Hace tiempo, al hablar de piratas del Caribe, la primera imagen mental no era la de Johnny Depp como un bucanero fanfarrón y bufonesco, sino de verdaderos aventureros marítimos, hombres salvajes que escondían sus tesoros en playas en ese entonces secretas, como Cuba o Santo Domingo.
Una característica importante de la caja es que está compuesta de anillos que permiten combinar diversos metales, entre los cuales predomina el acero inoxidable, material usado por primera vez en esta versión, a diferencia de sus antecesores, hechos enteramente en bronce, metal favorito de los grandes bucaneros del siglo XVII.
El fondo de la caja en cristal de zafiro revela los detalles del movimiento, al tiempo que lleva grabadas dos espadas que rodean el logotipo clásico de Cuevo y Sobrinos y que simulan una bandera pirata.