A. Lange & Söhne ha comenzado fuerte en Watches & Wonders. La manufactura sajona ha presentado una nueva versión de uno de sus calibres iconos, acompañado de dos exclusividades técnicas marca de la casa. Más que una revolución, puesto que hablamos de elementos ya conocidos por los seguidores de la firma, estamos ante una combinación de símbolos cuya suma representa la nueva excelencia relojería de A. Lange & Söhne.
Por un lado, tenemos la base de trabajo: el Datograph Perpetuo Tourbillon. Tres complicaciones juntas (aunque no al precio de una). Este modelo salió al mercado en 2016. Sus orígenes hay que buscarlos un poco antes, concretamente en 1999, con el lanzamiento del Datograph. El cronógrafo siempre ha sido una función fundamental en el programa de A. Lange & Söhne, con una excelencia técnica demostrada desde los inicios. El Datograph era, y es, un cronógrafo perfecto, con una elegante arquitectura y recursos técnicos interesantes como el desplazamiento por saltos de la aguja de minutos o la función flyback. Además, disfruta de una imagen bellísima. Algo natural si se combina el saber hacer sajón con el atractivo innato de los mecanismos cronógrafos. En definitiva, una maravilla de reloj.
Cronógrafos en la tercera fase
Este cronógrafo se transformó poco más tarde en el Datograph Perpetual (2006) y, diez años después, llegamos a la tercera fase del proyecto con el Datograph Perpetuo Tourbillon. ¿Es el mejor cronógrafo de cuantos existen en el catálogo de A. Lange & Söhne? Sería una afirmación muy atrevida de realizar. Hablamos de una firma que tiene en su catálogo el Triple Split, el único cronógrafo triple rattrapante del mercado. Pero hay que reconocer que el Datograph Perpetuo Tourbillon es un soberbio ejemplo de Alta Relojería mecánica. El calibre L952.4 de carga manual, suma un total de 684 componentes, incluyendo 57 rubíes, 5 engastes de oro atornillados y un contrapivote de diamante.
La cantidad de información recogida en la carátula del reloj dio paso a una solución una tanto arriesgada, pero acorde con la filosofía de la firma y, en cierta parte, con la tradición industrial. El tourbillon queda escondido en el fondo del calibre, sin visión a través de la carátula. Es un recurso estético habitual en otras firmas de corte clásico como Patek Philippe y Laurent Ferrier. Y no hablamos de un tourbillon normal. A. Lange & Söhne fue responsable de una mejora sustancial de la complicación en 2008 al firmar el primer tourbillon con parada del segundero. Lo hizo con un sistema inaudito que detiene el volante mediante una palanca y que, gracias al preciso cálculo de sus ingenieros, vuelve a funcionar sin pérdida alguna de energía una vez se libera el resorte. La parada del tourbillon (y el segundero) se realiza al extraer la corona.
Dos exclusividades técnicas
El Datograph Perpetuo Tourbillon se presentó al gran público en 2016 con un acabado de platino y carátula negra, en edición limitada de 100 ejemplares. La manufactura sajona lanzó una nueva versión en 2019, también limitada a un centenar de piezas, con la caja de oro blanco y la carátula de oro rosa. Dicha versión aún está disponible en el catálogo de la casa.
La versión que ahora nos llega supone una vuelta de tuerca a este fantástico modelo al acompañarlo para la ocasión de dos de las exclusividades que ha sacado A. Lange & Söhne en los últimos años. Nos referimos al acabado lumen de la carátula y la fabricación de la caja en Honeygold.
La carátula Lumen fue la solución ideada por A. Lange & Söhne cuando quiso introducir la luminiscencia en los indicadores digitales de gran fecha y hora y minutos del icónico Zeitwerk. Dada la necesidad de recibir una fuente de luz que activara la luminiscencia de sus discos, los técnicos de la casa idearon una carátula semitransparente que permitiera el paso de la luz ultravioleta en las partes de los discos que estuvieran escondidos bajo la carátula. Una solución que, además de resolver un problema técnico, aportaba a los relojes una imagen muy impactante.
La segunda exclusividad técnica es el Honeygold. A. Lange & Söhne fue de las primeras firmas en experimentar con las aleaciones propias con este Honeygold (oro miel), presentado por primera vez en 2010 con motivo del 165 aniversario de Ferdinand Adolph Lange. Desde entonces, su uso ha quedado reservado a algunas de las piezas más emblemáticas de la colección. Todas ellas aprovechan el cálido acabado que ofrece esta aleación suaves tonos, elaborada con un 75% de oro puro y la combinación con cobre y cinc. Con un tono entre el oro blanco y oro rosa, el Honeygold destaca además por su dureza, uno de los puntos débiles de todas las aleaciones áureas.
Luminoso y elegante
El Datograph Perpetuo Tourbillon Honeygold Lumen lo tiene todo para convertirse en uno de los modelos preferidos de los seguidores de A. Lange & Söhne. Por un lado, responde a la idiosincrasia de la manufactura sajona, con un acabado muy tradicional, disposición muy clara y acabados acordes con la excelencia de la firma. Por el otro, la aparición de la estética Lumen nos abre un arco muy original que rompe con la imagen que teníamos hasta ahora del reloj. Un gran ejercicio de estilo del cual solo se realizarán 50 piezas para todo el mundo.