Esta decisión se tomó hace casi 150 años”, asegura Daniel Blunschi sobre la incursión de Leica en el mundo de la relojería. El CEO de Ernest Leitz Werkstätten, la división de accesorios de la legendaria marca de cámaras, está en el SIAR para presentar la colección Leica ZM, y cuenta que Ernest Leitz, fundador de la marca, trabajó en un taller relojero en Suiza en 1863 para perfeccionar sus habilidades mecánicas. “Creemos que el trabajo de relojería es miniaturización, es precisión, así que tiene todo el sentido que la fotografía y la relojería vayan de la mano”, cuenta Blunschi.
Inicialmente, la colección debut llevaba el nombre L, pero “nos dimos cuenta de que la L englobaba a toda la marca, así que optamos por ZM: Zeitmesser (artículo para medir el tiempo)”, dice Blunschi. Cada elemento de los ZM 1 y ZM 2 expresa perfectamente el espíritu de Leica, combinando simplicidad, elegancia y funcionalidad. Los componentes y movimientos se elaboran casi en su totalidad en el taller Lehmann Präizision en Alemania y la producción no excede 50 piezas al mes.
Además de presumir calibres desarrollados en casa (LH-10 para el ZM 1, LH-20 para el ZM 2), los relojes cuentan con funciones reimaginadas y muy divertidas que encantarán a los amantes de la relojería y la fotografía por igual.
Guiños a la icónica cámara
Para ambos relojes, la reserva de marcha es de 60 días. El indicador de reserva de marcha, compuesto de dos cuchillas, está inspirado en el obturador de la Leica M. Además, ofrecen una manera única para reiniciar el segundero: simplemente hay que presionar la corona, tal como si estuviéramos tomando una foto. Esta corona está patentada y representa otro tributo a la fotografía, a detener el tiempo. Además, el ZM 2 cuenta con dos complicaciones adicionales: GMT (el huso horario se ajusta girando el bisel) e indicador día/noche.
El integrante más nuevo de la familia es el ZM 11, y estará disponible a partir de noviembre. Presume una hermosa carátula con doble capa que crea la ilusión de cambiar de color, recordándonos que la esencia de la fotografía es el juego entre luz y sombra. El ZM 11 corre con un calibre LA-3001 y cuenta con otra divertida innovación: el Easy Change System. Para cambiar los brazaletes –disponibles en acero, caucho y titanio–, solo hay que presionar los puntos rojos a los lados de la caja, tal como lo haríamos al cambiar el lente de la cámara.
Una boutique en la arteria del lujo
Por si fuera poco, el equipo de Leica compartió una última gran noticia: la apertura de la primera boutique Leica en la Ciudad de México, ubicada en Presidente Masaryk. “La clientela está muy emocionada porque normalmente tenían que viajar a Estados Unidos o Europa”, cuenta Adrián Jiménez, manager de la boutique. Los relojes estarán disponibles en este espacio, así como en tiendas departamentales y concept stores selectas.