Franck Muller es una firma reconocida mundialmente por sus grandes complicaciones y diseños al servicio del lujo. En esta ocasión, develan tres relojes cuya característica unificadora es su presentación esqueletada, atrevimiento estético que pocos pueden manejar con maestría.
El primero de ellos es el Gravity Skeleton, pieza que engrosa las filas de la colección Gravity, al tiempo que se convierte en el primer reloj esqueletado de la misma.
La innovación se nota desde sus puentes, los cuales han sido adaptados a formas cóncavas y convexas que le otorgan un diseño único a este guardatiempo.
El cuerpo esqueletado atrapa la mirada con su mecanismo masivo, donde los pilares de un tourbillon tradicional se han transformado en un círculo elíptico con diámetro de 21.2 mm, con lo que se crea un efecto tridimensional.
Su caja (en carbono, titanio con tratamiento de PVD, acero inoxidable u oro de 18 quilates) cuenta con una estructura que recuerda el carácter atrevido de la línea Gravity. Cuenta con calibre CS-03.SQT, indicaciones de horas y minutos, reserva de marcha hasta por 5 días, 44 mm de diámetro y correas en piel aligátor o nylon.
El segundo de la lista es el Vanguard Skeleton Sapphire, que gracias a su caja construida totalmente en zafiro, nos permite ver el alma de su mecanismo.
Realizar un reloj de este estilo, requiere altos grados de habilidad manual, así como un savoir-faire único, pues manipular y moldear dicho material resulta una labor titánica: la caja, el bisel y el fondo fueron pulidos a partir de un solo bloque de zafiro. Tan sólo esta labor lleva dos meses en completarse, más otro par donde se afinan los detalles necesarios.
Movimiento mecánico manual, indicaciones de horas y minutos, reserva de marcha de 60 horas, 44 mm de diámetro, corona en dos posiciones y correa de piel aligátor complementan esta belleza transparente.
Finalmente tenemos el Vanguard 7 Days Power Reserve Skeleton, pieza que nos regala una fascinante vista al mecanismo desarrollado in-house, capaz de garantizar hasta 7 días, como su nombre lo indica, de reserva de marcha. Los puentes achaflanados a mano no sólo revelan el movimiento fabricado del reloj, sino también un contador de segundos a las 6h. Su diseño está especialmente realizado para conservar el espíritu deportivo de la línea Vanguard.
Movimiento mecánico manual, indicaciones de horas, minutos y segundos, decoración de satín pulido, caja en cuatro presentaciones (carbono, titanio con tratamiento PVD, acero inoxidable u oro de 18 quilates), corona en dos posiciones y correa de goma con nylon.