¿Es Nicolas Rieussec el “Patito Feo” de Montblanc?

Puede que algunos lo consideren así. Y tal vez no goza de tanto protagonismo como el Geosphere o el Timewalker. Pero el Rieussec es el mejor cronógrafo de la firma. Y, además, las piezas llegan a México y se venden antes de exhibirlas en las vitrinas. El “Patito Feo” de Montblanc luce como un guardatiempo muy clásico, diseño poco convencional y estética antigua alejada de las tendencias dominantes. Pero no hay que olvidar que el Rieussec fue el primer crono in house manufacturado por Montblanc. Un cronógrafo monopulsador integrado, presentado en 2008, al que tenemos mucho cariño por ser una criatura tan especial, valiosa y de rica referencia histórica. Y aquí llega un nuevo Montblanc Star Legacy Nicolas Rieussec Chronograph de aniversario.

Los fanáticos de la mecánica pueden esgrimir en contra que el mejor cronógrafo de Montblanc es el afamado Timewalker 100, o incluso el Timewalker 1000. Dos relojes que utilizan el calibre MB M66.25 0 su variante M66.25 con dos volantes, uno específicamente para la función del crono a 360,000 alt/h con indicación de centésimas o milésimas de segundos, respectivamente. Pero el Rieussec es el mejor cronógrafo de Montblanc por la suma de un diseño inimitable, su rendimiento técnico y una decoración artesanal de acabados minuciosos que pocas veces se encuentra en otras colecciones de la casa. Y todo realizado bajo el poder del sello Montblanc.

Nicolas Rieussec Chronograph

Montblanc presenta un nuevo Star Legacy Nicolas Rieussec Chronograph. Edición Limitada a 200 piezas que celebran el bicentenario de este mecanismo tan innovador en su momento. La pieza luce las mismas funciones y los tonos dorados del primer modelo creado por Rieussec. Contemporáneo de Breguet y Louis Moinet, Nicolas Rieussec llegó a ser relojero del rey francés Luis XVIII, mientras que Breguet lo fue de la Marina real francesa.

Y aunque ya es reconocido Louis Moinet como creador del crónografo con su “Compteur de Tierces”, fue Nicolas Rieussec quien acuñó el término por la capacidad de su máquina de cronometría (“chronos”, tiempo en griego) de imprimir los registros con tinta (“graphein”, escribir). Un sistema de dos contadores concebido en 1821 para medir los tiempos de los participantes en una carrera de caballos con la marca de tinta de un plumín fijo.

Homenaje al bicentenario

El diseño del Star Legacy Nicolas Rieussec es inconfundible. Aquí llega nuevo toque de color azul para como agujas y tornillos y, en la parte exterior de la esfera, un anillo con las inscripciones «Nicolas Rieussec» y «Homage 200 ans» (Homenaje al bicentenario). Luce con un toque exquisito alrededor gracias a un refinado guilloché “filet sauté”. La masa oscilante, en el fondo, combina un tono dorado con otra decoración guilloché con motivo “grain d’orge” y una inscripción con la fecha 1 de septiembre de 1821, cuando se celebró la famosa carrera de caballos en el Sena, en el Campo de Marte de París.

El Montblanc Nicolas Rieussec es un ingenioso reloj con un calibre único. Tres características lo hacen especial: monopulsador, uno de los rasgos de la herencia de Minerva que Montblanc ha querido conservar; contadores giratorios inusuales a las 4 y a las 8 h que requieren una construcción apropiada específica, como la ubicación de la rueda de pilares a las 9 h; y la singularidad de tener las agujas fijas. Un movimiento sólido para reproducir un sistema de cronometría preciso con dos siglos de historia.

Por cierto, en un primer momento, el Star Legacy Nicolas Rieussec se lanzaba con el calibre MB R100 (manual), ya descatalogado. ¿Saben que llegó a usar escape de silicio en el año 2010? Y ahí nació posteriormente este MB R200 (automático) con variantes que sumaban funciones añadidas como segunda zona horaria o indicación día/noche y fecha. La añoranza también nos lleva a los valiosos calibres de Minerva, bellamente decorados. Sin embargo, aquí vemos que el Rieussec puede ser incluso perfeccionado aún más. Puede que el Montblanc Nicolas Rieussec sea el “Patito Feo” de la firma, pero también puede ser el “Rey León”, aunque lo disimule muy bien.