Apretemos los dientes para la posible caída en este recién comenzado 2024. 2023 ha cerrado como un año inestable en el panorama internacional con dos conflictos armados. Tampoco ha sido fácil en el plano económico, marcado por la subida de tipos de interés y la consecuente dificultad para la compra a crédito. Explicado así, parece que vivimos malos tiempos. Tampoco es así: el Fondo Monetario Internacional calcula que en 2023 la economía global habrá crecido un 3.0%, esto es, medio punto menos que en 2022.
¿Nos aproximamos a una crisis? Tampoco parece que este sea el futuro: el mismo organismo calcula que en 2024 tendremos un crecimiento del 2.9%. En resumen, un crecimiento por debajo del hasta ahora registrado, pero crecimiento, al fin y al cabo.
¿Cómo afectará esta ralentización al negocio relojero de cara al próximo año? Nos ponemos en contacto con Frank Müller, fundador de la consultora especializada en lujo The Bridge to Luxury. Para el Dr. Müller, “el negocio relojero no se desarrolla aislado del mundo real. Simplemente está reaccionando con cierto retraso. En 2023 espero que el crecimiento ronde el 8% (el acumulado hasta septiembre de 2023 es del 8.6%). Para 2024 espero un aumento entre el 4% y 7%. Incluso si la coyuntura social mejora, veo poco probable que los efectos positivos surtan efecto hasta el próximo otoño, como muy pronto”.
Nuestro consultado razona esta previsión más allá de las circunstancias económicas coyunturales. “Estamos viendo los primeros indicios de la caída de la demanda de Estados Unidos y, si esto comportamiento se mantiene, no podemos esperar que el negocio se compense lo suficiente con buenos resultados en China, Hong Kong u Oriente Medio”. Ya más dentro del mercado, el Dr. Müller destaca la pujanza del mercado gris como uno de los peligros del negocio relojero, “incluso aunque éste no registre los crecimientos de precios que hemos visto en los últimos años”. En definitiva, “mucho me temo que 2024 será un año complejo para la industria relojera”.
Más allá de las cifras, se nos plantea un 2024 lleno de incertidumbres en otros terrenos de la relojería. ¿Seguirán bajando los precios de los griales de segunda mano? ¿Cómo serán los materiales más nuevos? ¿Veremos más colaboraciones entre marcas? El mejor modo que se nos ocurre de intentar despejarlos pasa por ver sus efectos durante este año y extrapolarlos al futuro. En cualquier caso, se nos presenta un nuevo año de lo más entretenido.
LOS GRIALES EN CAÍDA
El auge de los precios en los meses posteriores a la pandemia dirigió el foco mediático hacia el mercado de segunda mano. Fue entonces cuando aquel segmento del negocio, hasta entonces en un discreto plano, adquirió una importancia estratégica para muchas firmas. Este mercado tiene una característica muy marcada en su polarización: tres marcas copan la gran mayoría de las transacciones comerciales. Son Rolex, Patek Philippe y Audemars Piguet. Cada una con sus buscados “griales”. Ellos fueron los que experimentaron las subidas más notorias. También son los que más han sufrido el cambio de tendencia desde el año pasado y la cual se ha prolongado en este 2023.
¿Qué veremos en 2024? Según Charles Tian, fundador de WatchCharts, no parece que se vaticinen grandes cambios. “Nosotros hemos registrado una caída de los precios de las Tres Grandes en un promedio del 5% en el tercer trimestre de 2023. Aunque el porcentaje de descenso se ha reducido en comparación con el año pasado, los indicadores del mercado (oferta, antigüedad del inventario y tasa de rotación) nos sugieren que aún estamos bastante lejos de la estabilización. Además, la actitud general hacia los relojes como inversión es cada vez más cautelosa como resultado de la desaceleración del mercado durante el último año y medio. No esperaría ver un aumento de precios en 2024 como el que vimos entre 2020 y 2022, aunque tal vez veamos que el mercado comience a estabilizarse dentro del próximo año”.
AMOR POR LO CLÁSICO
Aunque gran parte del mercado de segunda mano esté basado en modelos recientes, su creciente popularidad ha arrastrado también a los modelos más clásicos, cada vez más interesantes para los coleccionistas recién llegados. Así lo ven especialistas como Romain Rea, uno de los conocedores más expertos de piezas históricas, con dos boutiques en el corazón de París. Para Rea, hay un claro ganador en 2023. “Existe una tendencia actual en la vuelta de los relojes pequeños, tanto de hombres como de mujeres. Una vez más, Cartier se impone, en particular los modelos Tank y Santos, muy buscados por los clientes, en especial los modelos entre los años veinte y setenta. También destacaría Piaget. Son muy demandados sus modelos tipo joya, con pulseras integradas y carátulas de piedra natural”.
