La America’s Cup regresa al Hudson

Después de casi 100 años, Nueva York vivió el regreso de una serie de la America’s Cup, un trofeo que pertenece por derecho histórico a los neoyorquinos desde 1851 cuando la goleta América usurpara a los ingleses el liderazgo sobre el mar al vencer en la Copa de las 100 Guineas en la Isla de Wight a la embarcación de la reina Victoria. Desde entonces pasó a llamarse la Copa del América y descansó en el Club de Yates de Nueva York 132 años para simbolizar la hegemonía de las barras y las estrellas, no sólo en la vela hasta que en 1983 fue arrebatada por primera vez por el velero Australia II. Cuando los americanos volvieron a vencer y la copa regresó cuatro años después de la mano de Dennis Conner ya lo hizo al Club de Yates de San Diego.

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Hasta 175,000 espectadores siguieron sábado y domingo entre Battery Park y Tribeca las ceñidas de los seis catamaranes AC-45 que hasta mayo de 2017 se disputarán la etapa de clasificación para establecer una nueva supremacía de la vela en el torneo deportivo en activo más antiguo de la historia. Será ya en una regata en Bermudas del ganador de esta serie clasificatoria contra el Oracle Team USA, actual propietario de la copa.
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Viajamos a Nueva York invitados por Ulysse Nardin, patrocinador del reto sueco Artemis Racing que comanda Iain Percy, medallista británico en tres Juegos Olímpicos. Lo primero que nos permite constatar es la empatía que la firma que dirige Patrik Hoffmann tiene con el equipo sueco. Ambos ‘desafíos’ están asentados en cuestionarse las posibilidades de los límites extremos de la ingeniería sin hacer excesivo ruido mediático.
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Desde el principio sólo cuatro países han ganado la Copa del América, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Suiza, y ocho ciudades han sido anfitrionas, casi tantas como firma relojeras han participado en alguna ocasión en la prueba reina de la vela. Los suecos compiten en la 35 America’s Cup para tratar de llevarse el trofeo de vuelta a Europa, en esta ocasión al Real Club de Yates de Estocolmo, por primera vez.
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El sábado amaneció plomizo (muy nórdico) en Manhattan y el poco viento favoreció al Artemis Racing, quien terminó segundo por detrás del SoftBank Team Japan sacando buen partido de los moderados 20 nudos que alcanzaron esa mañana los vientos. Los suecos quitaron sus aerodeslizadores en una maniobra maestra para sacar todo el partido en las regatas donde un mayor contacto de los cascos del catamarán con las mareas del Hudson exigían mucha pericia táctica. El mal clima y la velocidad moderada dejaron algo insatisfechos a los muchos jóvenes espectadores que acudieron a presenciar este acontecimiento histórico. Estos jet aeropropulsados pueden alcanzar hasta los 50 nudos (92 km/h) volando un metro sobre del agua en condiciones ideales y eso es lo que todos esperábamos.
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El equipo del Artemis está compuesto de medallistas olímpicos de Suecia, Inglaterra, Dinamarca y Australia para representar la capacidad nórdica en la vela bajo el símbolo de las tres coronas reales suecas. Pero para participar en la America’s Cup hace falta más que deseos, galones deportivos y acceso a la tecnología de punta nacional (el barco debe ser fabricado en cada país desafiante). Titanes como el sueco, Fredrick Lööf, táctico de la embarcación, o el australiano Nathan Outteridge, se sumaron en esta ocasión al reto que lanzó el billonario Torbjön Törnqvist el propietario del barco, uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo cuya empresa Gunvor factura 88 billones de dólares al año, para ensalzar valores nacionales en una competición que exige la misma destreza sobre el mar que la F1 sobre el asfalto.
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Ese espíritu de reformular las leyes tecnológicas es lo que animó también a Ulysse Nardin a sumarse por primera vez a esta competición, como ya lo habían hecho antes firmas relojeras como Audemars Piguet, Omega, Hublot, TAG Heuer o Girard-Perregaux. El inventor del silicio y sus posibilidades en la relojería con el reloj Freak y la tradición de la casa de La-Chaux-de-Fonds con los cronómetros marinos desde el siglo XIX dan todo sentido a esta aventura. La firma anunció su alianza con Artemis Racing en Baselworld 2015 cuando presentó un FreakLab, el primer Freak sport en el que el puente superior de los minutos se inspira en la estructura interna de la vela rígida del Artemis, la textura del disco rotatorio de las horas evoca la red de malla del multicasco, el bisel trasero y la caja se forjan en fibra de carbono, un elemento que es omnipresente en la navegación de alto nivel, y todo ello envuelto en los colores del desafío sueco, en su última versión FreakWing.

