Muchas veces achacamos a las firmas relojeras el ser demasiado conservadoras y, al final, son los propios aficionados los que más se aferran a la tradición. Los departamentos creativos de muchas casas están repletos de ideas locas. Transforman sus iconos en irreconocibles creaciones repletas de complicaciones imposibles y arriesgados diseños. Pero son eso, ideas locas desvanecidas por el pragmatismo del mercado. Como dicen en España, los experimentos se hacen con gaseosa y dejamos las ocurrencias para mejor ocasión.
Sin embargo, hay firmas que han hecho del riesgo su principal razón de ser. Una de ellas es Hublot. La casa de Nyon sorprendió a todos sus seguidores el año pasado con la presentación del Square Bang Unico, toda una línea de modelos que adaptaban la iconografía de su popular Big Bang a un reloj de caja cuadrada. Si somos sinceros, pocos eran los aficionados que esperaban un movimiento tan audaz. Desde su lanzamiento al mercado el 2005, el Big Bang ha logrado hacerse un hueco en la lista de grandes creaciones de la relojería del siglo XXI. Su osado diseño y construcción modular le han colocado entre los favoritos del mercado Ha sido un reloj siempre preparado para adaptar cualquier material o acabado. Y es, como la gran mayoría de modelos del mercado, perfectamente redondo.
Complicaciones al cuadrado
El reloj cuadrado es complicado, tanto en concepción como en construcción. El público está acostumbrado al reloj redondo y le choca encontrar uno de forma. Es la perplejidad de lo diferente lo que busca Hublot con el Square Bang Unico. Para conseguirlo, ha debido encontrar el equilibrio perfecto entre la inédita forma dentro de la colección y la potente imagen del Big Bang. Pecar en uno u otro sentido hubiera echado por tierra un proyecto de este nivel.
Por parte, es sabido que desarrollar un reloj cuadrado es mucho más complejo que hacerlo de uno redondo. Así ocurre por los problemas derivados de la hermeticidad de la caja y el encastre del movimiento en su interior, por nombrar dos de los más habituales. Un gran reto que el equipo técnico de la manufactura resolvió con destreza en la primera entrega de la colección, hace ahora un año.
Sin secretos
Pasados estos primeros doce meses de la colección, en Hublot tienen muy claro que la apuesta por el Square Bang Unico no es flor de un día y han ampliado la colección con nuevas referencias. Entre ellas encontramos el flamante y espectacular versión Sapphire.
Era cuestión de (poco) tiempo que nos cruzáramos con esta versión transparente del Square Bang Unico. Hublot se ha destapado como la firma más experta del sector en el uso industrial del zafiro. Una producción estandarizada que les permite ofrecer este tipo de producto a un precio menor que el de la competencia.
El acabado zafiro funciona a la perfección con la peculiar forma del Square Bang Unico. Toda la estructura modular de su caja queda expuesta en los diferentes ángulos desde los cuales vemos el reloj. También el sistema de funcionamiento de su cronógrafo, así como el dispositivo One Click que permite el cambio rápido de sus correas.
El movimiento también forma parte del espectáculo. La caja del Square Bang Unico integra de una forma óptima el movimiento HUB1280, a pesar de tener este una forma circular. La carátula de zafiro nos permite completar algunos de los 342 componentes usados en la construcción del mecanismo. Entre ellos destaca la rueda de pilares, colocada en una posición frontal para poder disfrutar mejor del momento en el que ponemos el cronógrafo en marcha. Como siempre ocurre en Hublot, todo forma parte del parte espectáculo, también su movimiento.