Nos comenta Rea que el público busca hoy en día relojes clásicos en la más pura tradición relojera. Si las firmas siguen por este camino, tienen un mercado garantizado en 2024, “como Breguet con sus modelos básicos y cronógrafos, o Vacheron Constantin y su estética atemporal”.
CAMBIOS DE DIRECCIÓN
2023 ha estado marcado por dos importantes movimientos en la dirección de las grandes firmas del sector: uno anunciado con gran antelación y otro de facto, aunque aún no oficializado. El primero ha sido la designación de Ilaria Resta como nueva consejera delegada de Audemars Piguet. El anuncio tuvo lugar en agosto tras meses de especulaciones desde que François-Henry Bennahmias anunció su salida de la compañía en junio de 2022. El cambio se ha realizado en enero de 2024. ¿Cómo afectará este cambio a Audemars Piguet? Aún es pronto para pronosticarlo.
Resta cuenta con una contrastada experiencia dentro del segmento del lujo como responsable de la sección de perfumería del Firmenich Group, responsable de perfumes de las casas Kenzo, Calvin Klein y Hugo Boss, entre muchas otras. Pero su contra juega su falta de experiencia en el campo de la relojería. 2024 será crucial para confirmar si su elección ha sido la acertada.
El otro movimiento que ha destapado todas las especulaciones ha sido el paso de Julien Tornare a la dirección de TAG Heuer. Así lo anunció el periódico suizo Neue Zürcher Zeitung el pasado mes de julio. Tornare vería así recompensado su gran éxito a los mandos de Zenith desde que se hiciera cargo de la marca en 2017. La designación implicaría un movimiento de sillas dentro del grupo LVMH que, según especula el periódico, llevaría al joven Frédéric Arnault a la dirección de Bulgari.
Toda esta información no ha sido hasta ahora confirmada por LVMH y deja dos importantes preguntas. ¿Qué será de Jean-Christophe Babin, actual responsable de Bulgari, y quién dirigirá Zenith? Para la segunda, desde Neue Zürcher Zeitung apuntan un nombre: Benoit de Clerck, actual COO de Panerai.
(ACTUALIZACIÓN: Aunque este texto se redactó a comienzos de diciembre, ya podemos confirmar que no estuvimos muy desencaminados en esta predicción. El pasado 5 de enero de 2024 se confirmó el movimiento de directivos dentro de LVMH y Julien Tornare ha sido nombrado nuevo conejero delegado de TAG Heuer. Por el contrario, Frédéric Arnault no ha sido nombrado CEO de Bulgari, sino que asume la responsabilidad conjunta de todo el negocio relojero del grupo LVMH. Por último, también se ha confirmado la designación de Benoit de Clerck como nuevo consejero delegado de Zenith).
ROLEX MARCA EL PASO
La firma de la corona ha protagonizado el 2023 relojero y no solo por el esperado éxito de sus más conocidas referencias. Anunció a finales del año pasado la creación del sello Rolex Certified Pre-Owned, un programa pensado para que sus agentes oficiales tengan la oportunidad de vender piezas de la marca compradas a los clientes. Con esta maniobra, Rolex avalaba este negocio boyante, aunque manteniéndose separado de la transacción entre detallista y cliente final.
La sorpresa saltó en pleno verano cuando la prensa económica anunció otro movimiento imprevisto de Rolex: la compra de la red minorista Bucherer, con más de cien puntos de venta en todo el mundo. La razón esgrimida fue el deseo de su actual presidente Jorg Bücherer de desprenderse de la compañía ante la falta de continuidad dentro de la familia. La política tradicional de Rolex ha sido siempre mantenerse al margen del negocio de venta directa. Hasta ahora únicamente tenía en propiedad la boutique de Rolex de Ginebra entre los cientos de establecimientos autorizados en todo el mundo para vender sus relojes.
La firma ha comunicado que la adquisición de Bucherer no cambiará esta política y que la red de minoristas seguirá funcionando de manera independiente. El mercado no lo ve tan claro: el anuncio de la adquisición de compra fue seguido al instante por una caída del 25% de las acciones de Watches of Switzerland, competencia de Bucherer y a la vez socia de Rolex hasta ahora.
