La gran dama de Ginebra tiene entre sus integrantes de este año un invitado muy especial. Una combinación perfecta de sencillez para expresar máxima complejidad. Les Cabinotiers Symphonia Grande Sonnerie 1860 es el primer reloj de pulsera que la casa centenaria lanza con la función de gran sonería, la complicación por excelencia en la alta relojería. La interpretación novedosa de esta función resulta en un modelo fácil de usar, de diseño diáfano y legible y con dispositivos de seguridad que protegen el movimiento de 727 componentes.
La gran sonería toca las horas, los cuartos al paso y además tiene un selector de sonería (pequeña y gran sonería) que se activa desde el bisel y está asociado a una repetición de minutos que funciona a través del pulsador de la corona.
Esta pieza única de cuerda manual bidireccional late con el flamante calibre 1860 de Vacheron Constantin, que ha requerido 10 años de desarrollo, está provisto de unos novedosos sistemas de seguridad que protegen de interferencias los mecanismos de sonería, que se controlan desde el bisel y el pulsador de la corona.
Después de las 500 horas que un solo maestro relojero ha dedicado al montaje, las 727 piezas interactúan para ofrecer una combinación de complicaciones rara y codiciada: gran sonería, pequeña sonería y repetición de minutos. En oro blanco y personalizable, es una obra maestra de la miniaturización. El fondo transparente permite ver el mecanismo de sonería. Un dato curioso es que la gran sonería debe contar en todo momento con energía suficiente para tocar todas las veces que sean necesarias (hasta 96 activaciones en 24 horas, es decir, 912 veces) y garantizar un sonido impecable.
Este reloj es una proeza técnica y artesanal distinguida con el Punzón de Ginebra, que demuestra un dominio absoluto de la complejidad mecánica, la energía y la acústica. Aunque este reloj de pulsera es el primero de la firma relojera en incluir una gran sonería, Vacheron Constantin acumula experiencia en sonería desde los siglos XVIII y XIX, cuando presentó una serie de relojes equipados con mecanismos de gran sonería y pequeña sonería (1827) y otros con gran sonería y repetición de minutos (1908).
A partir de mediados del siglo XIX, Vacheron Constantin combinó mecanismos de sonería con otras complicaciones como la del cronógrafo o las funciones astronómicas. En el siglo XX, época del nacimiento y florecimiento de los relojes de pulsera, aplicó su savoir faire histórico a estos relojes: por ejemplo, el Calibre 1755 ultraplano con repetición de minutos de 1991, el reloj de dos esferas más complicado de mundo —equipado con repetición de minutos y otras 15 complicaciones—, que se presentó en 2005 con motivo del 250 aniversario de la casa y el famoso Calibre 1731 con repetición de minutos, el más plano del mundo de estas características, que se lanzó en 2013.
Ahora, con Les Cabinotiers Symphonia Grande Sonnerie 1860 combina con éxito gran sonería, pequeña sonería y repetición de minutos en un espacio de apenas 9.1 mm de grosor y 37 mm de dámetro. El calibre es una construcción integrada, lo que significa que los mecanismos de sonería engranan directamente con las funciones de las horas y los minutos, pues debe considerarse como un todo, con la consiguiente demanda de energía por la gran sonería, que se activa hasta 96 veces al día. Por lo tanto, consta de dos barriletes, uno para el movimiento y otro para el mecanismo de sonería, que ofrecen, respectivamente, 72 horas de reserva de marcha y 20 horas de reserva de marcha en modo gran sonería.
Este mecanismo funciona así: La selección de los tres modos de sonería (gran sonería, pequeña sonería y silencio) se realiza por primera vez desde un bisel que gira 30 grados y está provisto de una marca que apunta al indicador del modo de sonería (PS, GS y SL), grabado en el lateral de la caja. La repetición de minutos se activa desde un pulsador integrado en la corona situado a las 3 horas y es grande y estriada para garantizar un agarre óptimo al dar cuerda al movimiento, girándola en el sentido de las agujas del reloj, y al mecanismo de sonería, en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Un logro de este nuevo calibre es la eliminación del “cuarto fantasma”, que es un breve silencio que se aprecia entre las sonerías de las horas y los minutos. Ya sea al tocar las horas o los minutos, el intervalo entre sonido y sonido es idéntico y la secuncia regular.
El movimiento está alojado en una caja de oro blanco con carrura que puede customizarse. La caja está adornada con un grabado estriado que recuerda el motivo decorativo de la corona con la inscripción Pièce Unique detrás. La esfera plateada de oro se inspira en los relojes de bolsillo con sonería de Vacheron Constantin. Tiene acabado opalino, cepillado o azulado y una horas, índices y agujas de oro blanco tipo bastón y color negro oxidado.
El pequeño segundero se ubica a las 7 horas, el indicador de reserva de marcha a las 5 horas y la reserva de marcha de la sonería, que se indica mediante una aguja serpentina a las 2 horas. Lleva correa de piel de aligátor negra con cierre desplegable de oro blanco. Se entrega en una caja preciosa acompañado por un resonador de sonería La Música del Tiempo, que amplifica el sonido y la armonía de las sonerías.