El Day-Date siempre ha sido el reloj más exclusivo de Rolex. Este hecho incuestionable es bien conocido por los seguidores de la marca. Así se ha mantenido desde su lanzamiento en 1956. Una exclusividad basada en el refinamiento de su maquinaria y la conocida norma de ser una colección disponible únicamente en metales preciosos.
Sin embargo, también es sabido por todos los aficionados que Rolex ha ido variando su estrategia de producto en los últimos años hacia el segmento más lujoso del mercado. La escasez de las referencias en acero ha llevado a los clientes a optar por las versiones en oro de sus modelos más populares como el Submariner, GMT-Master II o Cosmograph Daytona, los cuales elevan de manera significativa la facturación de la compañía sin necesidad de aumentar la producción. Incluso un reloj como el Rolex Deepsea, concebido originalmente como un instrumento profesional de buceo, se ha visto afectado por esta tendencia al incorporar este año una versión íntegramente en oro amarillo. Una tendencia de lo más reveladora.
Este movimiento comercial de Rolex hacia el oro podría llevarnos a pensar una pérdida de atractivo del Day-Date respecto a sus compañeros de colección. ¿Qué sentido tiene optar por este modelo cuando podemos encontrar referencias en un metal similar en otros espacios de su catálogo? Una pregunta a la cual responde la propia Rolex con una serie de elementos y novedades que sirven para mantener al Day-Date como su reloj más especial.
1.- Las transiciones de color
Rolex ha encontrado en las carátulas en dégradé un nuevo modo de recalcar el carácter especial del Day-Date. Lanzadas en la década de 1980 y recuperadas para la colección en 2019, las carátulas dégradé se obtienen mediante la aplicación de una laca negra que va oscureciendo progresivamente el color del disco desde el centro hasta el exterior. Es un efecto característico de iconos de la relojería como el Audemars Piguet Royal Oak o el Patek Philippe Nautilus; dos competidores que juegan en la misma liga que el Rolex Day-Date.
La carátula dégradé aporta al Day-Date una sofisticación que combina bien con el prestigio de la colección. La buena acogida que tuvieron estas carátulas en los modelos de 36 milímetros de año pasado ha animado a Rolex a incluirlas en los modelos de 40 milímetros en un tono pizarra en la versión de oro Everose.
La oferta de carátulas en dégradé también incluye el verde (oro amarillo) y azul (oro blanco y platino).
2.- La atracción del nácar
Trabajar con una colección perteneciente a la categoría clásica, y siempre en los términos más elevados del lujo, permite tomar una serie de licencias difíciles de imaginar en los tool watches como el Submariner o Explorer. Tal como nos ha enseñado el mercado, dichas licencias suelen proceder del segmento femenino, siempre más abierto a la creatividad que el masculino.
Esta tendencia nos ayuda a entender la presentación este año de la versión Day-Date de 40 milímetros con carátula de nácar, una pieza sin duda espectacular que aprovecha el refinamiento de este material natural en un reloj de dimensiones masculinas.
Las carátulas de nácar vienen acompañadas de índices engastados con diamantes, una elección muy habitual en las versiones de 40 milímetros del Day-Date, lo que nos demuestra que la combinación de reloj de caballero y piedras preciosas no es tan descabellada como algunos ortodoxos de la relojería piensan.
3.- La asimilación de los códigos masculinos
Si la llegada del nácar y los diamantes a las versiones de 40 milímetros nos demuestran la influencia de la relojería femenina en los modelos de caballero, también es evidente una tendencia en el sentido opuesto. Pocas firmas como Rolex han sabido diluir la barrera de géneros dentro de su catálogo. Tachada a veces de ser demasiado tradicional, Rolex ha demostrado ser pionera en la búsqueda del reloj genderless desde hace décadas, mucho antes de que otras firmas del mercado se apuntaran a la moda.
El caso más reciente de esta adopción de códigos masculinos lo encontramos en la decisión de Rolex de adoptar los índices romanos facetados y separados en los modelos de 36 milímetros y los cuales estaban hasta hace poco limitados al modelo de mayor tamaño.
Los nuevos índices romanos dan una imagen más limpia y moderna al modelo de 36 milímetros a la vez que unifica la imagen de la colección. El gran beneficiado de esta decisión es el modelo de oro amarillo y carátula blanca lacada. Un modelo que se presenta este año y que tiene todas las papeletas para convertirse en el Day-Date favorito del público femenino… y de aquellos hombres que encuentran la versión de 40 milímetros demasiado grande para sus muñecas.
Este trasvase de clientes masculinos al modelo de 36 milímetros tampoco es ninguna excentricidad. Recordemos que Rolex ya se atrevió en 2021 a recuperar el diámetro original de 36 milímetros en el Explorer. Una decisión que ayudó a renacer el interés tanto de hombres como mujeres por este icónico modelo.
4.- El disco de días de la semana
En este apartado no hay novedades este año, pero es necesario recordarlo para entender el componente especial del Day-Date. En estos relojes encontramos detalles y características técnicas imposibles de encontrar en otros modelos de la compañía. Esto nunca cambiará en el futuro.
El primero de estos elementos es su Calibre 3255, el movimiento utilizado tanto en la versión de 40 milímetros como en la de 36 milímetros. En el primer caso comenzó a utilizarse en 2015 y no llegó a las referencias más pequeñas hasta 2019. Hay características técnicas del 3255 afines al resto de movimientos de la compañía. Entre ellas encontramos el escape Chronergy, la espiral Parachrom o la reserva de marcha de 70 horas. Lo que si diferencia al 3255 del resto es la presencia del disco indicador de días de la semana, seña de identidad de la colección desde su lanzamiento y que Rolex tiene el detalle el ofrecer en 26 idiomas diferentes a sus clientes.
Recordemos que Hans Wilsdorf obligó a que esta indicación tuviera dos detalles que lo diferenciaran de la competencia: su salto instantáneo a la medianoche y la aparición de los nombres completos de los días de la semana.
5.- El brazalete presidencial
El otro componente exclusivo es el brazalete President, creado por Rolex en 1956 con motivo del lanzamiento de Day-Date y el cual ha sido desde entonces el característico de la colección y el único actualmente disponible desde la desaparición de las versiones de piel de aligátor.
No obstante, sí que es posible encontrar el brazalete President fuera de la colección Day-Date. Esta excepción ocurre con el Datejust fabricado íntegramente en oro, disponible en sus tres versiones. Rolex ha permitido esta excepción porque este acabado del Datejust solo se da en sus versiones de 31 milímetros, un tamaño que no está disponible en el Day-Date. Por lo tanto, no hay conflicto entra colecciones.
Muy fácil de reconocer por su estructura de tres elementos y forma semicilíndrica de los eslabones, el brazalete President destaca por su elegante forma y comodidad de puesta gracias a la inclusión en los últimos tiempos de inserciones de cerámica para la fijación de los eslabones.
FICHA TÉCNICA
ROLEX DAY-DATE 40
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ROLEX DAY-DATE 40
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ROLEX DAY-DATE 36