UNA VIDA DE REMEDIOS CASEROS
ANUARIO 2022
Si estás dispuesto a enfrentarte a un mundo asolado por pandemias, guerras, desajustes socioeconómicos y catástrofes naturales, apuesta siempre por los remedios caseros (in house, técnica-mente en inglés). El cronógrafo de Patek Philippe 5470P con 31 patentes —siete son inéditas—, los 50 años del Royal Oak y las sempiternas piezas de Rolex con más valor financiero que tu dinero en la cuenta de ahorros del banco. Cuando parece que peor vivimos, asistimos paradójicamente al que ha podido ser el mejor año de la historia de la relojería (never ever).Para los más pesimistas, traemos a colación también dosis de ultrarrelojería como el récord ultraplano de Richard Mille RM UP-01 y las cotas insondables de los 6,000 metros en el abismo del Omega Seamaster Planet Ocean Ultra Deep. Los guardatiempos también evolucionan bajo el curso de una selección natural auspiciada por este caos cosmológico desatado que, además, nos regala una febril y brillante productividad relojera independiente. El coleccionismo, por ello estimulado, parece recuperar aquellos visos de renovado movimiento ilustrado más allá de la especulación financiera y las oscuras criptomonedas. Philippe Dufour y F.P. Journe —los dos abuelos que todos los suizos soñaron— ya comienzan a romper cifras en subastas. Aquí encontrará numerosas pie-zas de firmas con ese espíritu autárquico que se rebelan contra el orden establecido y aportan no menos virtuosismo al mercado. Si Charles Darwin hubiera explorado los parajes del Valle de Joux en el macizo del Jura, habría colocado el reloj suizo en el vértice superior de la pirámide de la teoría evolucionista. Un guarda-tiempo es exactamente igual que un animal con instintos, conjunto de creencias, deseos y una facultad lógica sumamente desarrollada para ordenar la vida. Un discreto artilugio biológico eterno que explica nuestro propio curso existencial, donde principio y fin se alternan como un círculo de instantes. El magistral Gran Reloj de Aviador Monopulsador Edición Antoine de Saint Exupéry, que luce en la portada, es la primera estación de este viaje que repetimos sin igual cada año.
