Singer Reimagined, la creatividad es el camino

La firma Singer Reimagined ha sido capaz de cambiar nuestra perspectiva del cronógrafo, posiblemente la complicación más usada y explotada del mercado. Hablamos con su fundador Marco Borraccino, gran defensor de la creatividad dentro de la relojería.

Ninguna relación más prolífica dentro de la relojería que la establecida con el automovilismo. Son innumerables las marcas y modelos que han unido ambos mundos desde la aparición de los primeros coches. ¿Tiene sentido hoy en día realizar una nueva propuesta en este segmento tan saturado? Es una aventura, pero sí que es posible, siempre que aporte algo nuevo. Esto mismo fue lo que hizo Singer Reimagined en 2017 con el Track 1. Algo nunca visto en el mercado hasta entonces.

Singer Reimagined es el fruto de dos outsiders que cruzaron sus destinos por su pasión compartida por los clásicos deportivos. Uno era Rob Dickinson, un emprendedor inglés que, después de haber tenido una exitosa carrera como cantante a principios de los años noventa, decidió convertir su interés por los coches en una empresa de restauración de vehículos antiguos. El nombre elegido fue Singer Vehicle Design, creada en 2009 y centrada en la reconstrucción y personalización de antiguos Porsche 911. La vertiente relojera vendría años más tarde de la mano de Marco Borraccino, con quien tenemos el gusto de hablar para que nos explique los orígenes y filosofía de Singer Reimagined.

Nacido en Milán en 1974, Borraccino nos confiesa su pasión por los coches desde pequeño. “A cualquier diseñador que le preguntes te dirá que siempre ha soñado con diseñar coches”. Fue en cambio en los relojes donde encontró su vía laboral, primero en 1999 con en una compañía dedicada al diseño de prototipos para clientes externos y un poco más tarde, en 2004, de la mano de Panerai. “Fue una época estupenda”, nos comenta Borraccino. “Por entonces, Panerai se encontraba en plena explosión. El equipo de la firma estaba en Milán y allí me involucré todo el proceso creativo de la mano de Angelo Bonati. Fue un aprendizaje maravilloso. Pero, pasado un tiempo, me encontré con un problema. Según la marca iba creciendo, las posibilidades creativas eran cada vez más limitadas, más vinculadas a la historia de la marca. No era algo muy excitante para un diseñador”.

Borraccino dejó Panerai a finales de 2008 y aceptó una oferta como jefe global de diseño de Procter & Gamble en Ginebra. La propuesta era estupenda, pero a las tres semanas me arrepentí de esta decisión”. Las razones: en una compañía tan grande, el trabajo de diseñador es muy limitado. “Eres como un soldado, siempre a la espera de recibir órdenes”.

Cumplidos los seis meses de rigor, Borraccino dejó Procter & Gamble, aunque decidió quedarse en Ginebra por su condición de núcleo del negocio relojero. “Primero monté mi propia asesoría de diseño para firmas. Tuve suerte y en la misma semana que comencé que llegó un importante encargo de una firma de Richemont”. Esta ocupación de asesoramiento lo combinó a partir de 2014 con la labor docente a los mandos de la primera cátedra concebida en exclusiva para el diseño de relojería, organizada por la institución universitaria HEAD Genève.

ENCUENTROS CON ROB

“Fue por aquella época cuando conocí a Rob [Dickinson]. Me gustaban muchos los coches y lo que hacían en Singer Vehicle Design. Le pregunté si le gustaría hacer un reloj inspirado en sus coches y me contestó que había recibido la propuesta de varias firmas para colaborar con ellos, pero ninguna le gustaba porque no se ajustaban a la idea que él tenía para Singer. Eran simplemente variaciones de relojes ya conocidos”. Nos cuenta Borraccino que se quedó pensando en las palabras de Dickinson y durante días estuvo dando vueltas a cómo podría ser un reloj diseñado para Singer. “Tenía claro que debía ser un cronógrafo, que es la imagen más icónica de la relojería. Pero debía ser algo original, diferente al resto de cronógrafos del mercado. Me inspiré en los salpicaderos de los deportivos y me imaginé un cronógrafo central, con todas las agujas partiendo del eje central”.

