El primer Aquatimer de IWC Schaffhausen fue lanzado en 1967, como respuesta a la creciente popularidad del buceo amateur. Tenía una hermeticidad de 200 metros y un bisel giratorio exterior. Desde entonces, la marca se ha apuntado varios triunfos en materia de relojes de submarinismo, como el Ocean 2000 de 1982 (caja de titanio, bisel giratorio exterior y hermeticidad de 2000 metros) o el GTS Deep One de 1999 (caja de titanio y el primero de IWC con un medidor de profundidad mecánico). La línea fue renovada en 2014 con piezas tan rotundas como el Aquatimer Calendario Perpetuo Digital Fecha-Mes (caja de 49 mm en titanio revestida de caucho y bisel en oro rojo).
En 2016, IWC lanzará tres torpedos más de esta colección: Aquatimer Cronógrafo ‘La Cumbre Volcano’, Aquatimer Automático 2000 y Aquatimer Cronógrafo ‘Expedition Jacques-Yves Cousteau’. El primero es una edición de 500 ejemplares dedicada al volcán la Cumbre de la Isla Fernandina, la tercera más grande y la más joven de las Galápagos, además de la que tiene mayor actividad volcánica. Desde 2009, IWC es mecenas de la Charles Darwin Foundation for the Galapagos Islands, dedicada a la protección y conservación de ese ecosistema. Un porcentaje de las ventas de este Aquatimer será destinado a esa Fundación.
El movimiento del Aquatimer Cronógrafo ‘La Cumbre Volcano’ es el calibre de manufactura IWC 89365 de carga automática y 68 horas de reserva de marcha. Se trata de un cronógrafo flyback con función de parada de los minutos y los segundos. El bisel giratorio exterior-interior con sistema SafeDive, una de las novedades presentadas en 2014, garantiza que la rotación solo se haga en el sentido contrario al de las agujas del reloj, para que no sea posible sobrepasar el tiempo sin paradas, es decir, el tiempo en el que se puede subir sin peligro a la superficie sin parada de descompresión. La caja de 44 mm de diámetro está hecha en acero recubierto de caucho negro mate y tiene una hermeticidad de 300 metros. La carátula tiene elementos luminiscentes para asegurar la legibilidad bajo el agua. El homenaje a la Cumbre se hace evidente con la tonalidad burdeos del bisel interior, el segundero central y la aguja de los minutos del cronógrafo, que simboliza el magma, y con el grabado en el fondo de la caja del volcán en erupción.
Por su parte, el Aquatimer Automático 2000 tiene una hermeticidad de 2,000 metros. Es una variante del modelo presentado en 2014, pero con agujas e índices dorados (en el anterior eran verdes). Su movimiento es el calibre de manufactura IWC 80110 de carga automática y 44 horas de autonomía. También cuenta con bisel giratorio exterior-interior con sistema SafeDive y carátula con elementos luminiscentes. La caja de 46 mm está hecha en titanio y su estética se remonta al prototipo creado por el diseñador Ferdinand A. Porsche en 1982 para ser utilizado por los buceadores contra minas. Aquel reloj se convirtió en el modelo Ocean 2000 de la casa suiza.
La tercera pieza forma parte de la serie de ediciones especiales que IWC Schaffhausen ha presentado como tributo a Jacques-Yves Costeau, ingeniero, inventor, investigador y cineasta que dedicó su vida a la protección de los océanos (IWC apoya a la Cousteau Society desde 2004 y hace aportaciones importantes en materia de restauración del barco de investigación de Cousteau, Calypso). Está equipado con el movimiento calibre 30120 de carga automática y 42 horas de reserva de marcha. Tiene bisel giratorio interior-exterior con sistema SafeDive y elementos luminiscentes. La caja de 42 mm está hecha en acero y destaca por su esfera azul oscuro con un diseño purista. En el fondo de la caja tiene un grabado que representa a Jacques-Yves Cousteau con su gorro de lana.