Una nueva estrategia ha llegado a la gran dama relojera. Un nuevo escuadrón de compradores ha irrumpido en el sector de la alta relojería, los millennials. Y las firmas más prestigiosas tienen la necesidad de hablarles en su lenguaje, de ofrecerles opciones aptas para su bolsillo, pero también que cumpla con las exigencias de un público muy informado.
Aunque Vacheron Constantin evoca relojes con complicaciones, métiers d’art, Sello de Ginebra y un sentido único de elegancia, ahora se flexibiliza para seguir el plan de negocio que incluye relojes más asequibles y que comenzó con el lanzamiento del Quai de L’Ille de acero. En este contexto nace FiftySix. Una colección con nuevos calibres, algunos sin el costoso Sello de Ginebra, nuevos diseños y un precio de salida alrededor de 10,000 dólares.