El regreso del Oyster Perpetual Air-King no pasará desapercibido para ningún admirador de Rolex. Lanzado en 1945, junto con el Datejust, este modelo dejó de producirse hace un par de años. La manufactura suiza lo ha resucitado rápida y sorpresivamente en 2016 con un primer cambio radical: la caja de acero 904L creció de 34 a 40 milímetros.
A golpe de vista, el diseño de la carátula negra recuerda al del Oyster Perpetual Explorer por los números 3, 6 y 9 en oro blanco, que ya eran un rasgo presente en los Air-King de otros años. Sin embargo, Rolex también ha decidido incluir en primer plano los números que indican los lapsos de cinco minutos y facilitar la lectura de los tiempos de navegación, pues, según la marca, el Air-King “encarna la relación privilegiada de Rolex con el mundo de la aviación durante su edad de oro en la década de 1930 (…) Hoy, el nuevo Air-King rinde homenaje a los pioneros de la aviación y al papel del Oyster en la epopeya aérea”.
La tipografía usada en la esfera para las palabras Air-King fue creada para este modelo en los años cincuenta. Otro aspecto interesante es que la corona y el nombre de la marca tienen colores distintos (amarillo y verde, respectivamente), algo inusual o quizás único en Rolex. La manecilla de los segundos también es verde y el reloj, como sus antepasados, sigue sin tener ventana de fecha. La caja Oyster es hermética hasta 100 metros y tiene fondo acanalado y corona enroscada.
Su movimiento es el calibre 3131 de cuerda automática con rotor Perpetual y espiral Parachrom azul, que es antimagnética, estable frente a las variaciones de temperatura y hasta diez veces más precisa que una espiral convencional en caso de golpes. Tiene una pantalla interna de protección magnética del mecanismo. Su reserva de marcha es de 48 horas y cuenta con las certificaciones COSC y de Cronómetro Superlativo. El brazalete tipo Oyster es de acero 904L con cierre desplegable Oysterclap.