FUSIONES MINORISTAS
“Sin embargo, la adquisición de Rolex no ha sido el único hecho digno de atención dentro del mercado minorista”, nos apunta el experto en distribución Thierry Huron, fundador de The Mercury Project. “En febrero, el grupo italiano Morellato, que ya tenía una presencia destacada en Italia, Francia y Austria, adquirió el grupo Christ, el segundo mayor minorista de relojes del mercado alemán. Más recientemente, el grupo Watches of Switzerland adquirió 19 tiendas Ernest Jones en el Reino Unido. Además, en Estados Unidos, cuatro minoristas importantes (WatchBox, Govberg, Radcliffe y Hyde Park Jewelers) se fusionaron para formar La Société 1916”.
Para Huron, la consolidación de la distribución es un hecho, con “una mejor presencia en el atractivo mercado de segunda mano, junto con la posibilidad de proporcionar ubicaciones privilegiadas para la frecuente apertura de boutiques monomarca”. Y será una tendencia que veremos en 2024. “Sin duda veremos más adquisiciones, lo que en última estancia será agrupar la distribución en unos pocos nombres”. Y más concentración significa actores más poderosos, tal como nos avisa el anuncio de Watches of Switzerland con su intención de duplicar sus ventas para 2028 “mediante adquisiciones estratégicas tanto en Europa como en Estados Unidos”.
EVOLUCIÓN SIN REVOLUCIÓN
En cuestión de diseño, 2023 nos ha mostrado la vuelta a los relojes de tamaño pequeño y un gran gusto por el color. En el primer apartado, los 39 milímetros se imponen como la medida estándar de los relojes de caballero, ya lejos de los 41 y 42 que marca la tendencia hace menos de una década. Incluso firmas como Tudor se han aventurado con tamaños masculinos más pequeños. Así lo hemos visto en su Black Bay 54 de 37 milímetros.
Por otra parte, el color marca tendencia, tanto en las carátulas como en las cajas, en este último apartado ayudados por los avances conseguidos en el uso de la cerámica. Tonos verdes, azules y grises se imponen en un segmento cada vez más diverso en acabados.
Preguntamos a Eric Giroud qué encontraremos en 2024. El afamado diseñador apuesta por la continuidad. “Creo que las tendencias que veremos serán muy similares a las seguidas en los últimos años. No veo revolución, sino una suave evolución. Seguiremos encontrando relojes cada vez más pequeños, y colecciones más concentradas, con una fuerte inspiración en la herencia relojera. Esta tendencia clásica tendrá su contraste en 2024 en la exploración de nuevos colores y tratamiento de materiales. Los modelos serán cada vez más sofisticados”.
MATERIALES REGENERATIVOS
La búsqueda de nuevos materiales continúa estando entre las grandes prioridades de las firmas. Obviamente, no con la intensidad que vivimos a comienzos de siglo, pero sí con una constancia que nos augura interesantes novedades en un futuro inmediato. Un elemento crucial en esta evolución de los materiales es el papel de las impresoras tridimensionales, cada vez más abundantes en los proyectos tanto de las grandes casas como de las pequeñas firmas que empiezan, las cuales encuentran en esta herramienta un eficaz medio de ahorrar costes en desarrollo.
Entre los proyectos más interesantes que tenemos de cara al próximo año está el potencial del CarbonTM desarrollado ID Genève en colaboración con la compañía CompPair. Esta versión del carbono destaca por su mínimo impacto medioambiental gracias a su origen reciclado y su capacidad regenerativa. Según sus creadores, una caja de CarbonTM vuelve a su estado natural con solo al introducirla en una fuente de calor durante solo un minuto. ¿Veremos pronto relojes capaces de autorreparar su caja?
MUNDOS VIRTUALES LEJANOS
Habitualmente pensamos que las industrias como la relojera tienen que adaptarse a los nuevos usos tecnológicos. Así pensamos en teoría, porque la práctica muchas veces nos demuestra que este paso solo debe realizarse en el momento preciso de madurez. Lo hemos visto en 2023 con el metaverso y los NFT´s, dos campos que en 2022 parecían ineludibles para cualquier firma relojera, pero cuyas expectativas han caído por los suelos en los últimos meses. Queda claro en el reciente estudio publicado por Deloitte de la relojería suiza y en el cual se recogen entrevistas realizadas a 75 directivos del sector más una encuesta a 6,045 clientes de sus más importantes mercados. Según dicho informe, un 78% de los directivos entrevistados comentaron que sus firmas no harán, o no están interesadas en realizar, acciones en el denominado Metaverso en los próximos doce meses.
