Dubái volvió a encender todas las alarmas del calendario relojero. En su séptima edición, Dubai Watch Week (DWW) no solo duplicó su espacio hasta 18,000 m² —un recinto monumental en el Dubai Mall, Burj Park—, sino que confirmó su tremenda evolución: ya no es una feria, es la gran experiencia relojera del mundo. La más vibrante, la más cultural y, sin duda, la más humana y cercana.
Con 47,000 visitantes, más de 90 marcas, CEOs de las maisons más grandes, los relojeros independientes más codiciados del planeta y una comunidad global entregada, DWW 2025 se consolidó como la Meca relojera de Oriente Medio, un cruce magnético entre tradición, innovación y celebración.
No existe otra cita relojera en el mundo donde puedas cruzarte —en un mismo pasillo— con Jean-Frédéric Dufour (CEO de Rolex), Thierry Stern (CEO de Patek Philippe), Georges Kern (CEO de Breitling), Ilaria Resta (CEO de Audemars Piguet), Karl-Friedrich Scheufele (copresidente de Chopard), Jean-Claude Biver, el músico y coleccionista John Mayer, y el futbolista Kylian Mbappé y, al mismo tiempo, con los cinco relojeros independientes vivos más cotizados: François-Paul Journe, Philippe Dufour, Rexhep Rexhepi, Kari Voutilainen y Roger Smith. Es el único evento del planeta donde Dufour habla en público, donde Journe muestra sus relojes a centímetros del público y donde Rexhepi conversa sin barreras con coleccionistas emergentes. Esa mezcla —altísima relojería y accesibilidad total— es la esencia del atractivo de Dubái.
Lanzamientos relevantes
DWW fue también escenario de estrenos de gran calibre. Estos fueron algunos de los highlights que encendieron el fervor entre coleccionistas y prensa especializada: Roger Smith presentó su anticipadísima Series 6, una de las piezas más esperadas del año; Kari Voutilainen develó el modelo KV21, su nueva obra maestra; TAG Heuer sorprendió con el Monaco Split-Second Air One; Bvlgari llevó una declinación del Octo Finissimo intervenida por el artista árabe Mattar Bin Lahej; H. Moser & Cie. mostró el Streamliner Perpetual Moon Concept Meteorite; Girard-Perregaux presentó un Laureato con tourbillon y tres puentes de oro; De Bethune reveló un DB25 altamente coleccionable, y Urwerk x Ulysse Nardin se unieron en una colaboración explosiva: UR Freak. Y sí: Chopard estrenó su gran pieza, el L.U.C Grand Strike, la sonería más compleja de su historia (lo contamos a detalle en xxxx).
A diferencia del resto de ferias comerciales, Dubai Watch Week mantiene su ADN original: educar, conectar y celebrar. Ahí se va a aprender, a debatir, a escuchar, a descubrir. No a vender. Un espíritu que la familia Seddeqi ha sabido mantener desde el comienzo. El programa incluyó mesas redondas con CEOs donde se habló sin filtros de mercados, retos, integración vertical y futuro del sector; masterclasses como la de Hermès, que enseñó al público cómo se hace la marquetería en piel en vivo; foros donde participaron desde coleccionistas legendarios hasta creativos emergentes; talleres de finissage, donde se explicaron técnicas de pulido negro, anglage, Côtes de Genève y decoración tradicional, y espacios gastronómicos con restaurantes árabes, italianos y japoneses. Todo lo necesario para convertir la visita en una experiencia multisensorial.
Diversidad es riqueza
Una de las grandes sorpresas de esta edición fue la fuerte presencia de micromarcas internacionales procedentes de varios países. Que Seddiqi —un gigante del retail— les abra espacio habla del pulso cultural del evento: Dubái está escuchando a la nueva generación de relojeros. Esta mezcla de fenómenos emergentes con grandes maisons convierte a DWW en un ecosistema incluyente y ecléctico, donde los nuevos creadores pueden mostrar su trabajo junto a los nombres más reverenciados del oficio.
Las cifras lo confirman: Oriente Medio se posiciona como nuevo punto de gravedad del lujo relojero. Y Dubái es su escenario natural. Con un público joven, compradores sofisticados y un apetito real por la alta relojería, la DWW no solo refleja el presente: está modelando el futuro. En un mundo donde la relojería vive entre tensiones —mercados, precios, aranceles, ciclos económicos— Dubái ofrece algo más valioso: la posibilidad de recordar por qué miramos la hora en un reloj y no en una pantalla. Aquí el tiempo vuelve a sentirse humano, mecánico y compartido.
TOP TEN
Estos son una decena de los relojes que han sido talking pieces más allá de Dubái. No son los únicos, pero representan una buena muestra del nivel técnico y estético de los lanzamientos que se pudieron admirar en Dubai Watch Week. Ya solo nos queda esperar con entusiasmo la próxima edición.
Urwerk x Uulysse Nardin UR Freak une las horas errantes de Urwerk con el calibre de carrusel del Freak de Ulysse Nardin.
Voutilainen KV21 Tonneau llega con nuevo calibre manual, guilloché Brodbeck y versiones de platino, oro o titanio.
TAG Heuer Monaco Split-Seconds Chronograph Air 1: nueva tecnología aeroespacial Selective Laser Melting.
De Bethune DB25 Sky Perpetual, ahora con calendario perpetuo, un cielo estrellado y la Vía Láctea.
H. Moser & Cie. El Streamliner Perpetual Moon Concept Meteorite combina meteorito de Gibeon y acabado fumé.
Roger Dubuis Hommage “Sukoon Al-Layl” celebra 30 años de la firma y se inspira en los paisajes de Oriente Medio.
Bvlgari. El Octo Finissimo Mattar Bin Lahej ha sido intervenido por el artista emiratí del mismo nombre.
Konstantin Chaykin White Rabbit, reloj convertible con 16 complicaciones. Inspirado en Alicia en el País de la Maravillas.
Girard-Perregaux Laureato Three Gold Bridges fusiona estilo sport y arquitectura de movimiento de tres puentes.