Pragmatismo, austeridad, estética soviética, amor a la patria, carrera espacial, exploración… Raketa, cohete en ruso, tiene un poco de todo lo anterior. La firma relojera rusa celebra este año 50 años de su primer reloj dedicado a la exploración de la Antártida, Polar. Es una edición limitada de 200 relojes que reproducen el diseño original.
Este modelo fue diseñado en 1970 para los exploradores de la 16ª expedición a la Antártica rusa. Los científicos necesitaban un reloj robusto que resistiera la temperatura extrema del lugar, que podía bajar a -89º C. Además, los relojeros tuvieron que atender otras demandas. Una de ellas era encontrar una forma de distinguir el día de la noche porque en ese recóndito lugar hay meses consecutivos de total luz u oscuridad.
En 2009, el fondo de inversión Duraine, dirigido por el francés Jacques von Polier, adquiere la fábrica de Petrodvorets y su marca y empieza a fabricar de nuevo los relojes Pobeda y Raketa (alrededor de 40,000 relojes al año).
Actualmente, Manuel Emch es consultor para la firma y trata de recuperar las historias, reputación y tradición de la marca rusa y su relevancia histórica. Quien fuera CEO de Romain Jerome y Jaquet Droz tiene su propia empresa de consultoría, Creative Hub, desde donde asesora a firmas relojeras como Raketa o Louis Erard, entre otras.