Forjar una leyenda

No solo de Klepcys vive Cyrus. La empresa nació en 2010 con el nombre del mítico rey persa, Ciro El Grande. La marca partió de la leyenda de una de las primeras civilizaciones que fueron capaces de controlar el tiempo para apostar por una relojería de autor de moderna concepción y espíritu deportivo.

La línea Klepcys es su principal imagen en el mercado. Pero Kambys es otro integrante del catálogo que muda de piel y luce ahora una caja de oro rosa y dlc. Mismo corazón guerrero que su hermano de titanio que late con calibre manual in-house y tiene una generosa reserva de marcha de 7 días.

Como es usual en Cyrus, la legitimidad la concede su relojero estrella, el genio Jean-François Mojon, quien ha puesto alma al resto de sus relojes y complicaciones. Los encargados del diseño del nuevo Kambys fueron los fundadores de la firma, Julien y Laurent Lecamp, dirigida ahora por Walter Ribaga.

En el momento en que uno repara en esta robusta pieza de 50 mm, la mirada queda atraída por una disposición inusual de las funciones. Por un lado, las horas y minutos se muestran con manecillas centrales esqueletadas con punta roja, pero hay elementos intrigantes en la esfera.

Entre las 9 y las 12 h se aprecia la imagen de las cabezas un león y un toro enfrentadas.

En el lado derecho está la indicación de reserva de energía única, que parece inspirada en un ábaco. A medida que se da cuerda al reloj de forma manual, se aprecia cómo los barriletes de acero individuales se mueven hacia arriba en el eje vertical. Los dos barriletes superiores representan dos días cada uno, mientras que el inferior equivale a tres días. La posición de los tres barriletes da idea de lo que queda de la reserva de marcha de una forma lúdica, que ayuda a apreciar el paso del tiempo.

Para los segundos hay que fijarse en la parte inferior izquierda de la esfera, donde otro puente oculta parcialmente una forma innovadora y compleja de contar las subdivisiones de un minuto. En la parte superior izquierda se puede ver un disco que se mantiene en su lugar mediante un puente de tres radios, con dos tercios del disco cubierto por una rejilla.

Lo que aparece en el tercio visible depende de usted y se controla presionando la corona (la que está a las 3 h). Puede elegir entre el logotipo de la empresa o un diseño personalizado, el número de edición limitada (solo 188) o la decoración de la moneda Cyrus, que es una de las más antiguas conocidas.

Artículo anterior

Odysseus, el nuevo héroe sajón

Siguiente artículo

Un cazador de tramposos en Instagram

Notas relacionadas
Leer más

Premio para el más rápido

Richard Mille presenta su cuarta colaboración con McLaren con motivo del lanzamiento del superdeportivo W1. Deportividad y ultralujo en estado puro.

MANUEL MARTÍNEZ

Director editorial

Me gusta encontrar y contar historias, desde hace 15 años con la relojería, el estilo de vida y el lujo como telón de fondo. Las revistas siguen siendo mi debilidad, así que en Tiempo de…

Alma Delia Pacheco

Directora comercial relojes

Heredé el gusto por los relojes desde niña y profesionalmente por el diseño. Desde hace 21 años estoy en este fascinante sector relojero, trabajando de la mano junto con las marcas haciendo estrategias comerciales y de marketing.

KEVIN GONZÁLEZ

Diseñador digital y multimedia

Geek millennial, amante de la tecnología. Ing. en comunicación multimedia, llevo los relojes mecánicos a la dimensión digital. Siempre al tanto de las tendencias tecnológicas.

LESLIE LÓPEZ

Director editorial

Lector antes que editor. Planté un limonero y escribí un libro. Espíritu deportivo para templar el ánimo. Ldo. en Filosofía (Univ. de Sevilla) y Máster de Periodismo (Complutense de Madrid).

CARLOS ALONSO

Director general

Los contenidos en evolución son su razón de ser sin que importe el soporte. “La vida y la relojería, donde se ha especializado por más de 30 años, no son nada sin contenido”. Después de que los soportes hayan vivido una revolución tecnológica es momento de volver a defender el buen periodismo como una necesidad general.

ANDRÉS MORENO

Redactor

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.
Total
0
Share