Quien tuvo, retuvo. La industria japonesa ya no es la amenaza que en su día fue para la todopoderosa suiza, pero conserva una serie de atributos y capacidades que la mantienen como un digno competidor en el mercado. Esta fortaleza se centra en tres grupos: Seiko, Casio y Citizen. Todos ellos comparten una gran historia y piezas de gran interés en todos los segmentos del negocio. Pero también hay vida más allá de estos grandes nombres. Las redes sociales han ayudado a conocer un nuevo grupo de firmas mucho más pequeñas que ofrecen un producto muy exclusivo e interesante para los aficionados más exigentes.
En este grupo de nuevas firmas japonesas destaca Minase, un nombre cada vez más conocido entre los círculos de especialistas. Sven Erik Henriksen es el principal responsable de su expansión internacional. Profesional de gran experiencia dentro del sector, Henriksen creó en 2017 su propia empresa H-Development LLC con el objetivo de canalizar la colaboración entre clientes suizos y asiáticos. Actualmente es el distribuidor de Minase en Europa, Oriente Medio y América, aunque se relación con la firma japonesa va más allá hasta abarcar labores de marketing y desarrollo de piezas; con el cargo añadido de director de ventas internacionales.
“Minase es una firma muy joven, pero su relación con la industria viene de más atrás”, nos comenta Henriksen. El origen lo encontramos en Kyowa, una compañía creada en 1963. Ganó reputación muy pronto gracias a su capacidad para realizar perforaciones de gran precisión para la Alta Relojería, una fama que llevó a sus creadores a expandir su negocio y crear Minase en 1973 para la producción de cajas. En 2001 surge la idea de crear su propia firma de relojes. “Era lo que siempre soñó Koichi Suzuki, el fundador de Kyowa y padre del actual consejero delegado”. Los primeros relojes comenzaron a producirse en 2005, siempre limitados al mercado japones. “En 2017, a raíz de un viaje a Japón, tuve ocasión de conocer Minase y vimos la oportunidad de comenzar un plan de internacionalización”.
Camino propio
Para Henriksen, un Minase es lo opuesto a un reloj industrial producido en serie. “Son relojes hechos a mano, elaborados de manera muy cuidadosa por artesanos capaces de convertir cada pieza en un producto exclusivo. Esto es algo evidente en el diseño, pero también en otros aspectos como el enfoque técnico de la marca o la complejidad de su construcción”.
La colección actual se divide en cuatro grandes colecciones: las de caja redonda, Oruga y Divido, y las de caja cuadrada, Horizon y Windows. Hay elementos muy interesantes en la elaboración de cada una de ellas. En Divido, por ejemplo, se ha partido de los famosos rompecabezas tridimensionales japoneses para crear una estructura de formas esculturales. Horizon es un reloj inspirado en la naturaleza de Japón, mientras en Windows la clave la encontramos en el uso de diferentes cristales de zafiro (cinco o siete) que aportan a una nueva visión a la caja de reloj. Sobre estos elementos creativos encontramos el concepto MORE (Minase Original Rebuilding Equation), una filosofía de construcción que entiende el reloj como un objeto capaz de perdurar para toda la vida gracias a la capacidad para desmontarlo pieza por pieza, repararlo y devolverle su belleza original.
Por supuesto, el origen y experiencia como fabricante de cajas de Minase tiene su reflejo en el exterior de los relojes. Para su acabado se emplea el Sallaz, un nombre que proviene del antiguo proveedor suizo de máquinas de pulido que usaba Minase en el pasado y que han elegido como nombre para este proceso de trabajo. “El Sallaz no tiene nada que envidiar al Zaratsu de Grand Seiko” comenta Henriksen. “Para que os hagáis una idea, la caja del Divido requiere 148 procesos de trabajo que llevan más de cinco horas. En su brazalete nos vamos a los 331 procesos con más de diez horas de trabajo”. Y aquí nos vamos a un detalle en el que no habíamos caído hasta ahora. “¿Veis el logotipo de Minase? Es un torno, el mismo que comenzó a usar Koichi Suzuki en sus inicios en Kyowa”.
Arte tradicional japonés
Hay una quinta columna dentro del catálogo de Minase que ha ganado importancia a raíz de la internacionalización de la firma. Nos referimos a la colección Masterpiece. La firma comenzó a trabajar con maestros locales en la elaboración de carátulas artesanales. La colaboración más prolífica ha sido con el maestro Junichi Hakose, creador de las carátulas de la colección Windows y Divido. Hakose emplea varias técnicas tradicionales como el lacado Urushi o Shibo, realizadas a mano y con un largo proceso de elaboración.
Hakose ha sido el responsable de la carátula para la edición especial Mexico que Minase ha presentado con motivo de su participación en el SIAR 2024. Se trata de una versión del 7 Windows, limitada a diez piezas, con una reproducción de la bandera mexicana en la carátula mediante la acumulación de diferentes técnicas como el urushi, el makié y el hirame. Una verdadera delicia artística que necesita de al menos treinta horas de trabajo para su elaboración.
El amigo suizo
Centrados en la parte exterior y artística de sus relojes, el apartado mecánico no es crucial en la estrategia de Minase, aunque le dan la importancia merece en un reloj de este nivel de precio. Para sorpresa nuestra, Minase opta por equipar sus relojes con movimientos ETA de origen suizo. “Trabajamos con ETA por varias razones”, nos explica Henriksen. “Queremos que nuestros relojes sean fáciles de reparar en cualquier parte del mundo. Además, el japonés piensa que los movimientos suizos son los mejores del mundo. Por esta razón, cuando Minase comenzó su actividad, muy centrada en el público local, el uso de movimientos ETA fue la opción más lógica”.
Henriksen aporta una última razón, para nosotros la más importante. “Los movimientos suizos permiten una mayor personalización. Minase ha decidido priorizar el acabado manual de sus componentes y el uso de técnicas artesanales tradicionales japonesas. Los movimientos son de primera calidad con acabados de superficies perlage. Los puentes están decorados con biseles pulidos con diamantes. Los rotores a medida están unidos con cojinetes de cerámica. Pero quién sabe, tal vez Minase use movimientos japoneses en algún momento en el futuro”.
De Japón a todo el mundo
“Koichi Suzuki siempre vio más los relojes Minase más como un hobby que como un negocio”, apunta Henriksen. Esto visión del negocio explica la lenta y hasta ahora discreta expansión de la marca, con una producción inicial de unos 300 relojes al año. Todos ellos se fabrican en su propia factoría de Yuzawa, en la prefectura de Akita, con un equipo que ronda la veintena de trabajadores. “Ahora mismo la producción ya ronda los 500 relojes al año y nuestro proyecto a medio plazo es que está producción pase a 1,000 o 1,500 relojes anuales”.
Este aumento de las ventas pasa de manera inevitable por la expansión internacional de la marca. Como su director de ventas internacionales, Henriksen analiza para nosotros la estrategia de distribución de Minase. “Tenemos un sistema híbrido, tanto físico como online. En Japón estamos presentes en 35 puntos de venta. En el extranjero vendemos todo online, pero también estamos interesados en abrir varios de puntos de venta físico para que las personas interesadas puedan apreciar en persona su calidad y diseño. Creo que es muy complicado de transmitir la calidad y diseño de Minase en el papel o las redes sociales. Aún es importante el factor físico y por eso intentamos abrir nuestro arco con más tiendas o asistiendo a ferias. Las personas que descubren Minase por primera vez nunca quedan decepcionadas”.