Marco Borraccino
Marco Borraccino, diseñador de relojería y creador de la firma Singer Reimagined.

Borraccino quedó con Dickinson a enseñarle aquel proyecto que se le había ocurrido, aunque el empresario inglés reaccionó de un modo diferente al que el diseñador esperaba. “Mi idea era acordar a Rob los pasos necesarios para llevar aquel reloj adelante. Con qué proveedores hablar, quién podría ayudarle en el desarrollo y la fabricación. En definitiva, como había hecho hasta entonces con otros clientes asesorándoles. Pero Rob rechazó todo lo que le contaba y me dijo que aquel proyecto solo podía llevarlo yo. Así que este es el origen de Singer Reimagined”. 

Bocetos de Singer Reimagined
Bocetos de la colección 1969 realizados por el propio Marco Borraccino.

Como nos destaca su creador, Singer Reimagined y Singer Vehicles Design son empresas autónomas. “Comparten la misma filosofía y pasión por los deportivos antiguos, pero son completamente diferentes. Singer Vehicles Design está radicada en Estados Unidos y Reino Unido, mientras Singer Reimagined tiene su sede en Ginebra”. Eso sí, Borraccino reconoce que la relación entre ambas compañías sencilla y fluida, basada en la amistad que le une con Dickinson. “Digamos que es muy California Style”.

SECRETOS EN EL CAJÓN

Planteado cómo debía ser el reloj, solo quedaba ver quién era capaz de realizar el movimiento que impulsara aquella función de cronógrafo central que Borraccino había imaginado para su reloj con Singer. Estamos a finales de 2014. “Por aquel entonces estaba muy involucrado en la cátedra de Head Genève. Había conocido a Jean-Marc Wiederrecht [relojero y fundador de Agenhor], a quien había invitado a ser miembro del comité científico de la cátedra. Pasamos mucho tiempo juntos y nos hicimos amigos. Un día le enseñé mis dibujos para crear el cronógrafo central de Singer y digamos que su cara cambió al instante y comenzó a chillarme y preguntarme cómo había accedido a su proyecto más secreto y quién le había pasado ese proyecto”.

Rob Dickinson, Jean-Marc Wiederrechet y Marco Borraccino.
De izquierda a derecha, Rob Dickinson, Jean-Marc Wiederrecht y Marco Borraccino, los tres mentores de Singer Reimagined.

Pasado el desconcierto del primer momento, Borraccino le explicó que no había robado ningún proyecto y que la similitud de aquel proyecto era simple coincidencia. “Jean-Marc me contó que desde pequeño soñaba con crear una evolución del cronógrafo tradicional. Era un proyecto muy a largo plazo que guardaba por entonces en un cajón. Nos dimos cuenta de la compatibilidad de ambos proyectos y decidimos lanzarnos a la aventura de crear el movimiento Agengraphe”.

El creador de Singer Reimagined nos confiesa que tanto Rob, como Jean-Marc y él mismo descubrieron que aquel proyecto iba a ser mucho más oneroso de lo que pensaban en un principio. “Al final tomamos la decisión de abrir el uso del Agengraphe a otras marcas”, prosigue Borraccino. De hecho, la primera firma en usar este revolucionario calibre con las agujas indicadoras de horas, minutos y segundos en el centro fue Fabergé. “Lo que sí acordamos todos es que el movimiento de cada firma debía poseer una variación que lo hiciera diferente del resto de colaboradores”. De este modo, el Agengraphe que usa Singer es diferente al de Fabergé, tanto por la duración del cronógrafo como por la disposición de los indicadores horarios. En actualidad, dos firmas han apostado por el uso de este mecanismo. Son H. Moser & Cie. y Ming

El desarrollo del Agengraphe es un ejemplo de la cooperación entre diseño e ingeniería a la hora de desarrollar un nuevo mecanismo desde cero. “No es un proceso lineal de yo propongo y ellos hacen. Hay mucho diálogo y conversaciones para saber qué camino tomar”. Los buenos resultados obtenidos con el primer movimiento han animado a Singer Reimagined y Agenhor a colaborar en un segundo movimiento, concebido para el Singer Flytrack. “Aquí yo les llevé la idea y ellos encontraron la solución. Es un movimiento muy cool, con un segundero en marcha continua que, al apretar el pulsador, vuelve a cero y, al soltarlo, comienza de nuevo a funcionar”.

