> Ha sido una larga carrera en Audemars Piguet. ¿Por qué estás cerrando este capítulo?
Muy simple. Estoy lejos de haber terminado con lo que quiero hacer con mi vida. Tengo muchas otras cosas por hacer y creo ser capaz de trabajar en otros negocios porque todavía estoy en forma. He estado soñando con esto durante siete años, así que ese es el porqué. He hecho lo que tenía que hacer y creo que se hizo bien cuando reviso el trabajo de los últimos 11 años. Ahora puedo pasar a otra cosa. Debo decir que me encanta cuando las cosas se ponen difíciles, cuando es muy complicado y ahora el barco se mueve solo. Tenemos 3,000 empleados, así que es un animal completamente diferente. Es hora de que me vaya y haga otra cosa.
> ¿Conseguiste todo lo que querías?
Nunca consigues todo lo que quieres. Nunca. El negocio ya existía antes de que yo llegara y seguirá mucho tiempo después de mí. Así que más allá de lo que logres hay cosas que pasarán después de tiempo y eso es parte de llevar un negocio. Tienes que aceptarlo. No hay arrepentimiento. No hay ‘oh, me gustaría que…’ porque no hay que olvidar que cuando me uní a la compañía como CEO heredé cosas que también estaban antes de mí. La teoría de los negocios nunca termina, siempre sigue, eres solo un momento de la historia.
> Pero probablemente cuando llegó como CEO tenía algunos retos.
Sí y conseguí lograr casi todos. Éramos una marca de distribución abierta global y ahora estamos casi completamente en retail. Antes no teníamos el valor de percepción que tenemos ahora, hemos mejorado el valor pasivo de la empresa y hemos experimentado la promoción, o llámalo como quieras, a través de los eventos con algunas cosas increíbles. Así que, si miramos el panorama general desde un punto de vista macro, sí ha sido bueno.
> ¿Cuáles fueron en concreto esos objetivos?
En primer lugar, unir a la gente. Cuando llegué no había suficiente noción de equipo. Si estabas trabajando en las complicaciones, en el calibre 3120, en los tourbillones, en marketing, en el departamento legal o en finanzas no había un solo equipo que apuntara al mismo objetivo. Y uno de mis grandes cambios fue unir a la gente y definir una visión de qué hay que hacer y hacerla realidad.
> Supongo que aceptaste hacer sacrificios personales en tu vida privada
Es algo común porque estás muy solo en la cima. Así que sí hay impactos en tu vida privada. Hay impacto en tu salud física y mental. Hay impacto en tantas cosas… Pero, por otro lado, tienes muchas sensaciones increíbles cuando ves que lo que estás poniendo en marcha funciona. Cuando ves que la gente se lleva bien, cuando ves que la innovación es determinante, cuando las cosas están cada vez más alineadas y de repente dejas de ser ese barco pequeñito que éramos hace 30 años y se convierte en un barco enorme que funciona mejor que nunca… Nunca es todo perfecto o muy malo. Es un equilibrio.
> ¿Cómo fue adaptarse a un pequeño pueblo de montaña después de Nueva York?
Creo que mi gusto por las cosas de la vida me hace apreciar mucho más esto que Nueva York. Un ejemplo típico es que la gente me pregunta que si voy a volver a Estados Unidos después de esto y yo les digo que no, que me enamoré de Suiza. Me voy a quedar en Suiza. Ya no puedo vivir en las grandes ciudades. Necesito tener aire fresco, tener un gran entorno con naturaleza y eso siempre fue así. Nueva York fue por un tiempo, 13 años de acción a toda velocidad, pero el verdadero yo está mucho más cerca de esto.
> Manejar hoy un negocio global de dos billones de francos suizos ya se puede hacer desde un pequeño pueblo apartado. ¿Es mejor en algún sentido para ser eficaz?
Sí, en realidad es bueno. Necesitas relajarte porque no siempre puedes estar al límite. Si no, en algún momento te mueres.
> Audemars Piguet bajo tu dirección y Richard Mille son las dos empresas con mayores crecimientos en la relojería del siglo XXI. Incrementaste de 500 millones a dos billones las ventas en 11 años. ¿El sector te reconoce este éxito?
