the Beasts ha sido la ocasión escogida por los responsables de Hasbro y Kross Studio para lanzar esta edición especial.
Mucho más que un juguete
Para los lectores poco familiarizados con estos personajes, los Transformers son unos populares personajes de cómic que alcanzaron gran notoriedad gracias a las series de televisión y, principalmente, la franquicia de películas iniciada en 2007 de la mano del director Michael Bay, con Steven Spielberg como productor. Los Transformers son formas de vida robóticas, capaces de adquirir la forma de objetos habituales. Esta habilidad de parecer una cosa diferente a su naturaleza original casa a la perfección con la filosofía relojera de Kross Studio, un producto que, en esencia, es lo contrario a lo que nos imaginamos nada más verlo.
Como en las anteriores colaboraciones, el encanto de la edición se centra a la adaptación que el equipo de diseño de Kross Studio a la forma del reloj. Los diferentes grabados que vemos en la esfera ya nos advierten de que estamos ante un reloj especial. También lo percibimos con la Super-LumiNova verde y el emblema de Maximal en el indicador de hora. Si en el botón lateral encontramos unos signos ininteligibles, no hay que asustarse: se trata de las palabras “Ajustador de hora” traducidas al lenguaje cybertroniano.
Un estuche muy especial
Más allá de las adaptaciones, el reloj se atiene a las características técnicas propias de los últimos modelos de Kross Studio. Su enorme caja (45 milímetros) está fabricada en ligero titanio y cubierta con un cristal de zafiro con forma de cúpula de gran curvatura. Equipa el mencionado movimiento automático KS 7’005 con tourbillon central flotante y reserva de marcha de 5 días.
Lo que sí es original de la edición Transformers: Rise of the Beasts es el espectacular estuche que acompaña al reloj.
Por primera vez, Hasbro ha establecido un acuerdo de colaboración conjunta para que una empresa externa adapte el diseño de uno de los productos de Transformers. En este caso en concreto ha consistido en un artefacto inspirado en Maximal Airazor y que cumple un papel fundamental en el argumento de Transformers: Rise of the Beasts. Cerrado, el estuche simula un águila. Es al presionar la cabeza del ave cuando la escultura despliega sus alas y abre su pecho para ver el tesoro que esconde en su interior: el reloj de esta edición especial. Espectacular, sin duda, y también muy minoritario. La edición especial Transformers: Rise of the Beasts se ha presentado en una tirada de apenas diez ejemplares para todo el mundo, con un precio de 98,000 francos suizos antes de impuestos.
