La magia de Les Cabinotiers Sonería Westminster – Tributo a Johannes Vermeer

Es una pieza única de Vacheron Constantin realizada por encargo. Así que ya está vendida y no sabemos quién es el dueño. Pero sí nos contó Christian Selmoni que ha sido un trabajo muy especial realizado durante ocho años

Se llama Les Cabinotiers Sonería Westminster – Tributo a Johannes Vermeer. Es una pieza única realizada por encargo. Así que ya está vendida y no sabemos quién es el dueño. Pero sí nos contó Christian Selmoni que ha sido un trabajo muy especial realizado durante ocho años. Les Cabinotiers Sonería Westminster – Tributo a Johannes Vermeer es una obra de arte hecha a la medida.

Así suena Les Cabinotiers Sonería Westminster – Tributo a Johannes Vermeer

Vacheron Constantin ha realizado un reloj de bolsillo a gusto de su cliente secreto. Lo único que conocemos de este coleccionista es una afirmación categórica. “La pasión consiste en buscar siempre lo que es, teóricamente, imposible de obtener. Y la maison de Ginebra se ha puesto manos a la obra para satisfacerlo. Un nuevo movimiento Gran Sonería Westminster con tourbillon —calibre 3761— en una caja decorada artesanalmente de forma minuciosa. Cuenta con una tapa (tipo officier) cuya pintura a esmalte reproduce el óleo “La Joven de la perla” de Johannes Vermeer. Un trabajo manual realizado por Anita Porchet.

Reloj de bolsillo

Este único Les Cabinotiers ha puesto a trabajar a los mejores relojeros de Vacheron Constantin. Un guardatiempo que realmente buscaba reflejar las tradiciones clásicas de la alta relojería del siglo XVIII. El reloj fue un reto en todos sus aspectos. Es un reloj de bolsillo con caja de oro y medidas extraordinarias —98 mm de diámetro x 32.60 de grosor—. Luce un clásico esmaltado Grand Feu color cáscara de huevo con numerales en color azul y manecillas doradas. Lo más llamativo es la extraordinaria pintura reproducida en miniatura. Precisión magistral para llevar el cuadro de Vermeer de 1665 a un soporte de 98 mm de diámetro.

Obra de arte

El trabajo específico con los esmaltes y pigmentos comenzó en 2018. El resultado final se obtuvo en 2020. Siete meses de trabajo ocupó a Anita Porchet la reproducción de la pintura en la tapa. Un ejercicio que recupera el esplendor de los “esmaltes ginebrinos”, que englobaban en el XVIII a oficios tanto de relojería como joyería y dio lugar a la reputación del sello “Fabrique de Genéve”. Por otro lado, en el juego de artes decorativas, destaca el acabado escultural con los frisos grabados también a mano con las hojas de acanto y los tulipanes. El arco luce dos cabezas de león talladas en bloque de oro.

Calibre excepcional

Lo más significativo, sin embargo, es el desarrollo de un nuevo calibre por el equipo de Vacheron que llevó a cabo la Referencia 57260, el reloj más complicado hasta la fecha. El nuevo calibre es un compendio técnico de 806 componentes que cuenta con sonería Westminster de gran y pequeña sonería, así como repetidor de minutos —el selector de las 9 h ofrece los tres modos posibles—. El calibre 3761 está dotado de un regulador de sonería centrípeta que garantiza la regularidad de las secuencias musicales. Cuenta con un sistema de pesos para generar un “freno de motor”. Un dispositivo silencioso que equilibra la energía liberada por el barrilete. Un virtuoso ejercicio técnico que busca la perfección de las notas. Una obra de arte repleta de detalles que compendia grabado, escultura y pintura. Con Les Cabinotiers Sonería Westminster – Tributo a Johannes Vermeer, Vacheron Constantin da otra clase magistral de fe y amor a la relojería.

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