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FreakWing Artemis Racing 2016

El domingo, Mother’s Day en Estados Unidos, el sol no sólo puso de mejor humor a los neoyorquinos en presagio de la primavera sino que un cielo despejado anunciaba vientos mayores para el segundo día de regatas. Pero aumentaron las dificultades. El ganador del día anterior, el Land Rover BAR inglés y el Groupama Team France fueron penalizados por cruzar los límites de la corriente en un circuito fluvial donde los viento norte-oeste se incrementaron hasta los 24 nudos. Los veleros pasaban más tiempo contra el viento que en empopadas y eso alteró la clasificación final.
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El Artemis Racing que terminó segundo el sábado y que ganó la primera regata del domingo, quedó último en las siguientes dos para cerrar la tabla de ganadores en última posición y el Emirates Team New Zeland, que había quedado sexto el sábado se acabó llevando la Louis Vuitton America’s Cup Series New York seguido por el Oracle Team USA. Todo puede pasar de aquí a mayo del próximo año, pero cada vez las diferencias entre los equipos son menores. La fase previa de la America’s Cup se mueve ahora a Chicago entre el 10-12 de junio antes de ir a Reino Unido en julio y Francia en septiembre.

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Marino y veloz

Ulysse Nardin presentó en 2015 una edición limitada de 250 piezas del Marine Diver Artemis Racing para conmemorar su asociación con el equipo sueco en la America’s Cup. Se trata de todo un instrumento náutico adecuado para el reto hercúleo de alcanzar el trofeo más codiciado de la vela ya que la tripulación de Artemis lo usa como reloj de a bordo. Su espíritu acuático lo denota el bisel unidireccional con un contorno de olas para una manipulación más segura.

UN13El reloj es resistente a 300 metros bajo el agua con su caja hermética de 44 mm de acero. Las funciones adicionales de este reloj con disposición de cronómetro marino son el pequeño segudero con una apertura de la fecha a las 6 horas y un indicador de reserva de marcha de 42 horas en la parte superior de su carátula para controlar la energía de su calibre automático ONU-26 (un derivado del ETA 2892). Sobre el azul marino de su rostro destaca un motivo con la silueta del barco y la leyenda ‘Challenger 35th America’s Cup Artemis Racing’. La correa de caucho contiene el azul y el amarillo oro de la bandera sueca y la placa de acero en la correa inferior está grabado con el logo del barco, la diosa Artemisa disparando su arco proyectando buena suerte en los marineros. El fondo de la caja está grabado con los elementos conmemorativos.
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Patrik Hoffmann, director general de Ulysse Nardin, expresó con motivo del lanzamiento del reloj lo que les ha inmpulsado a esta aventura. “Es un honor para Ulysse Nardin cooperar con Artemis Racing en esta histórica competición, un equipo con quien Ulysse Nardin comparte el ADN de la innovación y la tecnología. Y cuando me encontré con los ingenieros del Artemis en su base de San Francisco rápidamente me di cuenta de que el espíritu y la pasión por la innovación es la fuerza impulsora detrás de este equipo extraordinario”.

Texto: Carlos Alonso

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