Clasicismo e innovación forman un matrimonio irresistible. Es la fórmula que dicta la senda de Bovet desde que Pascal Raffy comenzó su proyecto de manufactura en 2006 con la adquisición del Château de Môtiers y que tuvo su gran cénit en la obtención del Aiguille d’Or del Grand Prix de Genève en 2018. La propuesta de Bovet no lleva a engaño: exuberantes creaciones mecánicas, de gran imaginación y complejidad técnica, van acompañadas de presentaciones muy tradicionales y profusas, donde el adorno es siempre el mejor modo de mostrar el refinamiento de una pieza.
Lanzado originalmente en 2015, el Virtuoso V entraba de lleno en esta filosofía de la casa: un reloj de doble cara, acompañado de brillantes carátulas lacadas y movimientos lustrosamente decorados. En realidad, el Virtuoso V siempre ha sido mucho más que un simple adorno.
Tres modos de uso
Para empezar, el Virtuoso V se beneficia del revolucionario sistema convertible Amadeo. Es, sin duda, una de las invenciones más originales e interesantes que nos ha traído la relojería mecánica en los últimos años. El sistema Amadeo permite al Virtuoso V ser usado como un reloj de pulsera, de mesa o incluso como reloj de bolsillo; todo ello sin usar ninguna herramienta y simplemente apretando los pulsadores alojados a ambos lados del gancho de la corona. El sistema Amadeos convierte los relojes en versátiles instrumentos que se pueden llevar en diferentes formas y situaciones. Bonitos, pero tremendamente funcionales.
El Vistuoso V es el modelo más sencillo de la familia. La lista de funciones queda limitada a lo imprescindible. Por un lado, tenemos la indicación horaria con un contador retrógrado de minutos y una ventana de horas saltantes situada en una inusual posición central. En el otro, una subesfera horaria de pequeño tamaño que deja espacio para la visualización de los acabados del movimiento; diseñado, ensamblado y acabado en su totalidad por la propia Bovet. Directamente colocados sobre los puentes del movimiento encontramos las otras dos funciones del mecanismo: un contador de segundos de tres agujas, disposición habitual de los relojes de Bovet, y un indicador de reserva de marcha.
El Virtuoso V alcanza los cinco días de funcionamiento, energía aportada por un único barrilete de carga. En cuanto a la indicación horaria, un corrector alojado en el lateral de la caja permite que ésta sea usada con segundo huso horario. Como decimos, un reloj refinado, pero muy práctico.
Más sencillo y moderno
La última actualización del Virtuoso V incide en la búsqueda de la simplicidad estética. Las carátulas lustrosamente decoradas con grabados y esmaltes flinqué dan paso a una preciosa y minimal carátula en acabado salmón, un color que ya vimos en el muy celebrado Virtuoso VIII Chapter Two Reimagined. Esta imagen más moderna del reloj viene perfecta para su otra novedad, que es su fabricación en titanio. Si antes hablábamos del carácter funcional y versátil del Virtuoso, la fabricación en este ligero metal es la prueba más palpable de esta característica. Un soplo de aire fresco para este original y sofisticada creación.
FICHA TÉCNICA
Bovet Virtuoso V