La relojería y la arquitectura han mantenido una relación cercana, aunque menos intensa de lo que nos hubiese gustado a muchos aficionados. Hay excepciones, por supuesto. Ahí tenemos el ejemplo de Rado, siempre muy vinculada al mundo de la arquitectura y que acaba de presentar su segunda colaboración con la Fondation Le Corbusier. O las muy celebradas ediciones que han realizado los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Tadao Ando del Bulgari Octo Finissimo. Pero son eso, excepciones para una relación con muchísimo potencial aún que desarrollar.
La nueva firma Lebond viene a cubrir un hueco con un proyecto tan original como interesante. Su creador es el español Asier Mateo (Pamplona, 1988), quien comenzó hace dos años y la considera una aventura tan profesional como personal. “De siempre me han gustado los relojes, pero me he dedicado profesionalmente a la arquitectura. Con Lebond he logrado unir estas dos pasiones”, nos cuenta el propio Mateo en entrevista telefónica desde Barcelona, donde Lebond ha establecido sus cuarteles.
El currículum de Mateo es amplio en el campo de la arquitectura. Su trabajo para algunos de los más importantes estudios le ha llevado a vivir en París y Nueva York. “El origen de Lebond surge en unas vacaciones familiares en Suiza. Allí se me ocurrió por qué no intentaba hacer algo con relojes y arquitectos. La idea me pareció magnífica, aunque preferí darle un tiempo para madurarla. Pasó el tiempo y vi que era posible”.
La decisión implicaba abandonar un puesto seguro en un estudio de arquitectura de gran prestigio y comenzar una aventura sin conocimientos ni experiencia previa en el mundo de la relojería. Esto último puede suponer un problema, aunque el propio Mateo lo ve como una ventaja. “Primero, porque he sabido rodearme de un gran equipo internacional (aunque la sede de la firma está Barcelona, el centro de producción se encuentra en el cantón de Berna y sus relojes cuentan con el sello Swiss Made) y, además, Lebond nace sin ninguna atadura con la tradición y el pasado. Hacemos lo que queremos. Bueno, son los arquitectos los que hacen lo que quieren”.
Total libertad
Y es aquí donde reside la clave del concepto Lebond. Y es muy simple: cada reloj es creado por uno de los grandes arquitectos de la actualidad. De la elección se encarga Asier, que se pone en contacto con el profesional y le otorga total libertad para crear el reloj. “Ellos son libres para diseñarlo y elegir los materiales y colores. Cada reloj es único, incluyendo caja, carátula y correa. Una vez nos pasan el dibujo, nuestro equipo ve las posibles limitaciones técnicas de producción que un arquitecto no tiene por qué saber de antemano Por ejemplo, el espacio necesario que debe tener la caja para incorporar el movimiento (siempre mecánico) o el espacio entre la carátula y el cristal. Aunque siempre intentamos ceñirnos al diseño original”.
Cualquier modificación del diseño original tiene que estar aprobada por el arquitecto, porque, como bien nos indica Mateo, “el arquitecto es el dueño del diseño, Lebond solo se encarga de su explotación comercial”. Un respeto a la autoría intelectual no siempre presente en el negocio relojero. Esta filosofía aparece implícita en la carátula, donde el nombre del arquitecto aparece más grande que el de la propia firma.
Sello ibérico
El primer reloj de Lebond vio la luz en 2023. La elección del primer autor era una de las ideas que tenía más claras Asier Mateo a la hora de poner en marcha esta firma. No podía ser otro que Álvaro Siza, el gran arquitecto portugués, aún activo a pesar de haber superado ya los noventa años. “Siza es un caso único en el mundo”, apunta Mateo, “lleva casi setenta años trabajando y ha sido maestro para tres generaciones de arquitectos. Y es respetado en todo el mundo, especialmente en China”.
Siza se ha inspirado para su reloj una de sus obras más icónicas: las Piscinas das Mares en Leça da Palmeira, un proyecto creado en 1966 en este pequeño municipio cercano a Oporto. El reloj tiene la misma forma cuadrada que la mencionada piscina, mientras las agujas recuerdan a las figuras que Siza diseñó para los servicios del complejo deportivo y que ya se han convertido en todo un símbolo de su obra.
Lebond Siza es un reloj muy original (el arquitecto quería huir de las tradicionales formas redondas), muy acorde con el espíritu heterodoxo de su creador. Al fin y al cabo, si algo buscamos en un reloj creado por un arquitecto es que se salga de lo habitual. En cuanto a las características técnicas, está realizado en titanio en acabado mate, con un diámetro de 41 milímetros. Equipa un movimiento automático de la casa ETA, con reserva de marcha de 50 horas y visible a través del fondo transparente de la caja.
Una “editorial” relojera
Durante la charla hemos notado que Asier Mateo se refiere a Lebond como una “editorial”. Al principio pensamos que es un gazapo, pero más tarde nos saca de nuestro error. “Que queremos ser como una editorial de arquitectura. Cuidamos el producto de un modo similar al igual que todos los elementos e imagen que le rodea”. La fotografía es un aspecto fundamental dentro del proyecto Lebond. No en vano, el prestigioso fotógrafo portugués Fernando Guerra, especializado en arquitectura, es el primer embajador de la marca.
Las espectaculares imágenes de la obra de Álvaro Siza tomadas por Guerra están disponibles en la web de la firma relojera, además de un bonito detalle con los compradores de sus relojes que Mateo nos pide no revelar para mantener la sorpresa. En cuanto a los relojes, su precio es de 2.700 euros y están disponibles a través de la tienda electrónica de la web. “Aún no estamos en tiendas físicas”, nos cuenta Mateo. “Vamos paso a paso y muy pronto tendremos colaboraciones muy interesantes, pero hemos huido de los cantos de sirena que nos proponían ventas increíbles en muy poco tiempo. Hemos hecho Lebond con mucho mimo y no queremos arruinar el proyecto tomando decisiones precipitadas”.
Proyecto a largo plazo
El Lebond Siza nos encanta, aunque nos preguntamos cuál será su recorrido. El fundador de la firma nos lo aclara muy rápidamente: “ni es un reloj único, ni es edición limitada”. De hecho, en la web ya está disponible una segunda versión del reloj, esta vez con la carátula negra. “Tenemos muy claro cómo queremos desarrollar Lebond. La idea es lanzar un reloj con un arquitecto diferente y esperar al segundo para lanzar una segunda versión. Son proyectos a largo plazo imposibles de realizar si lo hacemos en edición limitada o pensados para un único modelo. De ser así, el precio del reloj se hubiera disparado y nuestra intención es que lo disfruten la mayor cantidad posible de personas”.
Según me cuenta estos proyectos futuros, Mateo me muestra el que será el segundo reloj de Lebond y que está a punto de salir al mercado. Su creador es otro arquitecto de prestigio y, algo curioso, también de origen postugués. Se trata de Eduardo Souto de Moura, premio Pritzker en 2011 y creador, entre otras obras, del espectacular Estadio Municipal de Braga en Portugal. No vamos a adelantar nada del diseño, pero solo podemos decir que, como la obra de Souto de Moura es tan minimalista como sorprendente. Encantará a los amantes de la arquitectura.