Es fácil quedar atrapados en la telaraña de los modelos Excalibur Spider que Roger Dubuis empezó a producir en 2015, cuando su lanzamiento estrella fue un impresionante doble tourbillon volante esqueletado cuya caja combinaba titanio, DLC y aluminio. Este tipo de relojes es lo que se puede esperar de la evolución de una marca joven que, desde sus inicios, optó por crear colecciones con un diseño poderoso y una mecánica sólida.
La casa fundada en 1995 por el relojero homónimo ha sido fiel a la innovación y en 2017 centrará sus esfuerzos de I+D (investigación y desarrollo) en uno de sus puntos fuertes en los últimos años: los materiales. El nuevo Excalibur Spider Full Carbon es la mejor prueba de ello, pues en su interior late el primer mecanismo de la historia con platina, puentes y jaula superior del tourbillon hechos de carbono.
Junto con la cerámica, el titanio y el caucho, el carbono ha ayudado a forjar una estética relojera atrevida y contemporánea, como una alternativa al estilo clásico. Su uso ha ido ganando adeptos entre las firmas más prestigiosas, porque además de su impacto visual, aporta dos cualidades muy apreciadas en este sector: ligereza y resistencia.
El Excalibur Spider Full Carbon, una edición limitada de 28 ejemplares, no nació de un capricho. “Cuando utilizamos un material nuevo o de manera diferente tenemos que encontrar un beneficio para el cliente más allá de la belleza”, afirmó en entrevista Jean-Marc Pontroué, CEO de Roger Dubuis. “Por ejemplo, nuestro movimiento de carbono genera una reserva de marcha mayor de lo normal porque es más ligero y produce menos fricción, así que tiene un beneficio técnico”.
Desde la manufactura en Ginebra confirman que gracias a esta innovación, el calibre RD509SQ de cuerda manual ahora ofrece 70 horas de reserva de marcha en lugar de las 60 anteriores.
La rigidez del carbono T700, que también se emplea en la caja de este modelo, asegura menores vibraciones y mayor precisión, de acuerdo con la marca. Su estructura ultrafina en múltiples capas se consigue mediante un sofisticado proceso de impregnación y tiene una porosidad 8% menor que otros tipos de carbono. Además, el peso se reduce 30%, lo que facilita la rotación de la jaula superior del tourbillon, en forma de cruz celta.
Las capas de carbono sobre el mecanismo están aplicadas en un ángulo de 10 grados para imitar los patrones que dibuja el material en la caja. El efecto es más contundente por la arquitectura del mecanismo, donde los componentes han sido reducidos al extremo para ajustarse al principio Astral Skeleton: una forma de estrella con las puntas orientadas hacia los índices de las horas, característica de los “esqueletados técnicos” de Roger Dubuis.
En esta novedad hay otros materiales en juego, como el titanio con tratamiento DLC negro en la corona, el fondo de la caja y la carrura. Tanto esta última como el bisel tienen un revestimiento de caucho vulcanizado. La decoración tipo panal de abeja de la esfera está inspirada en las rejillas de los radiadores de los automóviles y revela un giro hacia el universo racing en Roger Dubuis.
“Hemos cerrado tres alianzas con gente que tiene el talento, las ganas y el enfoque técnico para sumarle valor a lo que estamos haciendo”, explicó Pontroué. “Una será revelada en el SIHH [Salón Internacional de Alta Relojería de Ginebra], otra en el Salón del Automóvil de Ginebra y la tercera a finales de noviembre de 2017. Además, presentaremos otra pieza en el [Concurso de Elegancia de] Pebble Beach. Todas las alianzas son con marcas conocidas con las que nos complementamos y están relacionadas con el mundo de los superautos”.
Hace unos días, Roger Dubuis dio a conocer otro de sus lanzamientos para el próximo año. No se trata de una pieza nueva, pero lo sorprendente otra vez es lo que han hecho con los materiales.
El Excalibur Quatuor fue presentado en 2013 (por cierto, tenía la primera caja de silicio del mercado) con gran aceptación por su mecanismo, que funciona a una frecuencia elevadísima de 115,200 alt/h (16Hz) con cuatro espirales y cinco diferenciales. Así consigue compensar instantáneamente las variaciones provocadas por los efectos de la gravedad, algo que al tourbillon le cuesta un minuto completo.
Para la nueva versión del reloj, limitada a ocho ejemplares, se decidió fabricar la caja, el bisel y la corona en una aleación de cromo-cobalto sometida a procesamiento MicroMelt (de ahí el nombre Excalibur Quatuor Cobalt MicroMelt).
La marca explica que el MicroMelt es utilizado en tan solo 0.1% de la metalurgia mundial y que está asociado con la aeronáutica y la astronomía. El resultado es una calidad estable de la aleación, mejor homogeneidad química, porosidad controlada, gran resistencia a la corrosión y durabilidad.
Hay más, en específico otros dos modelos que debutarán oficialmente en 2017. El primero es una variante del Excalibur Spider Automático Esqueletado, con combinación de colores azul, negro y rojo gracias al tratamiento DLC en la caja de titanio y la corona, y los detalles de caucho en el bisel, la carrura y la corona.
El segundo es un Excalibur 36 automático para dama donde el azul domina debido a los 48 zafiros del bisel y la esfera con revestimiento PVD de ese color y acabado sol. La caja está hecha de titanio con tratamiento DLC negro.
Éste es un vistazo revelador del futuro de Roger Dubuis. Hay que seguir atentos, porque Pontroué adelantó que en algún momento del siguiente año presentarán un mecanismo que se ve como el motor de un auto. No será el primero, pero seguro que valdrá la pena verlo.