El Flytrack ya se ha utilizado en ediciones tan interesantes como la Barista de 2022, seleccionada en su momento por el Grand Prix d’Horlogerie de Genève y cuya escale mide el tiempo de las diferentes categorías de café italiano (ristretto, espresso, lungo e italiano). 

BENEFICIOS DE UNA EMPRESA PEQUEÑA

Singer Reimagined está ubicada en Ginebra, al igual que Agenhor. Borraccino cuenta con un equipo que ronda la decena de personas. La producción también es escueta: alrededor de 200 piezas. “Somos una firma pequeña, pero contamos con al menos dos relojeros. Ellos son los encargados de recibir los componentes de los movimientos a nuestras instalaciones y aquí se ensamblan y encajan”. Los precios son acordes con la exclusividad del producto y van de los 30,000 a los 100,000 francos suizos. 

1969 Singer Reimagined de caja de bronce.
La última novedad de 1969 es la versión con caja de bronce y carátula verde.

Su última apuesta de la firma es, sin duda, la más ambiciosa. El nombre de la colección es 1969 y es una muestra de la pasión de Marco Borraccino por los cronógrafos de los años 60 y 70, esta vez con el añadido del brazalete metálico. El 1969 se ha presentado tanto con el movimiento Agengraphe como el Flytrack, con unos precios de 51,000 y 29,900 francos suizos, respectivamente. “Sin duda es nuestra colección con más éxito hasta la fecha”, comenta su creador. Preguntado por sus principales mercados, nos apunta la importancia de Estados Unidos hasta ahora, “aunque es verdad que en los últimos meses ha bajado mucho. Por suerte, esta bajada la hemos compensado con el crecimiento de Oriente Medio. Este negocio es como una ola que va y viene. Lo mejor es encontrar el equilibrio”. 

En cualquier caso, está claro que la producción de Singer Reimagined no crecerá de manera exponencial en las próximas temporadas. No es ese el objetivo de su fundador. “Ser una firma pequeña como la nuestra tiene sus ventajas”, nos comenta Borraccino. “Eres más ágil, tomas decisiones rápidas y no necesitas grandes reuniones ni esperar la aprobación de la gente de arriba”. Más ventajas: “te puedes arriesgar más, ser más original. Aquí no existen raíces históricas a las que respetar, como me ocurría con Panerai, o estudios de mercados que usar de guías. También puedes arriesgarte en el plano económico. Una de las grandes responsabilidades de los directivos de las grandes firmas es la cantidad de personas cuyos sueldos dependen de ellos”. 

Uno de los relojes más originales de Singer Reimagined es el Barista, un reloj con el movimiento Flytrack, pensada para medir el tiempo de los cafés italianos.

También hay que preguntar por las desventajas. “Claro que las hay”, nos responde. “Lamentablemente, todo pasa porque no tienes poder de negociación con los proveedores, distribuidores y retailers. Es complicado depender de terceras partes. Por ejemplo, el año pasado tuvimos un gran problema con el proveedor al que encargamos las cajas para lanzar el 1969. Hizo un trabajo horrible. Tan malo que tuvimos que desecharlo. Doscientas cajas y nueve meses de trabajo tirados a la basura”. 

Acabamos la conversación compartiendo nuestras impresiones de la edición de Watches & Wonders y la cual ha sido aburrida para Borraccino desde el punto de vista creativo. “No hay diseños que te sorprendan. No hay productos completamente nuevos. Creo que esto es algo que sí hemos conseguido con Singer Reimagined: una complicación completamente reconstruida. Ser diferentes te garantiza dejar una huella en el mercado. Tener que contar algo ya es una razón de ser”.

Marco se despide nosotros con su apoyo firme a los diseñadores de relojes de la industria actual. “Hay una gran cantidad de buenos profesionales en el mercado, pero la gente no conoce sus nombres. Creo que es una decisión errónea por parte de las compañías, que siempre colocan la marca por encima de todo. Puede que esto fuera lo normal hace treinta años, pero no tiene sentido hoy en día. Son los diseñadores los que van a conseguir que tu producto sea diferente al de la competencia”. 

Andrés Moreno

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.

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