Pantera y Cartier son casi sinónimos. El felino enigmático es uno de los símbolos más declinados y venerados en la casa de la Rue de la Paix, en París. Fue Jeanne Toussaint, amiga de Louis Cartier, mujer decidida y fuera de lo común, quien coló en los talleres de la firma el diseño salvaje. Así, la pantera protagonizó estelares en joyas y relojes. Además, Toussaint, nombrada directora de arte de Alta Joyería de la casa de lujo entre 1933 y 1970 (aunque trabajó para Cartier desde 1918) transformó a este animal en musa y en un símbolo de la libertad de las mujeres de la postguerra. Cartier creó una simbiosis entre la actitud de la mujer y la de la pantera.
La colección de relojes Panthère fue otro acontecimiento histórico en la casa joyera. En 1983 nació esta colección que este año vuelve a ocupar reflectores. En ese entonces una línea con guiños al primer reloj de pulsera de la firma conocido como Santos, con su caja cuadrada pero con las variaciones necesarias para hacerlo más femenino. Cuando nació, también se declinaba en tamaños masculinos, pero hoy, el diseño retomado del original se identifica más con el look contemporáneo femenino.
Ya en los años 80 el reloj nació de cero y se destinó más a un accesorio joyero que a un reloj. Una inspección más minuciosa de la forma de la caja del Panthère original, con su bisel con los pequeños tornillos, revela una semejanza con el Santos Dumont de 1904. Sin embargo, los protectores de la corona con zafiro le otorgan un aire más casual y femenino. Desde su lanzamiento, los admiradores de Cartier lo convirtieron en un objeto de deseo. Y se convirtió en un bestseller.
Se trataba de un reloj versátil y chic, adecuado para cualquier ocasión. Incluso algunos iconos de la cultura pop del momento lo lucieron en sus muñecas, como Grace Jones y Françoise Hardy.
Incluso, celebridades masculinas, como Keith Richards o Pierce Brosnan usaron versiones masculinas de Panethère. En 1991, se introdujo un modelo de acero, que ayudó aún más a la popularidad del modelo. Sin embargo, en 2004 la casa decidió retirar Panthère.
13 años después vuelve este felino para marcar el tiempo en clave femenina. Aunque la nueva versión parece idéntica a la original de los años 80, Cartier ha hecho aún más femenina a la Panthère 2017, dejando fuera la ventana de fecha y los segundos centrales que solían tener los modelos medianos y grandes. Ahora todos los modelos laten con movimiento de cuarzo y solo de declina en tamaños medianos y pequeños.
Los cambios respecto a la versión de los años 80 tienen que ver con mejoras en la ergonomía o la declinación en distintos materiales. El brazalete icónico se ha adecuado para las necesidades diarias de la mujer del siglo XXI. El resultado son 14 versiones nuevas que se lanzaron en el SIHH 2017, incluyendo versiones completas de diamantes y oro, con esmalte o modelos más discretos de acero. Todos estarán disponibles en los dos tamaños.
El idilio de Cartier y la pantera comenzó a principios del siglo XX, cuando Louis Cartier y Jeanne Toussaint viajaron a un safari en Kenia. De este viaje surgió la idea de llevar este animal a la forma de joya. En 1914, Louis Cartier encargó al ilustrador francés George Barbier la ilustración Mujer con pantera que se utilizó para la publicidad. En ella, aparece por primera vez un pantera negra sensual, misteriosa y peligrosa. El primer reloj de pulsera con manchas negras que aluden a la pantera es de 1914. Tres años después, Louis Cartier regaló a Toussaint una pitillera con una pantera. Era la primera vez que la pantera tomaba forma figurativa en algún objeto de la maison.
Desde entonces, este animal ha sido diseñado en los más variados estilos: art déco, abstracto, figurativo… Hay piezas que resaltan en esta historia felina. En 1948, el duque de Windsor encargó una joya memorable con una pantera posada sobre una gran esmeralda. También una pantera sobre un enorme zafiro azul. En 1970, Juliette Gréco, figura emblemática de la rive gauche parisina e intérprete de la canción La panthère lució un broche de Cartier en el hombro, haciéndose cómplice de un tipo de mujer que rompe reglas y apadrina una nueva forma de ser femenina. También María Félix hizo un pedido especial en 1967 un brazalete con dos cabezas de pantera y patas articuladas de diamantes.
En este contexto se instala la nueva colección de relojes con alma de joya Panthère. Siempre hay mujeres que están por encima de los convencionalismos y eso lo sabe Cartier. Por eso, Panthère es, de algún modo, un objeto atemporal con una cualidad innata: estar fuera de lo común.