Más de dos billones. Lo que escuchamos a menudo es que hemos dejado una marca en la historia de la relojería. La gente mira lo que hemos conseguido y reconoce que hay cosas que puede aprender de estos logros. Vemos que algunas firmas van en nuestra dirección y están haciendo cosas que nosotros llevamos haciendo diez años. En ese sentido, hay una especie de respeto por lo que hemos conseguido. Pero también digo que siempre podemos hacerlo mejor. Por eso quiero seguir adelante porque lo que no se puede hacer nunca en la vida es mirar atrás y decir que ya es suficiente.
En teoría, nunca es suficiente. Y no me refiero de una manera codiciosa. No hay que hacer más, hay que hacerlo mejor. ¿Qué se puede mejorar en cada día? Y cuando observas el mundo del deporte y a los atletas que han conseguido rendir durante muchos años, solo ves lo que se expone públicamente. No ves lo que hay detrás de las cámaras, no ves los esfuerzos, el trabajo duro, las caídas, cuando se lesionan, cómo vuelven a levantarse. Y eso es en realidad la belleza de todo esto. Cuando empiezas a alcanzar una cierta forma de éxito lo aprecias por lo que es, pero solo un poco. Lo que realmente aprecias mucho más es el camino que te llevó hasta ahí. El camino para llegar a ese nivel es lo que más importa.
> ¿Existe un método Bennahmias para alcanzar el éxito?
No hay un secreto ni una receta especial. Respeto al máximo a las personas con talento, ya sean relojeros, artistas, cantantes, bailarines, lo que sea. Creo que soy realmente bueno uniendo a la gente. Es algo que he tenido desde que era un niño. Y si lo haces de forma real, funciona. Digo lo que quiero cuando quiero, pero al final la gente nunca sale de una reunión conmigo diciendo que no entendió lo que quería decir. Siempre soy muy claro y a veces puedo ser duro, puedo empujar a la gente a ciertos límites, pero cuando miran atrás tal vez reconocen que los hice mejorar. Obtuve todo esto del mundo del deporte. Veo y leo muchas cosas sobre deportes, sobre las historias de éxitos y fracasos para aprender y las adapto al mundo de los negocios.
> Esta es la respuesta políticamente correcta.
¿Quiere que hable de joder a todo el mundo? (risas).
>No, pero por ejemplo trajiste un estilo de gestión más ‘funky’ en una marca tradicional, aportaste un poco de aire fresco del show business de Nueva York a la conservadora relojería.
¿Dónde está escrito que no debemos divertirnos? Y esto es algo serio. Cuando era niño mis padres siempre nos llevaban a mi hermano y a mí a ver los escaparates navideños de Galeries Lafayette y de Printemps. Porque de niño pensabas, ‘vaya, es Navidad’ y creo que todos, sin importar la edad, tenemos a ese niño de cinco años dentro de nosotros. Eso nunca desaparece. Soy un firme creyente de que se logra más invocando a ese niño cotidianamente que solo operar desde tu estatus. Puedes ser banquero, dueño de una gran empresa, multimillonario o lo que sea, pero no importa si no puedo romper el código de hacerte olvidar lo que haces en la vida e interactuar juntos como amigos y divertinos.
Y ese vínculo especial que funciona puede hacerse sin hablar de relojes y es lo que la gente recuerda. Trajimos a mucha gente nueva y diversa al mundo de Audemars Piguet y la incluimos por la forma en que interactuamos con ellos. Así que es un ambiente, un sentimiento de lo que llamamos familia. Incluso es más que eso. Es realmente conectar al más alto nivel posible y ser divertido. No porque seamos una empresa seria tenemos que actuar con seriedad en todo lo que hacemos. Al contrario, hace dos o tres años descubrí que casi nadie ha utilizado el humor en la publicidad de las marcas de lujo porque se supone que no hay que hacerlo y eso es algo que lamento. Me habría encantado hacerlo más.
> ¿Jugar fuera de la caja ha sido parte de este gran éxito?
Sí.
Royal Oak Jumbo Extraplano. Caja de titanio de 39 mm. Bisel y eslabones de cristal metálico amorfo (BMG). Este es el reloj que usa Bennahmias normalmente.
> Audemars Piguet se ha transformado estos años al estilo Bennahmias. ¿Esto será un problema para Ilaria Resta, la próxima CEO?
