La alianza entre los coches y los relojes deportivos suma un nuevo aliado para la causa. El modelo acaba de presentarse como la más reciente colaboración entre Roger Dubuis y Lamborghini, iniciada en el otoño de 2017 e inscrita dentro del programa de la manufactura ginebrina de posicionamiento como firma deportiva de altas prestaciones. Recordemos que la cooperación se desarrolla de manera más concreta con Squadra Corse, el departamento dedicado al deporte de Lamborghini, y se cimienta en el campeonato que la escudería italiana organiza de manera anual, con Roger Dubuis como gran patrocinador.
La asociación primero se materializó en forma de Excalibur Aventador S y se prolonga ahora con el Excalibur Huracán Performante. Ambos modelos comparten mismo desarrollo conceptual y objetivos. Los nombres de los dos relojes están inspirados en los automóviles elegidos por Lamborghini para las carreras de Squadra Corse. Están también inspirados en sus diseños dando gran importancia al descubrimiento de los mecanismos como símbolo máximo de sus facultades deportivas, aunque en este caso Roger Dubuis ya contaba con los recursos técnicos necesarios dado el gran conocimiento que tiene de la creación de movimientos esqueletados.
La gran novedad del Excalibur Huracán Performante es la aplicación de un movimiento, el RD630, especialmente creado para esta edición. Su principal característica técnica es la inclinación del volante del órgano regulador en un ángulo de 12 grados. Es una solución más sencilla que la usada en el Excalibur Aventador S, donde se experimentó con una curiosa disposición de doble volante colocados en un ángulo de 90 grados. El RD630 tiene una construcción más convencional, incluyendo un sistema automático de carga (el RD103SQ del Excalibur Aventador S es de carga manual) de forma esqueletada cuya forma se ha tomado de las llantas usadas en el superdeportivo.
Esta simplicidad redunda en un precio más atractivo para el consumidor final, aunque no significa que el reloj pierda atractivo. De ello se encarga la fastuosa construcción de la carátula, realizada a partir de una estructura tridimensional construida sobre una malla tipo nido de abeja sobre la que se levanta unos resaltes de fibra de carbono inspirados en las tomas de aire del Lamborghini Huracán Performante. El recurso casa a la perfección con el sistema de construcción modular de la caja Excalibur Spider.
Como es habitual en las entregas más recientes de Roger Dubuis, el Huracán Performante viste un impecable traje negro de titanio y carbono sobre el que destacan los detalles en un llamativo amarillo. La correa es de tejido tipo Alcántara con inserción de caucho realizado como el mismo dibujo grabado en los neumáticos Pirelli Zero Trofeo R que equipan los Lamborghini en sus carreras.