En cuanto a los NFT’s, nos vemos en cifras parecidas, con un 75% de los encuestados rechazando estos productos virtuales. ¡Qué gran diferencia con las expectativas de años anteriores, cuando el Metaverso se presentaba como una cita ineludible para el negocio de la relojera! ¿Significa esto que las firmas rechazan las nuevas tecnologías? Más bien un cambio de perspectiva hacia el nuevo edén tecnológico: la Inteligencia Artificial (IA).
Según el mismo estudio de Deloitte, más de la mitad de las firmas preguntadas harán uso de la IA en el próximo año. Y apunta un nombre a seguir en los próximos meses: la firma Codatic y el proyecto Watch512 de creación de relojes virtuales a partir de miles de modelos existentes. Una acción a la cual le daremos cumplida atención en el futuro.
COLABORACIONES ENTRE FIRMAS
La marca es algo sagrado para una firma relojera. Sobre ella descansa gran parte de su prestigio en el mercado, construido en algunos casos desde hace siglos. No nos extraña que sea una relojera la compañía que presuma de tener el logotipo más antiguo de cuantos tiene registrados la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Nos referimos a Longines y su reloj de arena con alas, inscrito originalmente en Suiza en 1889. Sin embargo, la industria de la moda nos ha demostrado que la colaboración entre marcas es un gran recurso para acelerar el acercamiento de distintos segmentos del mercado. Y, lo que es más importante, el público ha demostrado que es capaz de entender la separación de categorías, sin menoscabo del prestigio de las firmas.
El esquema funciona igualmente en relojería. MoonSwatch no ha sido el fracaso que pronosticaron algunos agentes del sector, que ya vaticinaban un descalabro para Omega. La fórmula ha vuelto a funcionar con el Bioceramic Scuba Fifty Fathoms, realizado con motivo del aniversario del famoso reloj de buceo. ¿Habrá más colaboraciones de esta índole en 2024? En Swatch no comentan nada, aunque en círculos relojeros ya se habla de una firma ajena a Swatch Group que ha llamado a la puerta de Swatch para comenzar un proyecto similar.
SUBASTAS REVELADORAS
Algunos aficionados entienden las subastas como un simple testimonio de la relojería del pasado. Pero son mucho más, porque nos sirven para vislumbrar los gustos de los clientes, según la máxima contrastada del movimiento circular de las modas. Así lo comprobamos con Arthur Touchot, especialista en relojería de Phillips Auctioneers, quien nos destaca el interés por piezas inusuales en este tipo de subastas, “como el ejemplar único MB&F x Alain Silberstein que se acaba de subastar. Es un modelo interesante porque no es nada habitual encontrar piezas únicas en esta firma. También destacaría un Calatrava firmado por Cartier de principios de los cincuenta”.
Aunque si hay un reloj que nos gustaría destacar es la referencia 3237 de Breguet, con carátula de lapislázuli. “Es alucinante”, nos confiesa Touchot. “No podía creerlo cuando lo vi y me gusta que el público reconozca su belleza”. ¿Un buen apunte de por dónde ir las tendencias en el futuro más próximo?
LA SUPERVIVENCIA DE LAS MICROMARCAS
La tarea más complicada de una firma no es sobrevivir el primer año, es conseguirlo al siguiente. La novedad es un valor fundamental en relojería y en el cual se han apoyado muchas de las denominadas micromarcas para cautivar a un público joven, siempre deseoso de nuevos diseños. Pero, pasada la efervescencia, este tipo de proyecto se enfrente al dilema de cuál será el siguiente paso.
Nos lo confirma el “gurú” de las micromarcas William Massena, quien describe 2023 como un buen año para este tipo de producto, “aunque cada vez es más complicado competir debido a la gran cantidad de proyectos que están apareciendo en el mercado”. En cualquier caso, según Massena, “las micromarcas han llegado para quedarse gracias a la rápida evolución del comercio electrónico y las facilidades para acceder a los relojeros y movimientos”.
¿Nombres? Hay multitud, aunque quedémonos con Studio Underd0g y Timeless Swiss Watch, ambas firmas nominadas para el Grand Prix d’Horlogerie de Genève en la categoría Challenge, finalmente ganada por Raymond Weil.