No lo creo porque no es difícil. Nadie debe tratar de replicar lo que hice. Ilaria Resta, que acaba de unirse a la empresa hace cinco meses, tiene conmigo muchas cosas en común. No somos la misma persona y ella dirigirá la empresa de otra manera. Creo que va a tener éxito porque tiene muchas buenas cualidades que son necesarias para Audemars Piguet. Es muy humana y es divertido estar con ella. Es muy aguda. Resta quiere desafiar el statu quo así que tiene un montón de buenas cualidades para dirigir esta casa. Ella no va a replicar lo que hice y no necesita hacerlo. Va a funcionar.
> ¿De qué han hablado en el periodo de transición? ¿Hay algo en lo que ella no esté de acuerdo en la forma de operar la empresa?
Si en una discusión sobre un producto o una estrategia yo decía blanco y ella decía negro y Resta justificaba el negro, pues yo decía tienes razón, en realidad debe ser negro. Como he dicho, estamos muy bien y tenemos muchas cosas en común. Está siendo muy fácil para nosotros trabajar juntos y no estoy preocupado en absoluto por lo que va a venir después.
> Resta no viene de la relojería. ¿Entiende el punto divergente para una gran dama relojera como Audemars Piguet?
Sí, pero piénsalo de esta manera. ¿Qué va a hacer que la empresa tenga éxito en los próximos años? Su producto: relojes, innovación, materiales… Ya sabemos completamente lo que va a venir hasta el 2027. Estamos trabajando con antelación de cuatro a siete años. Así que en los próximos años sabemos lo que va a pasar. Yo diría que para el final de 2024 ella será aún más consciente de cómo construir colecciones porque tenemos un montón de personas muy inteligentes y talentosas que aportarán innovaciones en el mecanismo y los materiales. Ilaria va a ser capaz de juntarlo todo. No diría que es fácil, pero no es tan difícil. Si escuchas correctamente a las personas con talento que tenemos y luego ajustas en consecuencia la colección, todo irá bien.
> ¿Estás dejando todo atado y bien atado?
Claro, pero eso fue siempre la misión. Si dejas una empresa y se cae en picado en dos segundos significa que algo no se hizo de la manera correcta. Una empresa bien gestionada debe seguir prosperando. Si viene una crisis, es otra historia, pero incluso si llega una crisis, porque está cerca, estamos más preparados que muchos otros. Somos más resilientes y por eso tengo mucha confianza en lo que va a venir, aunque 2024 no sea un año fantástico.
> ¿Qué consejos le has dado a Ilaria Resta?
Solo uno: pasa más tiempo con la gente que hace y menos con la gente que dice. Esto es lo que hay que hacer en esta empresa.
> ¿Qué sigue para ti después de Audemars Piguet?
En primer lugar, ocho o nueve meses de descanso completo. Dormir, volver a estar en forma, perder peso. Pasar tiempo con mis dos hijas que están en Estados Unidos y centrarme en recuperarme, básicamente porque estos 11 años han sido realmente intensos. Tengo 59 años, así que puedo calmarme por un segundo. Mi enfoque principal será el trabajo en el gimnasio, dormir cuando quiera y volver al gimnasio de nuevo, tengo que limpiar mi cerebro completamente.
> No puedo creer que no tengas ningún plan.
No voy a poner nada en acción antes de mayo o de junio, porque el anuncio de lo que voy a hacer a continuación vendrá en septiembre de 2024.
> ¿Ya te has nacionalizado suizo?
Sí, desde hace tres meses.
> Jasmine Audemars ya se retiró y Olivier Audemars tomó un tiempo sabático para meditar sobre sus planes. ¿Cuál es el futuro para Audemars Piguet?
No se puede decir que Olivier está cerca de la jubilación en absoluto. Olivier está más involucrado que nunca. Y el futuro es que siga siendo una empresa independiente que pertenece a las familias fundadoras y así va a seguir.
> ¿Cuál ha sido tu gran éxito como CEO en Audemars Piguet?
Tener una estrategia en marcha desde 2012 y nunca tener que cambiarla. Yo sabía en 2012 lo que había que hacer. Compartí la estrategia con el consejo porque tenía que aceptarlo y fuimos a toda velocidad. No tuvimos que cambiar ni un ápice lo que describí como una visión en 2012.
> ¿Qué errores has cometido?
Muchos, pero nunca tan grandes como para poner a la empresa en problemas o para que me despidieran. Uno comete errores todo el tiempo. En el momento en que interactúas con la gente, con las empresas, cometes errores. Lo que aprendí en mis 13 años en Estados Unidos fue que se construye sobre los errores. En Europa también construyen sobre errores, pero te castigan por ello. Hoy, cuando veo a la gente cometer errores, digo, vale, pero no los cometas dos veces.
> ¿De qué error aprendiste más?
Muchas veces fui demasiado rápido. A veces no me tomo el tiempo suficiente para que la gente entienda el porqué cuando para mí es obvio. Así que tuve que forzarlo y debería haber reunido a la gente conmigo. Habría sido un poco más fácil.
> ¿De qué reloj te sientes más orgulloso?
Hay una historia sobre el calendario perpetuo negro de cerámica. Cuando presentamos el reloj, la junta directiva no quería tener cerámica en la colección. Dijeron de forma divertida que ese reloj nunca sería permitido en nuestro museo. Dije ok y, cuatro años más tarde, después de ver el éxito de la cerámica, les pregunté que si me quedaba con el reloj o lo poníamos en el museo. Y me dijeron que estaba bien, que lo incluíamos.
> ¿Qué va a pasar con el modelo Code que tú entiendes tan bien y no todo el mundo lo acepta?
La colección Code está ahora en su lugar. Tenemos diseños, tamaños de evolución, mecanismos de evolución para muchos años venideros, hasta el 2030. Así que el Code está aquí para quedarse, con seguridad, garantizado.
> Tu perfil como director en la industria relojera es diferente. ¿Eso tiene ventajas o desventajas?
Ambas. Es una ventaja porque a algunas personas les encanta eso, y es una desventaja cuando hay quienes no soportan mi extravagancia o llámalo como quieras. No esperas que siempre haya una reacción unánime en todo lo que haces. Sobre todo, en el mundo de hoy, donde por desgracia, todo lo que haces, la gente lo juzga. Tener la profundidad para entender la forma en que van a juzgarte es irrelevante. No la hay, pero lo juzgan. ¿Todo lo que hace François es siempre perfecto? No. ¿Me importa? No. (risas).
> ¿Qué te gusta y qué no te agrada de la industria relojera?
Lo que me gusta hoy es ver a una nueva generación de relojeros independientes sacudiendo todo el sector. Esto me gusta mucho porque tienen talento, son jóvenes, son audaces y creo que va a funcionar. Así que aportan una especie de aire fresco. Lo que no me gusta es que todo tiene que estar en lugares perfectos todo el tiempo, lo que supone a veces una falta de audacia. ¿Sabes qué? Voy a mostrarte algo físicamente ahora mismo. Así que párate un segundo y te voy a explicar cómo funciona esto en la industria del reloj.
> ¿Quieres boxear?
¿Sabes boxear? Ponte así. No voy a tocarte. Quédate ahí. Si te doy dos palabras: protegerse y victoria, ¿qué haces? Cuando la gente se quiere proteger siempre se va a cerrar. ¿Ves por qué fuiste hacia atrás y te cerraste? Y en victoria, te abres. La industria relojera siempre es así, siempre tiene miedo de perder lo que tiene y se cierra, pero la victoria se logra abriéndose. Hay que ir hacia adelante incluso si se cometen errores. Estamos muy lejos de haber terminado como industria y por eso me encantaría que la vieja industria fuera más audaz. Cuando empiezas como ser humano siempre quieres proteger lo que tienes. Esa es nuestra naturaleza. Yo miro el vaso medio lleno todo el tiempo. No importa si pierdes algo, siempre habrá algo más. Pero eso es una mentalidad.
> ¿Qué otras marcas comparten esta visión?
Yo diría que Richard Mille que es uno de mis grandes amigos. Y muchos de nuestros retailers con los que he trabajado durante 29 años. También tengo una gran relación con Nick Hayek.
> ¿Por eso había un rumor de que te ibas al Grupo Swatch?
¿Para hacer qué? Dije muy claramente que no seré CEO de nuevo.
> También te puedes involucrar como asesor.
No, solo quiero ser dueño de los negocios en los que esté involucrado. Así que no en ese grupo.
> ¿Seguirás trabajando en la industria relojera?
Pronto lo verás.